Interior ni se plantea comprar para la Guardia Civil el sistema que inutiliza las narcolanchas a distancia
El sistema SafeStop, fabricado en Reino Unido, detiene el motor de cualquier vehículo a 150 metros
La persecución al narcotráfico en aguas del Estrecho es una labor que entraña gran riesgo para los agentes de la Guardia Civil que lidian a diario con las narcolanchas del hachís, como quedó patente en Barbate el pasado viernes. Una labor para la que el mercado ofrece soluciones tecnológicas muy avanzadas, como el sistema electrónico que permite inutilizar los motores de las planeadoras -y otros vehículos- a distancias de hasta 150 metros. Montado sobre un helicóptero o una patrullera, este sistema podría ser definitivo para decantar la balanza hacia las fuerzas del orden en detrimento de los narcos. El Ministerio del Interior no se ha planteado ni se plantea adquirirlos.
Lo ocurrido el pasado viernes 9 de febrero en Barbate, con el asesinato de dos agentes de la Guardia Civil tras ser embestidos por una de las narcolanchas que buscaba refugio en puerto, ha indignado profundamente al cuerpo policial. Recuerdan que llevan mucho tiempo reclamando más medios para luchar contra el narcotráfico, y que lo sucedido es en buena parte por esa falta de material. Las seis embarcaciones del Servicio Marítimo de la Guardia Civil estaban inoperativas, y una situación parecida se daba a en la flota de la Comandancia de Algeciras. Eso obligó a enviar al agua en una pequeña zódiac, tras una fatídica cadena de órdenes, a los seis agentes que la tripulaban.
Pero los guardias civiles que luchan a diario contra los narcotraficantes también destacan los problemas que tienen para perseguir a estas potentes narcolanchas en mar abierto. En los apenas 15 kilómetros que unen la costa del norte de Marruecos con la Península, y que en habitualmente son testigos de auténticas persecuciones a gran velocidad en las que los agentes se juegan la vida.
La solución por la que se ha optado siempre es intentar competir en potencia bruta con las narcolanchas, así como reforzar los cascos con aluminio y espumas compactas para protegerse de las embestidas -la táctica favorita de los narcos para dar esquinazo a los operativos Servicio Marítimo-. Pero los agentes saben que hay otros métodos eficaces para frenarlas sin jugarse el tipo.
Inutilizarlas a distancia
Uno de esos sistemas, conocido en la Guardia Civil, es el SafeStop. Un dispositivo embarcado que fabrica la firma británica de material de seguridad Teledyne e2v. En esencia, es un emisor de reducido tamaño de radiofrecuencias (RF) que es capaz de «inutiliza los vehículos, deteniéndolos de forma inmediata e involuntaria, sin causar daños colaterales», según describe el fabricante en la ficha técnica del producto.
En esencia, el dispositivo es capaz de emitir esa radiofrecuencia afectando al funcionamiento de su motor y provocando su apagado. Para ello, los motores deben tener cierto componente electrónico, como los que tienen los potentes fuerabordas que equipan las narcolanchas.
Este sistema, que puede ir embarcado en una patrullera de tamaño reducido como las que operan -o deberían, si funcionasen- en Cádiz es capaz de lanzar ese haz de radiofrecuencia a distancias de hasta 150 metros. Eso, en la práctica, otorga una ventaja inconmensurable para los agentes que persiguen a las narcolanchas. Incluso puede montarse sobre un helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil, que también se han jugado el tipo en muchas ocasiones colocando las aeronaves a decenas de centímetros del agua para bloquear la ruta de la planeadora o desestabilizarla.
«No se ha planteado»
De esa forma, el sistema podría detener una narcolancha y permitir a las fuerzas del orden dirigirse a ellas para proceder a la detención de sus tripulantes y la incautación de la droga. Evitaría, además, que la droga pueda ser lanzada por la borda, permitiendo encausar judicialmente a sus portadores.
OKDIARIO ha preguntado a fuentes del Ministerio del Interior si conocen este sistema y si en algún momento se ha planteado o se va a plantear su adquisición para la Guardia Civil. «No se ha planteado», aseguran, ni siquiera se ha propuesto su estudio como plataforma para la lucha contra el narcotráfico.