Errejón se queda sin estructura en Cataluña tras denuncias de «machismo, egos desmedidos y caciquismo»
Más País, el partido de Íñigo Errejón, se ha quedado sin estructura en Cataluña. Más de una decena de trabajadores y colaboradores del partido han decidido abandonar la formación y en su marcha critican «machismo, hostilidad, egos desmedidos y caciquismo» en el proyecto político.
Fuentes consultadas por OKDIARIO revelan que la mayor parte de las personas que trabajaban para Más País en Barcelona (la única provincia catalana donde Errejón se presentaba) se han desvinculado del proyecto. En concreto, han abandonado tres personas claves del núcleo duro: los responsables de Prensa, Redes Sociales y Organización, que han elaborado un manifiesto firmado por siete colaboradores a los que se suman hasta 15 personas que están a la expectativa de lo que puede ocurrir.
El manifiesto, firmado también por Jennifer Salmerón, candidata de Más País al Senado por Barcelona, denuncia «el trato recibido por la organización en los últimos días» y las prácticas de la vieja política que, consideran, se reproducen.
«Una vez acabada la campaña han comenzado a desatarse conspiraciones y realizarse acusaciones sin fundamento alguno. El trasfondo: que queríamos debatir de política, algo que parece pernicioso en un partido político. Ante esto, el mensaje mandado desde Madrid ha sido el de seguir colaborando en nuestros ámbitos, aceptar quién manda y tratar de limar asperezas con el tiempo, lo que se traduce en trabajar gratis y callarnos», lamentan en el comunicado que firman con nombres y apellidos.
Afean al equipo de Íñigo Errejón que «no hubo manera de tratar de atajar en persona el problema», aunque antes de lanzar el comunicado intentaron ponerse en contacto. «Ni con el encargado, ni con los responsables de Madrid ni al expresarlo en el chat de Telegram», enumeran.
«Consideramos todo lo anterior intolerable en un partido que pone en el centro los cuidados y el feminismo, que se considera progresista y moderno y animamos a que, en adelante, se implemente otro modelo de gestión de las personas para que la imagen que intentan transmitir a la sociedad se refleje también en la organización interna», concluyen.
Las fuentes consultadas explican que «los administradores del grupo de Telegram trataron de censurar, borrando insistentemente» las despedidas y las críticas. «La organización decidió cortar totalmente las vías de comunicación, no respondían y por eso la decisión de hacerlo público», subrayan.