La inacción de Sánchez triplica los hospitalizados y duplica los ingresos en UCI en sólo un mes
El mes crítico transcurrido desde las fechas navideñas es indicativo del estado desbocado de la pandemia del coronavirus en España. Con Pedro Sánchez ausente de la gestión de la crisis y las comunidades autónomas clamando por nuevas medidas de control, los datos revelan, una vez más, el tremendo impacto sobre la capacidad del sistema sanitario. Los hospitales están de nuevo al borde del colapso. Los ingresos en la UCI son más del doble con respecto a hace un mes.
El 24 de diciembre, metidos ya de lleno en la Navidad, 1.907 personas estaban en las unidades de críticos. Hoy, ya son 4.433. En cuanto a las hospitalizaciones, entonces eran 10.744. Hoy, 30.815. Con estas cifras, la capacidad hospitalaria se desborda.
El Ministerio de Sanidad ha notificado este martes 36.435 nuevos casos de coronavirus, de los que 15.660 han sido diagnosticados en las últimas 24 horas, frente a los 7.698 registrados el lunes. La cifra global de personas infectadas de Covid-19 desde el comienzo de la pandemia se sitúa en las 2.629.817, siempre según la versión del Ministerio, que infravalora, no obstante, la magnitud real de la crisis. La tasa de ocupación de camas ocupadas por coronavirus se sitúa en el 24,10% y en las UCI en el 41,27%.
Mientras, el Gobierno asiste como un espectador pasivo ante la evolución pandémica. El Ejecutivo se resiste a dotar de nuevas herramientas a las comunidades autónomas para, por ejemplo, adelantar el toque de queda o llevar a cabo confinamientos selectivos.
Salvador Illa, que este martes dejó su cartera en Sanidad para dedicarse ya por completo a su papel como candidato del PSC para el próximo 14-F, defendió su polémica gestión en su última rueda de prensa como ministro.
«Se han reconocido errores, pero también algún acierto que hemos tenido», aseveró preguntado sobre si creía que debía hacer o no autocrítica. El hasta ahora máximo responsable de la lucha contra la pandemia volvió a descartar nuevas medidas y afirmó que «vamos a superar la tercera ola siguiendo las mismas que ya veníamos aplicando».
Una inacción incomprensible atendiendo a los datos. El propio Fernando Simón, que lleva días pronosticando el «pico» de la tercera ola, admitió en su última rueda de prensa que muchos hospitales ya están «en una situación crítica» y que España tiene hoy por hoy la ocupación hospitalaria y de UCI «más alta desde que pasamos la primera ola en abril». «Hay que tratar de controlar la transmisión; que baje muy rápido para que no sufran al nivel que ya están sufriendo», destacó el epidemiólogo.
Como acostumbra, Simón volvió a descargar la responsabilidad en los ciudadanos, a los que ya culpó del aumento de contagios tras las fiestas de Navidad. «Necesitamos que la gente sea más razonable para sobrellevar esto mejor. Nuestros profesionales sanitarios están muy cerca del límite. No podemos dejar que pase lo que pasó en la primera ola de nuevo», aseveró.
Que España está en la «zona roja» lo confirma la Unión Europea. Según sus recomendaciones, nuestro país debería estar confinado, ya que las autoridades comunitarias aconsejan aislar todas las zonas que superen los 500 contagios por cada 100.000 habitantes. Además, según Bruselas, sólo se podría viajar desde ellas o hacia ellas por razones «esenciales» y con un PCR negativo.
A los datos se suma la cuestionada campaña de vacunación, marcada por la insuficiencia de las dosis, como ha admitido el propio Ministerio de Sanidad.
Pese a ello, Pedro Sánchez considera que «el estado de alarma está funcionando» y, con ello, la «estrategia» de su Gobierno, lo que cierra la posibilidad, al menos de momento, de que se produzcan cambios o se tomen nuevas medidas. La pasada semana, el presidente socialista reclamó «tiempo suficiente para evaluar la eficacia» de las que ya se han implantado.