Illa impone clases de catalán a médicos en su jornada laboral con 183.000 pacientes en lista de espera
Ha seguido al pie de la letra el plan lingüístico para los centros sanitarios que el Gobierno de ERC aprobó in extremis
Salvador Illa ha seguido al pie de la letra el plan lingüístico para los centros sanitarios que el Gobierno de ERC aprobó in extremis. La Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat impondrá en un centro de Barcelona cursos para la mejora de la competencia lingüística del catalán entre los médicos y enfermeros, impartidos durante su jornada de trabajo. De esta forma, el Gobierno de Illa destinará horas del personal sanitario a la recepción de clases de catalán, a pesar de que la comunidad registra una lista de espera de 183.000 pacientes.
Justo antes de la llegada de Salvador Illa al Palau de la Generalitat, el entonces president, Pere Aragonès, aprobaba la creación de un programa para blindar el uso del catalán en la Sanidad antes de la llegada de Salvador Illa. El objetivo era «conseguir la plena capacitación lingüística de los profesionales y que los usuarios del sistema sanitario público puedan ser atendidos oralmente y por escrito en catalán, y también en el resto de lenguas oficiales en Cataluña, y vean así garantizados sus derechos lingüísticos».
De esta forma, la Generalitat pretendía garantizar el cumplimiento de las cien medidas para impulsar el catalán. Aprobadas en noviembre de 2022, una de ellas preveía la organización de cursos de catalán para los profesionales sanitarios para incrementar su conocimiento y uso. En febrero de 2024, la Generalitat presentó el programa Prescribe el Catalán. Se trata de cursos de formación en lengua catalana a los que los sanitarios podrán acceder de forma gratuita y en horario laboral hasta noviembre de 2024.
Sin embargo, ha sido con la llegada de Illa cuando estas medidas han comenzado a materializarse. El Centro de Atención Primaria Cerdeña, ubicado en Barcelona, apoyado por el consejero de Política Lingüística de Illa, Xavier Vila, ha presentado su plan lingüístico para mejorar el conocimiento y uso del catalán entre los profesionales del centro. Entre las medidas suscritas, se incluyen «la organización de cursos por la mejora de la competencia lingüística del catalán entre los profesionales del Centro, impartidos durante la jornada de trabajo».
Así, los profesionales sanitarios dedicarán tiempo a aprender catalán, a pesar de que un total de 183.394 pacientes están en lista de espera en Cataluña, con un tiempo medio de espera para una operación de 138 días, diez más que la media de España, y muy lejos de los 63 días que los pacientes deben esperar en el País Vasco o los 51 de la Comunidad de Madrid.
Illa y el catalán
El catalán es una de las piedras angulares del acuerdo entre Pedro Sánchez y ERC. Por este motivo, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, ha lanzado un plan lingüístico que incluye entre sus puntos un aumento del control y de las inspecciones a comercios y empresas que no rotulen u ofrezcan sus servicios en catalán. Una medida «necesaria» para el Ejecutivo de Illa, que asegura que los catalanes «pueden dejar de usarlo» si desde las organizaciones privadas no se»normaliza».
Salvador Illa culpa al régimen de oficialidad vigente, a los movimientos migratorios y a la extensión del inglés, de la pérdida lingüística en la región. «En este contexto, no puede perderse de vista que el catalán mide sus fuerzas con dos de las lenguas más importantes del mundo contemporáneo, como son el castellano y el inglés, lo que incrementa exponencialmente el peso de las presiones que experimenta», apunta el informe sobre el uso del catalán que el Gobierno socialista ha encargado para justificar su hoja de ruta. Por este motivo, Illa plantea «una intervención ambiciosa» liderada por los poderes públicos, que incluye medidas como el impulso del catalán en las aulas y en las administraciones públicas.
Pero no sólo eso. El Gobierno de la Generalitat también quiere involucrar al sector privado, endureciendo las inspecciones lingüísticas. «Es necesario garantizar activamente el cumplimiento de la legislación en materia de derechos lingüísticos, especialmente en la empresa y en el comercio, como por ejemplo la rotulación, etiquetado, atención al público, oferta de servicios», recoge el plan de acción elaborado por Illa. Para ello, dotará a los organismos encargados de velar por este cumplimiento del personal y los recursos necesarios, incrementando así los controles a las organizaciones privadas en materia lingüística.