La hija de la asesina de Gabriel cayó de un 7º piso con 4 años pese a que había ventana y contraventana
El marido de la asesina de Gabriel Cruz encontró muerta a la primera hija con las ventanas abiertas del 7º piso y a las 7:30 horas de la mañana.
El atestado de la muerte, que reproduce en exclusiva OKDIARIO, describe la escena que se encontró el marido de Ana Julia Quezada en Burgos hace 25 años.
“Personados en el número 41 de la calle Casa de la Vega [Burgos] se pudo comprobar que en el interior del patio de luces de la referida vivienda se encontraba muerta en posición decúbito supino y con los brazos y piernas flexionadas y abiertas el cuerpo de una niña como de unos 4 ó 5 años que vestía pijama color blanco con rayas color rosa”.
El cuerpo de la niña se encontraba “situado como a unos 3 metros de la pared y próximo al cadáver un muñeco de peluche de color azul, de los llamados ciempiés, observando cómo la ventana del piso séptimo se encontraba abierta”.
El marido no tardó en reaccionar: «Acto seguido y puestos en contacto con el padre de la finada que se encontraba en el piso primero del inmueble éste manifiesta. Que sobre las siete 30 horas del día de hoy y cuando se ha levantado se ha asomado a la habitación de las mismas comprobando que la mayor no se encontraba en la cama, por lo que se ha dirigido a la habitación contigua, que es la destinada al cuarto de recreo de las niñas, observando que la ventana, que es de doble hoja y que da acceso al patio interior de la vivienda, se encontraba abierta y junto a la ventana que está situada del suelo a unos 90 cm junto a la pared, una mesita de unos 40 cm de altura de color blanco por la que se asomó viendo como su hija se encontraba tendida en el suelo del patio”.
El padre “rápidamente bajo al primer piso y concretamente a la letra D, que da acceso al patio, piso que se encuentra deshabitado por lo que rompió la puerta de la vivienda en presencia del personal de la Cruz Roja, accediendo al patio donde pudieron comprobar que la niña se encontraba muerta”.
Todo ocurrió el 10 de marzo de 1996, cuando la primera hija de Ana Julia Quezada, de nombre Ana se precipitó por la ventana desde un séptimo piso del edificio donde residía en Burgos. Los agentes no llegaron a tomar declaración a la madre por sufrir «una fuerte excitación nerviosa».
El marido se había convertido en padre adoptivo de la niña y manifestó que tres semanas antes Ana Julia se la encontró desvanecida cuando fue a despertarla para ir al colegio y que tuvo que ser trasladada urgentemente al hospital, quedando ingresada en aquel momento sin detectar nada extraño en la salud de la menor.
Un funcionario de la Policía Científica se personó en el lugar de los hechos para investigar lo ocurrido pese a lo que los agentes no pudieron certificar la hora a la que se pudo acostar la niña y la madre porque no llegaron a tomar declaración a Ana Julia.