Los grandes servicios de inteligencia trasladan su preocupación por el ataque político a la directora del CNI

Paz Esteban, directora del CNI
Paz Esteban, directora del CNI
Carlos Cuesta

El ataque político a la directora del CNI, Paz Esteban, no ha pasado desapercibido a los grandes servicios de inteligencia internacionales. Desde Estados Unidos, Reino Unido e Israel no han tardado en llegar mensajes de preocupación, por lo que consideran de forma generalizada como un ataque político a la actual responsable de la Inteligencia española y una puerta abierta a la entrada del comunismo en los servicios españoles. Los mensajes no han tardado en llegar. Mensajes extraoficiales y muchas veces en forma de comentarios de agentes. Pero las consultas han llegado y la preocupación, exactamente igual.

Fuentes internas conocedoras de los movimientos de los servicios de inteligencia han confirmado a OKDIARIO que desde “Estados Unidos, Reino Unido, Israel o Italia no ha tardado en mostrarse la preocupación por la polémica generada en torno al CNI”, señala una de esas fuentes. Los servicios de inteligencia internacionales “valoran positivamente la labor desarrollada por la actual directora, Paz Esteban” y “no pueden entender que se deje vendida a una persona altamente cualificada por hacer lo que debía hacer y lo que hacen todos los países en defensa de sus instituciones y su legalidad”, añaden.

Fuentes relacionadas con los servicios de inteligencia en España destacan que es “muy complicado” explicar lo ocurrido a agentes de otros países. “Todo el mundo conoce movimientos de los separatistas en el exterior y sus más que probables conexiones con Rusia, por poner un ejemplo”. La frase de una estas fuentes alude, entre otras cosas, a los contactos mantenidos por personas del entorno más cercano de Carles Puigdemont con Rusia y de los informes que siempre han probado la asistencia desestabilizadora de servidores rusos al golpe separatista del 1-O.

Pero es más, en el CNI son pocos los que olvidan el problema generado por el intento de entrada de Pablo Iglesias y cómo la actual directora tuvo que lidiar con ello para devolver la credibilidad a los servicios de inteligencia españoles. Y es que la presencia de Podemos en el Gobierno de España generó desde el primer momento consecuencias apreciables en materia de problemas de colaboración de los servicios de inteligencia internacionales. Apreciables y muy sensibles.

Fuentes internas conocedoras del trabajo diario del CNI confirmaron a OKDIARIO el pasado año que era “evidente” la restricción de información puesta a disposición de España por parte de algunos de los principales servicios de espionaje de las grandes potencias. Entre ellos, los hasta ahora mayores colaboradores en la lucha antiterrorista: el servicio de inteligencia de Estados Unidos, el de Reino Unido y el de Israel. Algunos de los mismos que ahora vuelven a mostrar su preocupación por ver al CNI, un servicio secreto, en boca de todos, en tela de juicio y de ataque político, algo que temen “que le reste capacidad operativa» y le genere una intromisión en el control de partidos que no despiertan credibilidad.

Los mensajes desde estos servicios de inteligencia han consultado por la entrada de Bildu, ERC, CUP o Junts en la Comisión de Control de Secretos Oficiales; han solicitado información sobre la continuidad de los trabajos iniciados en época de Paz Esteban; y han reclamado datos sobre la continuidad de Esteban y sobre posibles sustitutos. Y es que una de sus grandes preocupaciones pasa por el hecho de que se le corte la cabeza a la actual directora del CNI y se pacte un nuevo director con los actuales aliados comunistas, separatistas y proetarras del Gobierno de Pedro Sánchez.
Porque lo cierto es que la cacería política contra Paz Esteban ha generado inquietud entre los aliados naturales de España: los de las democracias occidentales.

Inteligencia

Ya el año pasado, una fuente interna conocedora de la labor de Inteligencia en España reconoció a este diario que «evidentemente» no existió una “comunicación ni oficial ni oficiosa para advertir del recorte de envío o de la restricción de la coordinación habitual en operaciones de gran relevancia nacionales o internacionales”, pero que lo cierto fue que “en el trabajo diario” se observó que “la remisión de datos y la petición de colaboración” no era «la misma que en el pasado». Esa misma fuente afirmó que «la causa es obvia: la desconfianza que genera la presencia en el Gobierno e incluso la influencia en el CNI de un partido con claros vínculos con determinados regímenes dictatoriales y ligados a delitos perseguidos internacionalmente». Un partido llamado «Podemos». Y ahora, esa órbita de influencia se amplía a separatistas y proetarras.

«Es normal que países que han cuidado siempre sus servicios de inteligencia no quieran trasladar información sensible sobre determinadas operaciones a un país como España gobernado en estos momentos, al menos en una parte, por personas que han entrado en contacto directo con mandatarios que pueden estar siendo investigados dentro de las labores habituales de esos mismos servicios de inteligencia», explicó entonces esa fuente en alusión a Podemos. Paz Esteban llevó a cabo una labor de recuperación de confianza. Y ahora es ella la atacada por Podemos, ERC, Bildu, Junts y la CUP.

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