Ataque de Irán a Israel

El Gobierno de Sánchez ha exportado a Irán 2,6 millones en material que puede usar para fines militares

Así consta en los datos oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio tras la llegada del líder socialista al poder

Estas exportaciones de material de doble uso se realizaron desde España al sector público y privado iraní

Sánchez Irán
Pedro Sánchez y Ebrahim Raisi.
Segundo Sanz

España ha realizado con la autorización del Gobierno de Pedro Sánchez exportaciones de material de doble uso a Irán por importe de más de 2,6 millones de euros desde que el líder del PSOE aterrizara en la Moncloa. Así consta en los datos oficiales recogidos y publicados por la Secretaría de Estado de Comercio tras la llegada del político socialista al poder.

En concreto, según los datos oficiales de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa que dirige Carlos Cuerpo, las exportaciones de material de doble uso al sector público y privado de Irán alcanzaron en 2019 los 1.242.188 euros. En 2020 el importe ascendió a 342.415 euros; en 2021 a 634.825 euros; en 2022 a 210.681 euros; y en 2023 a 205.318 euros. De esta manera, en los últimos cinco años la suma de exportaciones llegó hasta los 2.635.427 euros.

Se entiende por «doble uso» aquellos productos, incluidos el soporte lógico (software) y la tecnología, que puedan destinarse a usos tanto civiles como militares o usos nucleares. En 2019 esas exportaciones de empresas españolas a Irán por 1,2 millones incluyeron «repuestos de válvulas para los sectores del petróleo, petroquímico y del gas, así como liofilizadores esterilizables para el sector farmacéutico», según informó la Secretaría de Estado de Comercio del Gobierno de Sánchez.

En 2020 los 342.415 euros exportados a Irán se materializaron en «sustancias químicas para las industrias petroquímica y farmacéutica y el sector de investigación en universidad, repuestos de válvulas para la industria petroquímica y el sector del petróleo y repuestos de liofilizadores esterilizables para la industria farmacéutica». El informe de Comercio de aquel año sobre material de defensa y de doble uso ya daba cuenta de la «incertidumbre» que había a nivel internacional sobre el «acuerdo nuclear de Irán».

Una cuestión que también aparece en último informe anual de Seguridad Nacional. «En el ámbito nuclear -dice el documento, las negociaciones para la vuelta al cumplimiento del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), están estancadas y el mayor riesgo que esto acarrea es el incremento de las capacidades tecnológicas nucleares de Irán, como subrayan los sucesivos informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), así como la acumulación de materiales nucleares en cantidades muy cercanas a las necesarias para fabricar un dispositivo explosivo».

Asimismo, en el ejercicio de 2021, las exportaciones españolas de material de doble uso al país de los ayatolás consistieron de nuevo en «un liofilizador esterilizable para la industria farmacéutica» y en «repuestos de válvulas para la industria petroquímica y el sector del petróleo», señaló el Ejecutivo de Sánchez.

En 2022 se procedió a la exportación de más «repuestos de válvulas para la industria petroquímica», y en el primer trimestre del pasado año (último dato disponible), el Gobierno español hace referencia a la venta de material de doble uso relacionado con la categoría de «tratamiento de los materiales», esto es, «rodamientos, crisoles, máquinas-herramienta, prensas isostáticas, instrumentos de medida de desplazamiento lineal y angular, robots, simuladores de movimientos o mesas de velocidad y centros de mecanizado».

Según el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, Irán, Rusia y Corea del Norte presentan una «especial sensibilidad al existir un embargo sobre ellos». Lo cual significa -precisa el Ejecutivo- que sólo se puede exportar a estos destinos «algunos productos y tecnologías de doble uso que se consideran que no son susceptibles de utilización en programas de armas de destrucción masiva», siempre y cuando no estén expresamente prohibidos por el embargo.

Equidistancia de los ministros

En este contexto, la oposición ha criticado a Sánchez su tardanza en condenar el ataque de Irán con misiles y drones sobre Israel, así como la equidistancia de algunos de sus ministros, que lejos de expresar su condena, han cargado contra el Gobierno de Benjamín Netanyahu por las muertes en Gaza en el conflicto con Palestina. Estos ministros, ahora bajo las siglas de Sumar, proceden de Podemos, Izquierda Unida y sus confluencias, es decir, de la extrema izquierda que ha recibido financiación de Irán.

De ahí que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, denunciara el domingo que «hay políticos españoles que maniobran a favor de Irán». Ayuso hizo así una velada referencia a la conexión de Irán con Podemos. La teocracia de los ayatolás, a través de su televisión HispanTV, pagó durante años al entonces líder de los morados, Pablo Iglesias, ex vicepresidente segundo del Gobierno. El propio Iglesias, al hablar de esta financiación, llegó a reconocer que en la política hay que «cabalgar contradicciones». «A los iranís les interesa que se difunda en América Latina y España un mensaje de izquierdas para desestabilizar a sus adversarios, ¿lo aprovechamos o no lo aprovechamos?», admitió.

Por su parte, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, reprobó este lunes que España «juegue al solitario en política exterior», advirtiendo a Sánchez de que no puede mantenerse «equidistante entre el terror de Hamás y dictaduras como la de Irán y una democracia como es Israel». Además, Sémper denunció que el Gobierno no informe al partido mayoritario de las Cortes sobre su política exterior en Oriente Medio, al tiempo que criticó que miembros del Ejecutivo no hayan condenado taxativamente el ataque del régimen de Ebrahim Raisi. «Dos días después, el Gobierno de España, en su conjunto, no ha condenado el ataque contra Israel», enfatizó.

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