El espectacular vídeo de cómo Israel derriba un misil balístico de Irán… ¡en el espacio!
La escena muestra como un interceptor israelí alcanza a un misil balístico en la exosfera
En pleno ataque masivo de Irán, una bola de luz violeta iluminó el cielo sobre Israel esta madrugada, como muestran varios vídeos difundidos en las últimas horas. Fue causada por el derribo de un misil balístico por parte de Israel en la capa denominada exosfera. Es decir, en la última capa antes del espacio, donde el límite entre la atmósfera terrestre y el espacio exterior es difusa, y donde la densidad del aire es prácticamente nula. Es la primera vez que se capta un derribo como este en un enfrentamiento militar real. Se sospecha que Israel utilizó un misil Arrow-3, una de las pocas armas consideradas antisatélite.
En 1983, el entonces presidente estadounidense Ronald Reagan presentó a la nación lo que popularmente se ha conocido su Guerra de las Galaxias. Un término acuñado en alternativa a su verdadero nombre, la Iniciativa de Defensa Estratégica. Uno de los proyectos militares más ambiciosos de la historia, aún hoy, cuyo objetivo último era derribar misiles intercontinentales soviéticos cuando estos se encontraban en fase de vuelo por el espacio exterior. De esa manera, el misil nunca llegaría a impactar en territorio norteamericano y además se minimizarían los efectos de su explosión.
Han pasado ya 40 años de aquel momento y en Israel, esta madrugada, han podido captar una pequeña demostración práctica de aquella doctrina militar. Un vídeo difundido en redes en Israel muestra cómo un misil interceptor consigue acabar con un proyectil balístico lanzado por Irán. Uno de los 120 empleados durante la andanada masiva enviada por Teherán de madrugada, junto a 300 drones.
Algunos de los misiles balísticos que tiene en servicio Irán son capaces de volar hasta la capa más externa de la atmósfera, la exosfera, para transitar desde allí hacia su objetivo y lanzarse prácticamente en picado contra él. De esa forma, al estar esta capa más allá de los 500-600 kilómetros de altitud (hasta los 10.000 km.), la capacidad para destruir el misil se complica. Sólo algunos países tienen la tecnología militar necesaria para hacerlo, e Israel ha demostrado esta madrugada que es uno de ellos.
En las imágenes puede verse cómo una gran bola de color violeta ilumina el cielo, creando una forma expansiva que desaparece de pronto. Ese es el momento en que se capta la explosión del misil balístico iraní al ser alcanzado por el interceptor iraní. Tanto el color como la forma de esa detonación vienen marcados por las peculiaridades de la composición que la atmósfera tiene a esas alturas, donde la densidad del aire es prácticamente nula. Tampoco hay sonido, porque apenas hay aire por el que las ondas se puedan transmitir, de ahí que esa gran bola sólo sea una manifestación visual.
Qué se utilizó
Aún se desconoce a ciencia cierta qué tipo de armamento usó Israel para este derribo inédito, pero sí se conoce que sistemas tiene operativos capaces de realizar algo así. La principal hipótesis que barajan los expertos es que se haya tratado de un misil Arrow-3, el interceptor antiaéreo más avanzado de Israel fabricado por IAI y la estadounidense Boeing. Es uno de los pocos misiles capaces de alcanzar la exosfera, considerándose un arma «antisatélites». Cuando llega a esta zona, el misil se desprende de una parte y se dirige a toda velocidad contra la amenaza, detonando al alcanzarla y destruyendo el misil enemigo.
También se baraja que la interceptación haya podido realizarla un misil SM-3 estadounidense, el más avanzado para este tipo de operaciones. Es el que opera desde los cuatro destructores estadounidenses con base en Rota (Cádiz), en el llamado Escudo Antimisiles.
Éxito defensivo
«Israel está preparado para defenderse de esta amenaza», advertía este sábado por la noche el portavoz de las IDF, las fuerzas de defensa israelíes, nada más constatar el lanzamiento de cientos de drones y misiles de crucero y balísticos desde Irán. Y la línea de defensa ha cumplido frente al ataque iraní. La llamada Cúpula de Hierro (Iron Dome), el sistema defensivo antimisiles de Israel, junto con sus aviones F-35 y la ayuda de la aviación de Estados Unidos, Reino Unido y Jordania, han logrado derribar «al 99%» de todos los proyectiles y aeronaves no tripuladas procedentes de Irán. Una tasa de efectividad casi plena. En total, desde suelo iraní se han lanzado 300 drones con carga explosiva, 30 misiles de crucero y 120 misiles balísticos.
En una demostración técnica de lo que en terminología militar se conoce como ataque de saturación por capas, en el que el enemigo lanza una andanada masiva de amenazas aéreas para poner a prueba la defensa aérea de un oponente, Irán ha fracasado en su ataque. El objetivo de esa táctica, explican quienes trabajan a diario con la defensa aérea de España, es saturar los sistemas de defensa aéreos con cientos de objetivos a derribar, provocando que una parte de ellos consiga superar esa malla de protección y alcanzar su objetivo. En el caso de Israel, su defensa no ha caído: el 99% de los objetivos aéreos han sido derribados de antemano. Israel lo ha calificado de «éxito», y fuentes militares consultadas por OKDIARIO así lo certifican, señalando el gran nivel de efectividad mostrado por las defensas antiaéreas israelíes.