Venta de armas

El Gobierno ‘pacifista’ de Sánchez e Iglesias vendió armas por 200 millones a países acusados de torturas

Gobierno armas
Desfile militar en Turkmenistán, uno de los países a los que el Gobierno de coalición ha autorizado la venta de material de defensa.

En los seis primeros meses del Gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, España autorizó ventas por un valor cercano a los 300 millones de euros a una lista de países sobre los que pesan denuncias por lesiones a los derechos humanos, detenciones de opositores y periodistas o uso de la fuerza contra población civil. Además de Arabia Saudí, a la que Podemos exigió vetar la venta de armamento y en sus 6 primeros meses de Gobierno ha recibido 98 millones en armas y munición, la lista de compradores bajo sospecha internacional se extiende a Omán, Emiratos Árabes Unidos, Kazajistán, Uzbekistán o Turkmenistán.

Desde su llegada a las instituciones, Podemos ha insistido en vetar cualquier venta de armas a países bajo sospecha por no respetar los derechos humanos. Especialmente crítico ha sido con los negocios de la industria armamentística española con Arabia Saudí, enemiga de Irán.

De hecho, el grupo parlamentario de Unidas Podemos ha anunciado que va a presentar una moción para instar al Gobierno -en el que participa- a que siga los pasos de Alemania, Italia o Dinamarca y congele la venta de armas a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes.

Sin embargo, como ha recogido OKDIARIO, en los seis primeros meses del Gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, las licencias de exportación hacia la monarquía del Golfo ascendieron a un total de 98 millones de euros. Los datos provienen del informe de exportaciones de armamento que elabora la Subdirección General de Comercio Internacional de Material de Defensa y Doble Uso. Pero las ventas no se se quedaron ahí.

Esta es la lista de países acusados de delitos contra los derechos humanos a los que el Ejecutivo de Sánchez e Iglesias ha autorizado la venta de armamento, fusiles, munición y explosivos:

Emiratos Árabes Unidos 

Sobre la monarquía del Golfo pesan multitud de denuncias relacionadas con los derechos humanos o civiles. Según diversas denuncias de ONGs, el régimen emiratí persigue la libertad de expresión en internet y se persigue a los opositores. Mantiene en vigor la pena de muerte. En el primer semestre de 2020, el Gobierno de coalición aprobó 14 licencias de exportación de categoría 1 y 3 por valor de 22,5 millones de euros. Corresponden a armas automáticas de calibre inferior a 12,7 milímetros, repuestos y munición.

Omán

Esta otra monarquía absolutistas del Golfo Pérsico, en la que el sultán es la figura dominante en todo el Estado, también es objetivo de multitud de denuncias por trasgredir los derechos humanos. Están afectadas la libertad de expresión y asociación, la ley permite suspender periódicos y publicaciones, se enjuicia a periodistas y continúa vigente la pena de muerte. No ha firmado ni aplica la mayoría de los tratados internacionales sobre derechos humanos. El Gobierno de Sánchez e Iglesias ha autorizado en 2020 un total de 11 licencias de exportación de armamento por valor de 143 millones de euros. De ellos, 3,7 millones en concepto de munición y granadas, 47,2 millones en «carros y otros vehículos militares armados y vehículos militares equipados con soportes para armas o equipos para el sembrado de minas», 29,7 millones en aeronaves ligeras y drones, y 62,2 en «equipos electrónicos de contramedidas».

Kazajistán

Esta ex república soviética lleva 30 años gobernada por el mismo hombre, el presidente Nursultán Nazarbáyev. Está en el foco de multitud de ONGs que acusan al gobierno kazajo de no respetar los derechos y libertades fundamentales. Según el último informe monográfico de Amnistía Internacional, el país considera delito militar en una organización -laboral, social o de cualquier tipo- que no esté convenientemente registrada. Se denuncian casos de tortura en los centros de detención, se han registrado ataques contra periodistas y algunos han sido encarcelados. El Gobierno de Sánchez e Iglesias autorizó una licencia de exportación por 30 millones de  euros por la categoría 10 de armamento: aeronaves ligeras y drones.

Uzbekistán

Otra ex república soviética dirigida por Shavkat Mirziyoyev desde 2016. Llegó al poder en unas elecciones que los observadores internacionales se negaron a refrendar por la coacción a medios de comunicación y las sospechas de pucherazo. Se han denunciado detenciones y torturas a periodistas, se ha condenado a médicos y profesores a trabajar forzosamente en campos de algodón y las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son delito. España aprobó en el primer semestre de 2020 una licencia de 292.869 euros para material relacionado con aeronaves ligeras o drones.

Turkmenistán

Considerado uno de los países más opacos y aislados del mundo. Está gobernado por Gurbanguly Berdymukhamedow, un excéntrico dictador que obliga al país a rendirle culto a su figura y que controla férreamente todos los aspectos de la vida social. Según la denuncia de Human Rights Watch, Turkemnistán «castiga brutalmente a toda forma no autorizada de expresión política o religiosa». Los principios espirituales del país están plasmados en un libro que él mismo escribió y que es asignatura obligada en las escuelas. En 2002 decidió cambiar los nombres de los meses del año: abril, por ejemplo, lleva ahora el nombre de su propia madre. España autorizó en los primeros seis meses de 2020 un total de 2 licencias de exportación de armas de categoría 3 (munición y granadas) por valor de 1,4 millones de euros.

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