El Gobierno condena la represión del dictador en Ortega en Nicaragua
La ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha condenado este viernes la violencia desencadenada en Nicaragua a raíz de las manifestaciones contra el régimen tiránico de Daniel Ortega que comenzaron el 18 de abril, ha pedido que se investiguen todas las muertes ocurridas desde entonces —cerca de 300— y ha llamado al diálogo nacional.
Al inicio de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha señalado que el Gobierno «condena todos los graves sucesos» y ha pedido que se respeten todos los derechos de reunión, manifestación y libertad de expresión.
Para poner en marcha el diálogo, Celaá ha señalado que España apoya muy positivamente la declaración especial del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y la voluntad de su Secretaría de apoyar el diálogo nacional.
La protestas comenzaron en abril por una reforma de la seguridad social que aumentaba las contribuciones de empresarios y trabajadores y por primera vez ponía a cotizar a los jubilados, pero poco a poco aumentaron hasta reclamar un vuelco político.
Ortega retiró la polémica reforma y ofreció un diálogo con la mediación de la Conferencia Episcopal que después de varias sesiones se ha estancado porque el dictador se niega a abandonar el cargo para dar paso a unas elecciones anticipadas.
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado varias resoluciones de condena de la violencia en Nicaragua, la última de ellas el miércoles, en la que pide a Ortega «que considere todas las opciones» para superar la crisis, incluido «un calendario electoral acordado conjuntamente en el contexto del diálogo nacional».