Francis Franco: «Pedro Sánchez pasará a la historia como un profanador, si es que pasa»

Francis Franco Martínez-Bordiú, nieto del dictador Franco, ha coincidido hoy con Pablo Iglesias al considerar que la exhumación de su abuelo ha sido un acto electoralista del PSOE y «una cortina de humo para tapar los problemas tremendos que tenemos hoy», como el golpe de Estado de Cataluña, la desaceleración económica que comienza a pasar factura al empleo y la quiebra del sistema de pensiones.

Francis Franco ha sentenciado que el presidente Pedro Sánchez «pasará a la historia como un profanador, si es que pasa», ya que el único logro que puede vender de su gestión es haber «sacado los restos de mi abuelo del Valle de los Caídos».

En una entrevista concedida a La Sexta Noche, Francis Franco ha reivindicado la figura de su abuelo exhibiendo una foto de la madrileña Puerta de Alcalá decorada en 1936, tras el estallido de la Guerra Civil, con los gigantescos retratos de Stalin, Molotov y Vorochilov (creador de la Cheka, antecedente del KGB).

«Si mi abuelo no se hubiera alzado en armas», ha señalado al respecto, «España hubiera sido un satélite de Rusia. Y si Stalin hizo lo que hizo con su pueblo, qué no hubiera hecho con nosotros. De hecho, comenzó a hacerlo durante la Guerra Civil».

El nieto del dictador ha reconocido que se produjeron «momentos de mucha tensión» durante la exhumación de su abuelo del Valle de los Caídos y la posterior reinhumación en el cementerio de Mingorrubio, en El Pardo.

Según su testimonio, el Gobierno de Pedro Sánchez sólo aceptó dos de las peticiones que había hecho los herederos de Franco: que sus familiares pudieran portar el féretro a hombros, a la salida de la Basílica del Valle de los Caídos, y que pudieran depositar una bandera española junto a sus restos en la nueva sepultura de El Pardo, siempre que no hubiera prensa delante. Las negociaciones se desarrollaron entre el subsecretario del Ministerio de Presidencia, Félix Bolaños, y el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina.

«A nosotros nos hubiera gustado que fuera un acto íntimo, pero si iban a convertirlo en un circo, que fuera para todo el mundo», ha dicho para criticar que el Gobierno diera a TVE la señal de televisión en exclusiva porque «lo querían controlar todo».

Al respecto, ha relatado los estrictos controles a los que fueron sometidos todos los miembros de la familia Franco: «Al llegar al Valle de los Caídos nos requisaron los teléfonos móviles y todos los objetos metálicos para pasar por un arco detector de metales. En cambio ningún miembro del Gobierno tuvo que pasar por el escáner».

«La exhumación ha costado más de 150.000€»

Los teléfonos móviles quedaron precintados en bolsas de plástico, que se abrieron al salir del Valle de los Caídos, y se volvieron a precintar antes de entrar en la cripta de Mingorrubio. En cambio, como Francis Franco realizó el trayecto en helicóptero junto al féretro y la ministra Lola Delgado, sus enseres quedaron custodiados en un maletín.

«Me dieron a elegir entre llevar el maletín o la llave; elegí el maletín, porque podían existir varias llaves y no se garantizaba la intimidad», ha relatado, «antes de entrar en la cripta le dejé a un guardia civil el maletín y la bandera que había traído [para depositarla en la tumba], pero no me la devolvieron, me la revisaron».

Francis Franco ha cifrado en más de 150.000 euros el dinero público que el Gobierno de Pedro Sánchez ha gastado en la exhumación de su abuelo: «[Félix] Bolaños nos decía al principio que sólo costaría 11.000 euros. Luego el Gobierno ha dado la cifra de 63.000. Si le sumas otros 40.000 del panteón y los 600 agentes que ha desplegado durante todo el acto…»

Por otro lado, ha confirmado que la familia recurrirá la decisión del Gobierno al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). «No nos gusta acudir a un tribunal extranjero para que enmiende la plana a los tribunales de nuestro país, pero creo que ha habido mucha connivencia», ha dicho al respecto, «no estamos de acuerdo con el lugar en el que han enterrado a mi abuelo. Detrás hay un monte de 8.000 hectáreas y es imposible evitar que algunos puedan entrar» para profanar la tumba.