Los forenses concluyeron en 2013 que la denuncia de la secuestraniños podemita a su ex por abusar del hijo era falsa
La secuestraniños podemita María Sevilla, asesora de Podemos para asuntos de protección a la infancia, denunció al padre del hijo de ambos por abusos sexuales como medio para mantener la custodia del niño.
La secuestraniños podemita fue detenida el pasado 2 de abril por la Policía cuando mantenía a sus dos hijos encerrados en una casa perdida en el campo sin escolarización ni control sanitario. El padre del niño, por fin ha podido recuperar a su hijo. Pero lo cierto es que las alertas indicaron hace mucho tiempo que el trato que se estaba dando al padre era injusto. Y es que ella, María Sevilla, asesora de Podemos para asuntos de protección de la infancia, denunció al padre por abusos sexuales del menor como medio para tener la custodia del hijo.
Sin embargo, un examen judicial entregado en el Juzgado de Instrucción número 7 de Majadahonda determinó ya en julio de 2013 que la denuncia no se sostenía; que lo que se afirmaba por parte de la madre mantenía signos claros de incoherencia y falta de credibilidad a la vista de las respuestas del propio hijo y de los controles llevados a cabo por los expertos.
Se trató de un informe psicológico forense encargado ante la gravedad de las acusaciones. Y las conclusiones apuntaban lo que más tarde se confirmó como resolución firme de la Justicia: que el examen del niño presentaba incompatibilidades serias desde el punto de vista técnico.
Los expertos señalaron que no se podía descartar una instrumentalización de la denuncia por abuso sexual
La argumentación de los expertos, de hecho, añadió una frase de especial contundencia. Y es que señalaba ya hace casi seis años que no se podía descartar una instrumentalización por parte de la madre de la denuncia de abuso sexual.
El informe, además, señalaba como argumento explicativo central que la instauración de falsas memorias de abuso sexual en menores tienen las mismas consecuencias para los niños que la propia experiencia real de haber sufrido un caso de verdadero abuso.
La Justicia acabó dando la razón al padre. Pero, si este examen acertaba ya en 2013, el padre tuvo que esperar hasta 2017 para que le confirmaran el derecho a mantener una relación normal con su hijo. Cuatro años más tarde.
Es más, tras esa resolución favorable al padre y pese a la denuncia falsa, la madre, María Sevilla, pudo marcharse a Jaén con el niño, cambiar la residencia del menor y su escolarización una vez más -hasta 2013 ya lo había hecho cuatro veces- y, gracias a un convenio de asesoría política firmado con Podemos, forzar un alejamiento del padre justificado por motivo de “relaciones profesionales con el Grupo Político Podemos”. Por todo ello, pudo incumplir la custodia definida por el juez y acabar escapando a la Justicia hasta abril de 2019. Otros dos años después.
El resumen es un periplo de seis años que ha tenido que esperar el padre hasta ver cómo detenía la Policía a la madre tras haber provocado una pérdida de ritmo escolar muy fuerte al niño y unas experiencias vitales que aún están por evaluar.
El informe pericial realizado en 2013 alertaba de que la asesora de Podemos no llevaba a su hijo al colegio de forma habitual
Hay que recordar que ese mismo informe pericial realizado en 2013 por psicólogos forenses del Tribunal Superior de Justicia de Madrid alertaba también de que la asesora de Podemos, que terminó secuestrando a sus dos hijos, no llevaba, ya por entonces, a su hijo mayor al colegio de forma habitual.
Y pese a semejantes afirmaciones de los psicólogos, la experta en protección a la infancia del partido de Pablo Iglesias ha gozado de forma preferente de la custodia del menor, frente a las peticiones del padre, hasta que el pasado 2 de abril fue detenida por secuestro.
La prueba pericial -a la que ha tenido acceso OKDIARIO y que no reproducimos por respeto al menor- no oculta la preocupación de los expertos. Se trataba de una primera advertencia seria. Seis años después, los hechos han corroborado que la situación de los dos niños no sólo no mejoró sino que fue a peor.
La ausencia de los niños del colegio comenzó siendo esporádica y, casi siempre, con una justificación basada en razones médicas. Dado que el proceso de divorcio se dilató judicialmente, por las denuncias y recursos que interponía la asesora de Podemos para no compartir la custodia, el absentismo pasó a ser habitual y sin justificación.
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