La Fiscalía imputará e inhabilitará a Trapero si el lunes respalda la desobediencia
La Fiscalía no está dispuesta a permitir que los altos mandos de los Mossos desobedezcan su orden de coordinación por debajo del Ministerio del Interior. Y si es necesario está dispuesta a actuar judicialmente contra los dos máximos responsables de este cuerpo de policía autonómica: Joaquim Forn, consejero de Interior, y Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos.
El Gobierno es consciente de este propósito y comparte al 100% la necesidad de que los mandamientos de Fiscalía tribunales se cumplan en un momento tan delicado en Cataluña como el que se vive estos días.
La orden dictada por la Fiscalía a los Mossos es muy clara. Deben ponerse a disposición del organismo de control diseñado para garantizar el orden público desde ahora y hasta la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre. Y ese organismo de control tiene como cúpula a la Secretaría de Estado de Interior y al coronel de la Guardia Civil designado para ello.
Cualquiera que dé la orden de paralizar este mandamiento de la Fiscalía tendrá que vérselas con las acciones judiciales que inste el Ministerio Público.
La primera de esas acciones y la más clara tendría que ir dirigida al mayor de los Mossos. Si Trapero mantiene la decisión de desobediencia plasmada en la rueda de prensa de Forn y refrendada por la nota pública de la jefatura de la policía autonómica —en la que se acataba la orden pero aclaraban que Trapero «no comparte la tutela y el control» del Ministerio—, y sobre todo si lo hace por escrito y de forma oficial tratando de impedir el control por parte de Interior de la policía catalana, podría acabar imputado por desobediencia.
Es más, dependiendo del criterio de la Fiscalía, podría acabar no solamente imputado sino inhabilitado por medida cautelar para garantizar que no obstaculiza el correcto desarrollo de la actuación policial.
Por el momento, el consejero catalán de Interior, Joaquim Forn, se libraría de convertirse en el objetivo principal de estas acciones de la Fiscalía. Y es que, según aclaran fuentes oficiales a OKDIARIO, “el consejero no es el destinatario directo de la orden de coordinación de los Mossos”.
Pero la cosa podría cambiar si es el propio consejero el que dicta y escribe la orden de bloqueo al mandato de la Fiscalía. Porque a partir de ese momento, él se habría convertido, de facto, en el protagonista de un posible delito de desobediencia.
Por el momento, esta va a ser la actuación que se va a seguir y que puede tener su próximo momento clave el lunes, cuando están citados los mandos de los distintos cuerpos policiales en la primera reunión de coordinación ordenada por la Fiscalía. Si Josep Lluís Trapero decidiese en esa reunión mostrar oficialmente su negativa a acatar órdenes en nombre de los Mossos, o directamente ni presentarse, podría dar lugar al inicio de las acciones judiciales.
Este sábado, después de la comparecencia de Forn, la jefatura de los Mossos ha trasladado al cuerpo policial que será un alto cargo de la Secretaría de Estado de Seguridad el que coordinará a partir de ahora la labor de las fuerzas policiales en Cataluña. Dejando claro, eso sí, que la decisión no es compartida por la dirección de la policía autonómica catalana.
Asimismo, el SAP, sindicato mayoritario de los Mossos, ha hecho público un comunicado en el que posiciona «abiertamente en favor de la institución a la que representamos». Esto es, la Generalitat que encabeza el golpe a la legalidad.