Fernández Díaz niega que Rajoy le ordenara crear ‘Kitchen’ y apunta a Soraya: «Estaba por encima mío»
El exministro del Interior, explica por qué es imposible que él escribiera los mensajes que le atribuyen sobre el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas.
30 de octubre de este mismo año. El ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz se sienta como investigado en la Audiencia Nacional. Lo interroga el juez Manuel García-Castellón, quien instruye la causa sobre el robo de documentación a Luis Bárcenas, ex tesorero del Partido Popular, el caso Kitchen. El ex ministro declara un día después de su número 2, quien lo responsabiliza directamente de ser el autor de una serie de mensajes de texto que lo sitúan como artífice de una operación policial encubierta para conseguir la citada documentación del ex tesorero. Fernández Díaz es interrogado por espacio de una hora y media. Niega que Mariano Rajoy le ordenase poner en marcha la operación y apunta a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. OKDIARIO ha tenido acceso a la grabación de ese interrogatorio.
Fernández Díaz se muestra tranquilo y contundente, explicita que responderá a su señoría y a su propio abogado, dejando claro que si por él fuera hablaría con todas las partes de lo que quisieran. Su discurso es inamovible: se enteró del caso Bárcenas por la prensa. «El caso no estaba judicializado, por eso yo no tenía ningún conocimiento, porque no tenía por qué saberlo y a mí nadie me contó nada de eso». El juez le deja claro al ex ministro que eso entra en contradicción directa con lo escuchado en esa misma sala 24 horas antes. Francisco Martínez, ex secretario de Estado, aseguró en su interrogatorio que el entonces ministro le pidió que consultara qué estaba sucediendo con Bárcenas y que él mismo, tras hacer gestiones, le puso al día. «Lo niego rotundamente. Yo no le pregunté nada. Lo niego categóricamente», asegura Fernández Díaz en su declaración, a quien el juez le consulta cuáles eran sus relaciones con los mandos de la cúpula policial, como, por ejemplo, el ex Director Adjunto de Operaciones de la Policía, Eugenio Pino. «Yo no conocía al señor Pino», dice el ex titular de Interior, salvando unas cuantas coincidencias protocolarias en las que pueden haber coincidido.
«Una profunda deslealtad hacia mí»
El juez del caso Kitchen comprende el cariz de la declaración de Fernández Díaz pasada casi media hora de la misma, así que le pregunta sin ambages: «Con la perspectiva de ahora si yo le digo que era verdad que había una operación policial tendente a busca información a lo mejor, como se dice, por algunos, para buscar bienes en el extranjero del señor Bárcenas, pero no sólo para eso. ¿Supone para usted una deslealtad o no? Que hubiera un hecho comprobado muy relacionado con el partido al que usted pertenecía, al Gobierno al que usted pertenecía o que pudiera tocarle de alguna manera. Es decir, ¿es algo que usted debería haber sabido?».
La respuesta del ex ministro no deja lugar a dudas: «Sin duda. Con la perspectiva actual. Si ese operativo se ha realizado sin yo saberlo hubiera sido una profunda deslealtad hacia mí». El juez le quita el condicional y le recuerda que es un hecho probado que hubo un operativo en torno a Luis Bárcenas, a lo que el ex ministro insiste afirmando»pues yo no la sabía».
Fernández Díaz en este punto del interrogatorio desea enfatizar un hecho: según el ex ministro si a él el presidente del Gobierno Mariano Rajoy al que menciona por ser su única autoridad jerárquica en ese momento, le menciona un operativo de esas características «sólo habría tenido dos opciones: decirle, mira no, o marcharme. El presidente era el único que podía hacerme un planteamiento de esos, pero no un colaborador, no un subordinado (en clara referencia al ex secretario de Estado Martínez). Si a mí no me lo ha dicho el presidente del Gobierno yo quiero enterarme algún día por qué se produjo eso».
El interrogatorio avanza y el ex ministro le recuerda al juez que sobre él sólo cabía esa autoridad «y la de la vicepresidenta», Soraya Sáenz de Santamaría, aclara. En cuanto a la posibilidad de que la orden llegará desde la dirección del PP Fernández Díaz es tajante: «El PP jamás me habló a mí de esto, así que sí, si se acredita que aquello se hizo fue, sí, efectivamente, una deslealtad hacia mí».
El instructor del caso Kitchen prosigue y repasa toda la esfera de poder del entonces ministro: si no recibe indicaciones de arriba, si no le cuentan nada desde la DAO ni de la Dirección General de la Policía y tampoco le cuenta nada el secretario de Estado, «resumiendo, y se lo digo con todo el respeto, usted no se enteraba de nada».
«No se enteraba de nada»
Fernández Díaz se remueve en la silla y matiza «de este operativo yo no sabía nada». El ex ministro le deja caer al juez que está cansado de leer en la prensa que no se enteraba de nada.
El juez aprovechó el resto del interrogatorio para indagar sobre la acusación realizada por el ex secretario de Estado Martínez contra Fernández Díaz señalándolo como autor de unos mensajes bastantes comprometedores y que Martínez había pretendido dar veracidad a través de notarios. Uno de ellos, siempre en relación con el operativo relacionado con el caso Kitchen, fue rotundamente desmontado por Fernández Díaz.
El mensaje decía: «(…) otra cosa es que nosotros con el volcado efectuado podamos acceder a una gran e interesante información. Te informo». El ex ministro no tiene dudas, niega haber escrito esas palabras y lo argumenta explicando que a su parecer se trata del tono empleado por un operativo policial y que en ningún caso lo escribiría un ministro del Interior, recordando al juez que en todo caso sería al contrario y sería él el informado por un inferior jerárquico. El juez de la causa de Kitchen ante esta respuesta coloca sobre la mesa las únicas posibilidades que tiene para explicar el mensaje: «O lo escribió usted o aparece su teléfono por interposición», o sea, una manipulación para señalar a Fernández Díaz.
Ahora ese teléfono, el del ex ministro, está en proceso de peritaje. Un aspecto formal llamó la atención del juez porque el propio Fernández Díaz se lo dijo. En un mensaje se puede leer «He kedado», con «K». El mensaje atribuido al ex ministro habla del contacto de un «Cecilio», apodo con el que se conoce a los agentes del CNI. Fernández Díaz dejó claro ante el juez tres conceptos: los contactos con el CNI es un asunto que trataban entre secretarios de Estado, el director del CNI los es como lo era Martínez, y él no escribe con «K» para ahorrarse una «Qu». De hecho, en un acto criticado por otros letrados, el ex ministro desoyó la recomendación de su defensa y entregó sin objeciones su teléfono para constatar que así era. La causa Kitchen continua, camino de saberse si todo aquel operativo policial con Bárcenas en el centro del mismo pudo hacerse o no a espaldas de todo un ministro del Interior, y si fue así, quién lo ordenó.