Feijóo devolverá el poder a los barones en el Comité Ejecutivo: habrá representantes de cada región
Alberto Núñez Feijóo quiere devolver el poder real del PP a los barones y de forma estable. Por ello prepara un Comité Ejecutivo en el que cada comunidad cuente con representantes de forma que el máximo órgano de gobierno del partido adopte sus decisiones de forma consensuada con todos los barones.
Las gestiones ya han empezado para llevar a cabo esta renovación del Comité Ejecutivo. Y desde la nueva dirección se han empezado a solicitar nombres de los territorios para incorpora al futuro Comité Ejecutivo. No es la primera muestra de esta línea en el nuevo PP que define el nuevo líder de la formación.
De hecho, tras la reunión de los barones que destronó a Pablo Casado y la convocatoria del Congreso Extraordinario que debe formalizar el nombramiento de Núñez Feijóo, uno de los primeros pasos consistió precisamente en crear un Comité Organizador del Congreso Extraordinario en el que cada barón territorial pudiera designar a una persona para que el control fuera pleno y plural durante la transición. Nadie ocultaba tampoco que otro de los objetivos de esa ampliación y diversificación del control era sofocar los posibles sustos que pudiera preparar el ex secretario general del partido Teodoro García Egea.
Pero de fondo latía otra idea: la de que el poder del partido debe ser compartido con los barones de la formación. Y esa idea perdurará tras la configuración del nuevo Comité Ejecutivo. Los barones han sido los protagonistas del cambio de rumbo en el PP. Y lo van a seguir siendo, por lo tanto.
Precisamente los barones fueron los que pactaron con Casado las bases de la etapa de transición en la reunión clave de Génova que auspició el inicio de la nueva etapa.Y lo hicieron con el objetivo de parar la hemorragia que afectaba al partido tras el ataque desatado por la cúpula nacional contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso.
A aquella reunión hay que recordar que no asistió Díaz Ayuso debido a que no era presidenta del partido en Madrid y la cita se convocó con ese requisito por la ya destituida cúpula. De ese modo, pese a ser presidenta de la Comunidad de Madrid, se quedó fuera de las puertas. Ahora el objetivo es que los nuevos órganos de gobierno tengan presencia de todos. Y, en especial, de los feudos que más voto aportan a la formación nacional.
En esa cita los líderes territoriales del partido acordaron que Casado continuara como presidente del PP hasta la celebración del Congreso Extraordinario, propuesto para los días 1 y 2 de abril, evitando así su dimisión inmediata y dándole una salida digna.
El Comité Ejecutivo es el órgano de gobierno y administración del partido entre congresos. Lo hay nacional y también en sus diferentes niveles territoriales. Según dicen los estatutos, «se vertebran internamente mediante la atribución de responsabilidades específicas de coordinación y gestión a todos o algunos de sus miembros, atendiendo a las necesidades políticas y materiales del Partido».
Entre sus funciones están las de ordenar, coordinar y controlar todas las actividades del Partido y adoptar las medidas necesarias para el cumplimiento de los acuerdos y directrices emanados de los Congresos y Juntas Directivas de su organización territorial; elaborar y adoptar cuantos informes y propuestas hayan de ser sometidas a su Congreso o Junta Directiva correspondiente; definir la estrategia general del partido y sus pronunciamientos políticos y programáticos y establecer las líneas maestras de la acción política de los diversos grupos institucionales, aprobar sus reglamentos y nombrar y cesar a los portavoces y cargos directivos de aquellos.
También nombran a los secretarios generales, a los vicesecretarios generales, a los coordinadores, a los secretarios, a los presidentes de los Comités de Derechos y Garantías y de los Comités Electorales, al tesorero, y aprobar las modificaciones, supresiones o refundiciones que afecten a la organización y funcionamiento interno; nombrar comisiones que gobiernen transitoriamente algunas de las organizaciones territoriales dependientes de ellas, siempre que se aprecien graves circunstancias que así lo aconsejen.