Estafa Piramidal

Ésta es Ana María, la hija falsa del Rey emérito que ha estafado 4 millones a más de 100 personas

La Guardia Civil detiene a una estafadora profesional que se hacía pasar por pariente de Juan Carlos I o de Franco para engañar a cientos de incautos por toda España con fraudes piramidales.

Hija Rey emérito
Ana María lleva 25 años estafando a cientos de personas haciéndose pasar por descendente ilegítima del rey Juan Carlos
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Si vas a estafar estafa a lo grande. Esa frase puede resumir los últimos 25 años de la vida de Ana María Bea, una mujer Navarra de 50 años que lleva detenida desde el pasado 21 de diciembre pero que acaba de saltar a la ‘popularidad’ gracias a la investigación que sobre ella llevó a cabo la Guardia Civil de Alicante y un juzgado de Torrevieja. OKDIARIO puede mostrar además las imágenes y los datos de su ficha policial que no tiene desperdicio ni por sus detalles, el modus operandi de esta profesional del engaño y las cifras mareantes del último de sus golpes. Entre sus ‘actuaciones’ figura la hacerse pasar por hija del ahora Rey emérito Juan Carlos I, y si la cosa no cuajaba por la Monarquía hacía un eslalon para convertirse en hija o nieta de Franco, según conviniese.

Esta mujer tiene en la actualidad 9 órdenes de busca de diferentes juzgados de España por delitos que viene cometiendo de forma permanente al menos desde 2018. De hecho, sorprende un enorme salto temporal en sus antecedentes porque la primera reseña aparece en 1997. ¿Qué pasó ese año? Que Ana María tenía 27 años y era una alumna aventajada de su tío Ángel, de 82 años, tuerto, sordo, con muletas y siempre con una bolsa llena de medicinas en la mano. Y es que en la estafa la puesta en escena es el 80% del engaño. Ángel se presentaba a todos como un ex militar mutilado por las heridas al servicio de España. Y con esa cantinela y un presunto conocimiento privilegiado de la Bolsa pedía fondos a diestro y siniestro para lucrarse y nunca devolver ni lo solicitado ni los beneficios que había prometido. En aquella época Ana María hizo tándem con su tío y valiéndose de la incapacidad que la colocó en una silla de ruedas, una meningitis que sufrió de niña. Con esa puesta en escena y con un cuento que ha usado hasta el pasado mes de diciembre, casi 25 años, Ana María y su tío se levantaron 30 millones de pesetas. La puntilla la daba ella diciendo que era hija del ahora Rey emérito Juan Carlos I, y si la cosa no cuajaba por la Monarquía hacía un eslalon para convertirse en hija o nieta de Franco, según conviniese.

Sin embargo, pese a ser detenida y juzgada, la mujer fue condenada sólo a 4 años de prisión y voló por debajo del radar hasta 2017. Ahí se reactiva su ficha policial que recorre Valladolid, Madrid, Gerona, Tudela, Almería, Logroño y Santa Coloma de Farnés. Ana María tiene tantas causas abiertas que ya se ha ordenado su traslado desde Alicante, donde fue detenida, a La Rioja, para responder de lo que allí dejó pendiente.

Ana María se valía de la incapacidad que le provocó una enfermedad infantil y que le obligaba a ir en silla de ruedas para ganarse la confianza de sus víctimas.

Sin embargo, si el pasado de Ana María es llamativo, su presente, los hechos por los que ahora está presa, han marcado un antes y un después en su carrera delictiva ya que en la operación ‘Oportunidad 2020’ esta mujer y su banda han estafado 4 millones de euros a más de 100 víctimas y habían conseguido blanquear casi un tercio del dinero defraudado. Lo primero que hace falta para estafar tanto dinero es aparentar que lo que precisamente te sobra es eso, dinero. Ana María se instaló en Alicante y simuló un tren de vida espectacular: grandes casas, 15 personas de servicio, coches, joyas. Todo lo necesario para ganarse la confianza de los codiciosos. ¿Cómo se lo podía permitir? Por la esencia piramidal de la estafa: usó el dinero de las primeras víctimas para pagar esos dispendios que servirán para captar a las siguientes y así sucesivamente.

Como ya aprendió Ana María en 1997, lo de decir que es hija ilegítima del Rey emérito Juan Carlos I también le ha servido en esta estafa. La mujer y 9 personas más formaban una organización criminal según la Guardia Civil que se dedicaba a buscar propiedades inmobiliarias que ofrecían a potenciales clientes por el 20% de su valor. ¿Cómo accedía ella a esas gangas? “Es lo que tiene ser pariente de la realeza”, decía de forma ufana según varias de sus víctimas. Y con esa estrategia conseguía el 20% del valor que usaba para reservar la propiedad a la inmobiliaria legítima y así tener un control temporal sobre el bien que le permitía usarla para el siguiente primo que picaba. Y así hasta reunir 4 millones de euros.

Ana María lleva 25 años estafando a cientos de personas haciéndose pasar por descendiente ilegítima del rey Juan Carlos.

Tan rápido y tan bien iba el ‘negocio’ que la banda montó un despacho de abogados con letrados reales en nómina pero cuya actividad se limitaba a colocar los beneficios ilícitos de la banda. Cuando fueron detenidos lograron blanquear 1,5 millones de euros sobre todo a través de la compra de joyas. ¿Recuerdan que Ana María tenía 15 personas de servicio? Hasta ellos picaron y acabaron pidiendo créditos para pagar las falsas gangas inmobiliarias que ofrecía su patrona, que vuelve a estar presa pero seguro que dándole vueltas a lo que hará cuando salga a la calle de nuevo

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