España pasa a ser un país títere: Marruecos remite su información decisiva antiterrorista a Francia

Sánchez destituye a la directora del CNI Paz Esteban para contentar a sus socios separatistas

Sánchez purga a Esteban como hizo con De los Cobos: fulminada tras investigar con orden judicial

Marruecos
Macron y Mohamed VI (Foto AFP)
Carlos Cuesta

La destitución por parte del Gobierno de Pedro Sánchez de la directora del CNI, Paz Esteban, tendrá consecuencias visibles. La sumisión de Sánchez a las exigencias de los comunistas, separatistas y proetarras para descabezar los servicios de inteligencia ha provocado de inmediato un movimiento defensivo de los servicios de espionaje de distintos países, entre ellos, del de Marruecos. Rabat cuenta con el respaldo de EEUU, Israel y Reino Unido, y la destitución supone una batalla ganada por quienes defienden el Frente Polisario y se enfrentan a los objetivos de Rabat.

Y eso significa que Marruecos vuelve a su esquema de prioridades experimentado ya a raíz de la entrada del líder del Polisario, Brahim Ghali, en España: Rabat centralizará su información por medio de París, dejando a España como un país títere del resto. Y entre esa información se encuentra la antiyihadista.

A sólo unas semanas de que Sánchez alardeara de su buena sintonía y “partenariado” con Marruecos, vuelven la frialdad a las relaciones internacionales con el vecino del sur. No será una frialdad declarada, pero sí operativa. Y todo ello, después de haber entregado nada menos que el Sahara a Rabat, la gran baza de presión histórica de España ante Marruecos. Rabat ya dejó sin información a España durante la crisis de Ghali. Pero Marruecos sabe que ese apagón no puede serlo a ojos de la UE, porque, entonces, sus relaciones diplomáticos con las grandes potencias europeas sufrirían un duro golpe.

Por eso, ya en aquella ocasión, el mecanismo de respuesta fue seguir dando información antiyihadista, pero a Francia. De ese modo, Europa no recibía el golpe, pero España quedaba subordinado y fuera del papel primordial de control del yihadismo. La situación ahora no será tan rotunda, pero sí afectará a los asuntos más delicados y trascendentales. Porque en ellos, el socio de referencia de Rabat vuelve a ser Francia.

El argumento es obvio: si los separatistas, proetarras y comunistas han conseguido cortar la cabeza de la directora del CNI, ¿no tendrán un papel influyente en la nueva inteligencia española?

Y, si no se fían de esos tres bloques de aliados de Pedro Sánchez, ¿se van a fiar de un organismo bajo dependencia de sus exigencias? Ninguno de los países estratégicos entiende que unos servicios de inteligencia estén siendo purgados por hacer lo que debe y con autorización judicial, tal y como había acreditado la recién fulminada Paz Esteban.

Y cuando llega la incomprensión y el escepticismo, en materia de inteligencia llega el apagón informativo. Nadie comparte información clave con países u organismos dudosos. El ataque político a la directora del CNI, Paz Esteban, no ha pasado desapercibido a los grandes servicios de inteligencia internacionales desde hace semanas. Desde Estados Unidos, Reino Unido e Israel han llegado mensajes de preocupación a lo largo de los últimos días, por lo que consideran de forma generalizada como un jaque mate político a la actual responsable de la Inteligencia española y una puerta abierta a la entrada del comunismo en los servicios españoles.

Fuentes internas conocedoras de los movimientos de los servicios de inteligencia confirmaron a OKDIARIO hace ya una semana que desde “Estados Unidos, Reino Unido, Israel o Italia no ha tardado en mostrarse la preocupación por la crisis abierta en torno al CNI”, señala una de esas fuentes. Los servicios de inteligencia internacionales “valoran positivamente la labor desarrollada por la directora destituida, Paz Esteban” y “no entienden que se haya fulminado a una persona altamente cualificada que únicamente ha hecho lo que debía dentro de la más absoluta legalidad”, añaden.

Marruecos tampoco ha olvidado la defensa de comunistas, golpistas y proetarras del Frente Polisario, ni el intento de entrada de Pablo Iglesias en la cúpula del CNI, ni cómo la directora ahora decapitada tuvo que lidiar con ello para devolver la credibilidad a los servicios de inteligencia españoles. Y es que la presencia de Podemos en el Gobierno de España generó desde el primer momento consecuencias apreciables en materia de problemas de colaboración de los servicios de inteligencia internacionales. Apreciables y muy sensibles.

Fuentes internas conocedoras del trabajo diario del CNI confirmaron a OKDIARIO el pasado año que era “evidente” la restricción de información puesta a disposición de España por parte de algunos de los principales servicios de espionaje de las grandes potencias. Entre ellos, los hasta ahora mayores colaboradores en la lucha antiterrorista: el servicio de inteligencia de Estados Unidos, el de Reino Unido y el de Israel. Algunos de los mismos que ahora vuelven a mostrar su preocupación por ver al CNI, un servicio secreto, en boca de todos, en tela de juicio y decapitado políticamente.

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