ERC prepara ya una agencia tributaria para gestionar todos los impuestos como hizo Puigdemont

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Pedro Sánchez y Carles Puigdemont.
Carlos Cuesta

ERC ha pisado el acelerador de la construcción de su hipotética república catalana desde el minuto uno. Mientras aún están frescos los indultos regalados por Pedro Sánchez a los golpistas, el presidente de la Generalitat impulsa ya el proyecto estrella de los separatistas de cara a la independencia: una agencia tributaria propia que gestione todos los impuestos, los autonómicos y los nacionales. Justo el mismo primer paso que ideó Artur Mas y fraguó Carles Puigdemont para poder financiar la ruptura con España.

Sin grandes tapujos, el nuevo Gobierno de Pere Aragonès cuenta ya con un plan para desarrollar lo que se convirtió en la primera gran pesadilla de España en el desafío golpista catalán. ERC presenta sin gran disimulo este proyecto bajo el nombre «Espacios de soberanía».

El plan ha sido ya debatido y aprobado en el partido. De hecho, se plasmó sin ningún tipo de pudor en el programa electoral de las últimas elecciones catalanas. Allí se subrayaba el propósito de «desplegar una Agencia Tributaria de Cataluña con capacidad para gestionar todos los impuestos». Según ERC, “la plena capacidad normativa, de gestión y de recaudación por parte del Gobierno catalán de todos los tributos que se generan en Cataluña es necesaria para reducir la dependencia financiera del Estado”.

Una frase difícilmente dudosa. Porque según ERC, gracias a ello, podrán “adaptar la política tributaria a la realidad económica y social de Cataluña, para garantizar la financiación del estado del bienestar y de las políticas redistributivas y para aumentar la responsabilidad de la Generalitat ante sus ciudadanos”. Pero, también, porque, según el partido que comanda la Generalitat, esa agencia tributaria es necesaria para “alcanzar la soberanía fiscal”.

Competencias desarrolladas al máximo

Desde ese mismo partido admiten sin tapujos que en los últimos cuatro años, la actual Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) ha desarrollado al máximo sus competencias, «de acuerdo con la legalidad vigente, y se ha convertido en prestadora de servicios tributarios para el conjunto de las administraciones del país. Asimismo, ha ampliado su abanico de
productos y servicios como ‘tramitadora’ o ‘gestora’ de los impuestos estatales que la Generalitat y su sector público paga a la AEAT (IRPF, IVA e impuesto de sociedades)». Pero el nuevo paso diseñado por ERC supera esa situación al límite de la «legalidad vigente».

El nuevo plan incluye las siguientes actuaciones:

– Gestión completa de todos los tributos propios y cedidos […]
– Desarrollo territorial y crecimiento del 150% de su personal[…].
– Culminación de la red Tributos de Cataluña […].
– Elaboración y ejecución de planes de prevención y lucha contra el fraude fiscal.

La Agencia Tributaria de Cataluña con capacidad para gestionar todos los tributos fue en el pasado el proyecto estrella del plan de ruptura con España. Artur Mas fue su gran impulsor. Y Carles Puigdemont su gran constructor.

Su importancia era decisiva: debía tener preparada la estructura de ingresos para poder cortar lazos con el resto de España y subsistir económicamente desde el día 1 de la hipotética independencia y creación de la república catalana tan ansiada por los separatistas.

Muchos de los esfuerzos investigadores en el proceso judicial del 1-O se centraron, de hecho, en la labor de construcción de este organismo.
Y ahora, vuelve a aparecer en la hoja de ruta de ERC. Justo cuando los indultos se encuentran aún frescos y la supuesta condición del Gobierno de Pedro Sánchez para concederlos es que los golpistas no vuelven a impulsar una ruptura nacional.

Siguientes peticiones

No se trata del único gesto en esta línea. Pedro Sánchez acaba de conceder los indultos a los golpistas del 1-O y ya tiene las siguientes peticiones de perdón judicial: ERC y Junts le han exigido lo que denominan el “segundo paso” hacia la “normalización”: frenar las actuaciones judiciales contra 3.300 CDR y radicales investigados por la Policía.

La lista de exigencias no ha hecho más que empezar. Tal y como han señalado en público los partidos separatistas, el indulto a los líderes es “el primer paso”. El segundo ya tiene nombre y apellidos: los de 3.300 personas que los separatistas consideran represaliados por defender la pretendida independencia de Cataluña, como ha publicado ya OKDIARIO. La solicitud ya ha sido cursada por ERC y Junts. El mensaje ha corrido en forma de rumor por los tribunales. Y la respuesta unánime del mundo judicial no ha podido ser más absoluta: en forma de repulsa total.

Pero al igual que la judicatura teme y deplora las presiones para frenar las causas abiertas contra 3.300 radicales y CDR por delitos relacionados con el separatismo, exactamente igual dando por hecho que las presiones vendrán desde la Fiscalía General en forma de relajación en las acusaciones. Y eso supondrá que, cuando exista una acusación particular, los procesos se podrán mantener, pero cuando no sea así, habrá causas contra los CDR y radicales que decaerán.

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