La Generalitat sigue construyendo la Hacienda catalana: abre nuevas oficinas de su Agencia Tributaria
El desafío independentista planteado por la Generalitat de Cataluña sigue imparable. Uno de los proyectos estrella de Puigdemont y el resto de los separatistas es la creación de la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) para recaudar los tributos competencia de la Generalitat, pero con un marcado carácter ‘estatal’ como el ‘ministerio’ de Asuntos Exteriores de Romeva, desautorizado por el TC. Para ello siguen adelante con la apertura de 15 oficinas, todas ellas alquiladas, en las que el Govern se gastará como máximo 550.000 € anuales.
El pasado febrero se dio el pistoletazo de salida al proyecto de ATC con la apertura de la primera oficina que daría cobertura a Barcelona, Badalona, Sant Adrià de Besós y Santa Coloma de Gramanet. El objetivo es tener listas otras 14 sedes el próximo 1 de septiembre, un mes antes de la celebración del referéndum ilegal, anunciado por Puigdemont.
Las obras, como se puede ver en la foto que acompaña a esta información, siguen imparables. En este caso se trata de la oficina de la ATC que se encuentra en el nº57 de la carretera de Sils, en la localidad de Santa Coloma de Farnés (Gerona).
El despliegue de la ATC en el conjunto de Cataluña es un paso más hacia la hacienda propia, ya que permitirá a la Generalitat ejercer plenamente las competencias tributarias en materia de recaudación ejecutiva y de gestión de los impuestos cedidos.
Tras inaugurar la primera oficina en febrero, ubicada en el barrio de Poblenou, el vicepresidente y conseller de Economía aseguró que «el despliegue será a toda máquina y de máxima eficacia».
La funciones que asumirán estas oficinas son las de recaudación ejecutiva de los contribuyentes que tengan deudas pendientes con la administración (como pueden ser sanciones de tráfico) y la gestión directa de los impuestos cedidos (transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados y sucesiones y donaciones), que ahora liquidan, además de la ATC, los registradores de la propiedad.
Las oficinas serán de alquiler y la Generalitat pagará por ellas un máximo de 550.000 euros al año, según la conselleria de Economía. Los contratos de alquiler están previstos para un período máximo de diez años, cinco de los cuales son obligatorios.
Además de esta red, la ATC también reforzará su presencia por Cataluña con doce puntos de atención y servicios tributarios, que se ubicarán en oficinas compartidas con las administraciones locales. Para dotar de recursos humanos todas estas nuevas oficinas, tanto propias como compartidas, la Generalitat prevé crear 277 nuevos puestos de trabajo.