ERC exigió hace dos semanas la excarcelación acelerada de Junqueras para apoyar los Presupuestos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sí ha respondido a las exigencias de ERC con la rebaja de la pena de sedición en el Código Penal. La petición fue trasladada en abstracto en los contactos previos a la firma del documento de apoyo a la investidura por parte de los de Oriol Junqueras. Pero esa petición fue instada, ya de forma concreta, hace dos semanas tras haber exigido el PSOE apoyo a los Presupuestos a cambio de infinidad de cesiones. El sector más duro de ERC había reclamado internamente medidas concretas en materia de indulto a los golpistas para apoyar los cuentas del Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez y el punto de encuentro fue un indulto camuflado por medio de la rebaja de las penas tipificadas: justo lo que ahora anuncia el PSOE.
No se trata, además, de una negociación nueva. La reforma del Código Penal es un punto que ha surgido de forma habitual en las conversaciones entre los representantes de ERC y los del PSOE desde hace más de un año. Y es que se trata de una mecánica que permite una rebaja retroactiva al tener que aplicarse en materia penal la norma más beneficiosa al reo.
Fuentes jurídicas conocedoras de estas negociaciones han señalado a OKDIARIO que, además, la rebaja puede ser importante. Y es que lo normal sería rebajar un grado la pena, lo que supondría llevar una condena como la de Junqueras a un escenario que podría acercarse a los seis años de prisión.
Pedro Sánchez ha aceptado esta exigencia porque sabe que no es suficiente con pasar la investidura para tener una legislatura con cierta dosis de estabilidad. E igualmente ERC sabe que necesita tiempo para poder ver realizadas las cesiones separatistas firmadas por el presidente.
Presión interna en ERC
El nivel de presión interna en ERC, además, ha ido en aumento tras aceptar la investidura de Sánchez. El sector más duro –en el que gana peso Marta Rovira– exigió expresamente hace semanas que se usase la cita legislativa de los Presupuestos para apretar las tuercas a Pedro Sánchez. Para que, una vez pasada la investidura, tuviera claro que, si quiere gobernar tranquilo, no valdrá con promesas retóricas, sino que tendrá que fijar plazos y compromisos concretos para que los presos o prófugos por el 1-O o por delitos relacionados con el separatismo y el golpismo vean su salida de las cárceles o el fin de sus procesos judiciales. Y para que el referéndum separatista avance y se confirme.
Ese sector es uno de los más duros dentro de ERC. Y en él tiene un peso claro la prófuga Marta Rovira, que ya ha dejado claro que el respaldo a Sánchez debe ser a cambio de cesiones concretas y no efímeras. Esos puntos concretos apuntan a dos materias: lo que ellos llaman “desjudicializar” el “conflicto” en Cataluña, y permitir el referéndum separatista.
Ese “desjudicializar” el “conflicto” hace alusión a que los condenados y los que lo pueden estar en el momento en el que queden bajo el radio de acción de la Justicia española, queden libres de condenas o, cuando menos, fuera de las prisiones.
Estos primeros Presupuestos son clave para Sánchez. No puede continuar con unas cuentas del Estado heredadas de Cristóbal Montoro y necesita demostrar que su Gobierno es capaz, efectivamente, de gobernar. Por la imagen y porque las exigencias de Podemos a Sánchez encierran un fuerte componente de gasto público que necesita respaldo en los Presupuestos.
Por ello, Sánchez quiere sacar adelante sus cuentas del Estado. Es por esto que ha aceptado el precio de ERC: la rebaja de las penas de sedición.