El desprecio de Sánchez a los ‘barones’: serán los últimos en opinar sobre los indultos a los golpistas
Pedro Sánchez ha bloqueado cualquier debate interno en el PSOE en torno a los indultos a los presos del procés. Pese a las críticas encendidas de algunos barones, el líder socialista ha evitado convocar un Comité Federal Extraordinario para tratar el asunto. Los dirigentes autonómicos no dispondrán así de un foro formal de debate hasta el próximo 17 de julio, fecha en que está convocada la próxima reunión del órgano de dirección socialista. Antes, Sánchez comparecerá en el Congreso e incluso, si todo marcha según lo previsto, se reunirá con Pere Aragonès. Los indultos se prevén para mañana martes o, como mucho, el 29 de este mismo mes.
El Gobierno insiste en que los indultos llegarán «a la mayor brevedad posible». Todo apunta a que será mañana. La intención del Ejecutivo es que la concesión de la medida de gracia se cierre antes de que se produzca la reunión entre el presidente Pedro Sánchez y el de la Generalitat separatista, Pere Aragonès. Y ambos acordaron que dicho encuentro se celebraría en el mes de junio.
Por otro lado, Sánchez tiene previsto acudir al Congreso de los Diputados el próximo 30 de junio para dar cuenta de las conclusiones de la última Cumbre Europea, aunque el debate principal de la sesión será, sin duda, la concesión de los indultos a los presos por el referéndum ilegal.
Hasta ahora, Sánchez sólo ha permitido el debate en la Ejecutiva del PSOE, hecha a su medida. «El partido apoya completamente esta cuestión de los indultos», aseguró José Luis Ábalos, secretario de Organización, quien afirmó que se trata de «un tema clave para la convivencia en Cataluña».
Hasta 3 semanas indultados
Sin embargo, los barones y otros dirigentes no podrán pronunciarse internamente hasta el próximo Comité Federal. Por entonces, los dirigentes separatistas ya podrían llevar hasta 3 semanas indultados.
Sánchez ha impuesto así al partido su concesión a los condenados por el Tribunal Supremo.
Ello, pese a que el propio reglamento del Comité Federal faculta a los barones a realizar una vigilancia al Ejecutivo. En concreto, los Estatutos aprobados en el 39 Congreso, que se celebró en 2017 y que devolvió a Sánchez a la Secretaría General del PSOE, establecen que la función de este órgano es «hacer seguimiento al Gobierno de la nación», como es el caso, ante un asunto de la máxima trascendencia.
El reglamento del partido indica que el Comité Federal se reúne al menos dos veces al año, de forma que la próxima cita planeada será el 17 de julio. Sin embargo, cabe la posibilidad de convocarlo también con carácter extraordinario, cuando «lo juzgue conveniente la Comisión Ejecutiva Federal o lo soliciten al menos un tercio de sus miembros».
Por otro lado, cabe recordar que Sánchez incumple el propio Código Ético del PSOE, que establece textualmente que: «Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves».
Consultar a las bases
Además, el presidente socialista se salta sus promesas a la militancia. En 2017, cuando fue elegido, prometió dotar a las bases de un mayor poder en las decisiones, asegurando que podrían tener voz en cuestiones «estratégicas» para el partido.
«Debemos evitar cualquier involución hacia un modelo organizativo para el PSOE más propio de los partidos de notables y de lealtades clientelares que de las organizaciones socialdemócratas que valoran las deliberaciones y en las que la militancia participa directamente en la elección directa de sus dirigentes y candidatos, y en la toma de decisiones de trascendencia. Defendemos un modelo que responda a la tradición democrática de aquel PSOE de Pablo Iglesias que consultaba a la militancia las grandes decisiones», proclamaban las resoluciones de aquel 39 Congreso Federal.
Se defendía que el PSOE debía avanzar hacia «una cultura democrática de más calidad» y «una organización más abierta a la participación ciudadana». Y se enfatizaba que «la militancia debe ser considerada como la columna vertebral del partido».
«Son los actores principales del partido, en base a una nueva concepción de su papel como artífices de los nombramientos de los cargos internos, siendo consultados en las grandes decisiones estratégicas que adopte el partido. La militancia socialista es la que hace que el PSOE se parezca a España, y en consecuencia es el mejor canal para que lleguen al partido las principales demandas y propuestas ciudadanas», se puede leer en aquellos documentos.
Varios dirigentes autonómicos han mostrado sus críticas a los indultos a los presos. Sin embargo, algunos empiezan a dar pasos atrás. El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se llevó el pasado martes un sonoro abucheo tras asegurar que puede «llegar a entender que se intente hacer un esfuerzo para que eso nunca más tenga que volver a suceder», en referencia al procés catalán.