Las denuncias ‘fake’ sobre daños de las vacunas que admite Sanidad se castigan en EEUU con prisión

Sanidad drogas
La ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Carlos Cuesta

Sanidad no mantiene ningún control sobre la identidad real o falsa de las notificaciones de las supuestas “reacciones adversas” de las vacunas en España. OKDIARIO ha comprobado y publicado como el sistema informático del Ministerio de Sanidad permite registrar y hasta obtener un certificado de la notificación de supuestos daños producidos por las vacunas contra el Covid sin efectuar ni el más mínimo control de la veracidad de la identidad del denunciante. El contraste con otros países es obvio: Las denuncias fake sobre daños de las vacunas Covid que admite Sanidad son castigadas en EEUU con prisión.

OKDIARIO ha probado la vulnerabilidad del sistema español de recopilación de las denuncias por supuestas reacciones adversas de las vacunas contra el Covid. Este diario registró un nombre falso, dirección falsa, mail falso y hasta edades, estaturas y pesos difícilmente verosímiles. Pese a todo ello, el diario ha registrado una denuncia por haberse generado una situación de “peligro para la vida” por los supuestos efectos adversos de las vacunas contra el coronavirus y el sistema ha asignado, efectivamente, un número oficial a la denuncia. El perfil usado por OKDIARIO en esta prueba no podía ser más sospechoso: el firmante se llamaba Spiderman, de apellidos Batman, Ironman, con una edad de 110 años, una estatura de 110 cm y un peso de 150 kg. Es más, el daño producido había puesto en peligro la vida del paciente y, según la denuncia de reacción adversa por la vacuna del Covid, el afectado no se ha recuperado aún, por lo que, en teoría, el peligro para la vida notificado, continúa.

Y, pese a todo ello, la notificación ha logrado un número de referencia oficial: la NR56166, quedando registrada en el sistema y pudiendo, por lo tanto, ser usada para influir en la decisión de los ciudadanos de vacunarse o no.

Advertencia clara

Pues bien, el sistema de EEUU empleado en la captación de denuncias es sensiblemente más severo. El sistema es el denominado ‘VAERS’, un esquema “de vigilancia pasivo, lo que significa que depende de las personas para enviar informes de sus experiencias. Cualquiera puede enviar un informe a VAERS, incluyendo padres y pacientes”. Pero con una advertencia inmediata: “Debe saberse que presentar un reporte falso de VAERS es una violación de la Ley Federal (18 Código de EE.UU. § 1001) penada con multa y prisión”.

VAERS señala que “por ley, los proveedores de salud deben informar  de cualquier evento adverso incluido en la Lista de VAERS de Eventos Reportables Después de la Vacunación que ocurra dentro del período de tiempo especificado”. También deben alertar de «un episodio adverso identificado por el fabricante de la vacuna como una contraindicación para dosis adicionales de la vacuna”. Pero deben hacerlo los proveedores para poder ser comprobada la veracidad de la denuncia.

Es más, “se recomienda encarecidamente a los proveedores de salud que informen a VAERS de “cualquier evento adverso que ocurra después de la administración de una vacuna autorizada en los Estados Unidos, ya sea que es evidente o no que una vacuna causó el evento adverso” y de “errores de vacunación”. También “los fabricantes de vacunas deben informar a VAERS sobre todos los eventos adversos que sean de su conocimiento”.

Es cierto que “cualquiera puede enviar un informe a VAERS, incluyendo padres y pacientes”. Pero toda la documentación incorpora la advertencia de que , si tras una comprobación, se confirma que se trata de un “reporte falso”, será considerado como “una violación de la Ley Federal (18 Código de EE.UU. § 1001) penada con multa y prisión”.

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