El debate de Atresmedia aumenta el tono bronco de la campaña a 5 días para el 28-A
Ninguno de los candidatos se reprimió a la hora de alzar la voz. No faltaron ni portadas de diarios, ni libros, ni fotos ni las chuletas.
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![Joan Guirado](https://okdiario.com/img/2023/08/03/foto-noticia-joan-.jpg)
El debate de Atresmedia ha evidenciado que ayer empezó realmente la campaña electoral. No faltaron ni portadas de diarios, ni libros, ni fotos ni las chuletas como las que utilizó un Pedro Sánchez bajo sospecha por su tesis fake. El ‘second round’ hizo saltar chispas en el estudio principal de la cadena de San Sebastián de los Reyes, que cuidó hasta el último detalle un debate bien preparado por Santiago González y Cesar González Antón y moderado por Vicente Vallés y Ana Pastor. Esta pasada noche nadie se reprimió a la hora de alzar la voz y el tono bronco del directo se trasladó también con indiferencia a las pausas publicitarias del debate.
Los cuatro candidatos ni se miraron durante los ocho minutos de cortes. Al final, entre abrazos y celebraciones, Pablo Iglesias y la esposa de Pablo Casado, Isabel Torres, protagonizaron el único momento ‘fair play’ cuando el líder de Podemos le enseñó la foto de sus gemelos que nacieron antes de hora como el hijo pequeño de Casado y Torres. Sus asesores, uno por cada invitado, entraron nada más dejar el directo y fueron directamente a buscar a sus presidenciables. El jefe de gabinete de La Moncloa, Iván Redondo, fue el elegido para asesorar a Sánchez, el secretario general del PP ,Teodoro García Egea, el de Pablo Casado, la diputada Noelia Vera la de Pablo Iglesias y el secretario de Comunicación de Ciudadanos, Fernando de Páramo, el de Albert Rivera.
Durante la primera pausa, Sánchez es al que se le ha vio más relajado, caminando de punta a punta del plató junto a Redondo, ambos con una gran sonrisa pese al triste papel del presidente durante la emisión. Casado no se movió del atril y mientras le repasaban maquillaje, escuchaba las indicaciones de García Egea que le escribía notas en un folio y le dejaba portadas de diarios para reprender a Sánchez mientras se llevaba los libros que tenía sobre la mesa. Iglesias recibió a la diputada Noelia Vera, con la que estuvieron un rato consultando el teléfono móvil de esta y consultando datos. La mayor tensión se veía en los rostros de Albert Rivera y su asesor, Fernando de Páramo, que prácticamente no se movieron ni un milímetro mientras hablaban sin tomar notas.
Actitudes bien diferentes se observaron durante el segundo corte publicitario, con un Rivera y un De Parámo mucho más relajados, ya sonriendo y haciendo broma mientras Sánchez se concentraba en su minuto de oro tras recibir un golpe en el pecho por parte de Redondo. Vera llamaba por teléfono dejando solo a Pablo Iglesias escribiendo notas y Casado y García Egea hablaban distendidamente.
El resto de sus asesores, podían asistir a las instalaciones de Atresmedia junto a cinco personas, seguían el debate desde cuatro salas diferenciadas muy próximas al plató, con catering y sin acceso ni comunicación con sus candidatos. Sánchez fue quien más cambios realizó en su delegación respeto al debate de TVE, cambiando la presencia de Paco Salazar y Santos Cerdán por la de Adriana Lastra y Miguel Ángel Marfull, que acudieron junto a José Luís Ábalos, Maritxa Ruíz Mateos y Redondo. Casado repitió con Teodoro García Egea, Javier Maroto, su esposa Isabel Torres y la dircom María Pelayo. En Ciudadanos, a Fernando de Páramo, Daniel Bardavío y David Martínez, ayer se sumaron Soledad Rebolledo y José Manuel Villegas y con Iglesias acudieron, a parte de Noelia Vera, Juanma del Olmo, María del Vigo, Manu Levín y Pablo Gentili.