C’S rechaza el nombre de Fernández Díaz para presidir el Congreso y luego el de Cospedal
El Partido Popular propuso al resto de formaciones para presidir el Congreso de los Diputados a su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Sin embargo, el partido de Albert Rivera rechazó la propuesta asegurando que las grabaciones con el Jefe de la Oficina Antifraude de Cataluña que salieron a la luz recientemente le descartaban por segunda vez como candidato a presidir la Cámara Baja, según explican fuentes de Ciudadanos a OKDIARIO.
Las mismas fuentes también confirman que Rivera rechazó la figura de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Pero tras arduas conversaciones, ambos partidos ya tendrían elegida a la figura de consenso que Mariano Rajoy anunciará esta tarde en la junta directiva nacional del partido.
Tal y como publicó este medio, fue el propio ministro quien se postuló ante Mariano Rajoy para ostentar este cargo y así, concluir su vida política al frente del Hemiciclo. En el PP destacan que Ciudadanos no conseguirá tener la mayoría suficiente de la Mesa para postularse al frente, por lo que lucharán para conseguir dicho puesto. Los populares ofrecen a Ciudadanos la Vicepresidencia o una Secretaría a cambio de que los de Rivera apoyen la Presidencia del PP y les den el ‘sí’ definitivo a la investidura de Mariano Rajoy. Sin embargo, Albert Rivera también quiere luchar por que los suyos dirijan la Cámara y niega que vayan a cambiar su abtención en segunda votación de cara a la investidura.
En la votación del presidente, cada diputado escribe el nombre de su candidato. Si ninguno obtiene mayoría absoluta, se repite la votación entre los dos candidatos con más apoyos y resulta elegido el que tenga más votos. Por otro lado, los vicepresidentes y los secretarios se eligen de forma simultánea en dos votaciones. El orden de las vicepresidencias y las secretarías se establece por número de votos. Si hay empate, se vota para desempatar entre los igualados.
El candidato del PP aclarará las dudas esta tarde en la Junta Directiva Nacional donde se aprobarán las candidaturas del partido para los cargos institucional en juego, como son la Presidencia del Hemiciclo, cuatro Vicepresidencias y cuatro Secretarías. Además de los nombramientos de las portavocías en Congreso y Senado y la del secretario general del grupo.
Mientras, Podemos intenta liderar la oposición a costa del PSOE proponiendo a Xavier Domènech para dirigir la Cámara Baja. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha anunciado que llamará este mismo lunes a Pedro Sánchez para proponerle que a cambio de su apoyo para la Mesa del Congreso, la formación morada está dispuesta a darle un ‘sí’ en la investidura. Algo nada despreciable que implicaría para el socialista saltarse el veto del Comité Federal y negociar más apoyos con las fuerzas independentistas.
Los socialistas no están a esas ‘guerras’, de momento, y todo su deseo consiste en revalidar a Patxi López al frente del Hemiciclo. Para ello, necesita el apoyo de Podemos y de C’S. Según publicó OKDIARIO, los de Sánchez han mantenido «contactos» durante este fin de semana para revalidar a López a cambio de una Vicepresidencia o Secretaría. El mismo precio que le estaría ofreciendo a estas horas el PP.
El órgano de gobierno del Congreso tendrá que decidir, entre otras cosas, si permite que las confluencias territoriales de Podemos (En Comú Podem, A la Valenciana y En Marea) puedan constituir sus propios grupos parlamentarios. Los socialistas ya les dijeron a esto último que no lo apoyarían, sin embargo, podrían cambiar de opinión ante la urgencia de no revalidar el puesto al frente de la Presidencia de la Cámara Baja.
Si Unidos Podemos se descuelga y se niega a un pacto con el PSOE que incluya a Ciudadanos para mantener la Presidencia a los de Pedro Sánchez no les quedaría más remedio que recurrir a los votos de los partidos nacionalistas o independentistas, pero fuentes socialistas señalan que, en principio, no piensan explorar esa vía.
PSOE, Unidos Podemos, ERC y PNV suman 170 votos, uno más que los 169 de PP y Ciudadanos. La suma de izquierda y nacionalistas llegaría a 178 si incorporase también a Convergència, que está pendiente de que le aseguren que podrá contar con un grupo propio en el Congreso, pese a que no cumple todos los requisitos que fija para ello el Reglamento del Congreso.