Fernandez Díaz se ve presidente del Congreso y las quinielas del PP lo sitúan en Defensa o Interior
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se postula como nuevo presidente del Congreso. Fuentes parlamentarias informan a OKDIARIO que los populares no van a dejarse ganar ni a ofrecer la Presidencia de la Cámara Baja. Aspiran a lograr una mayoría de la Mesa que les facilite los puestos clave como la Presidencia y tres puestos más. Para ello, está dispuesto a ofrecer a Ciudadanos su entrada y la Vicepresidencia o alguna Secretaría.
Las mismas fuentes indicaron que es el propio ministro quien se postula entre los populares para este cargo para concluir su vida política al frente del Hemiciclo. De hecho, el nombre de Fernández Díaz ya sonó en la anterior legislatura para presidir el Hemiciclo, sin embargo, el resto de negociadores lo rechazó y Rajoy, con mayoría absoluta le confió el cargo a Jesús Posada. La sorpresa fue mayúscula entre algunos diputados cuando Rajoy situó a Díaz al frente de Interior.
En Moncloa podrían tener ya otros planes pensados para el actual ministro del Interior y conceder este premio a la ministra de Fomento, Ana Pastor. Amiga íntima de Mariano Rajoy, Pastor ha recibido felicitaciones en estos últimos meses por su labor al frente del ministerio y por su bajo perfil político, alejada del ruido. Los populares valoran estos aspectos como una buena candidatura que podrían aceptar el resto de formaciones.
En el PP destacan que Ciudadanos no conseguiría tener la mayoría suficiente de la Mesa para postularse al frente, por lo que lucharán para conseguir dicho puesto. En la votación del presidente, cada diputado escribe el nombre de su candidato. Si ninguno obtiene mayoría absoluta, se repite la votación entre los dos candidatos con más apoyos y resulta elegido el que tenga más votos. Por otro lado, los vicepresidentes y los secretarios se eligen de forma simultánea en dos votaciones. El orden de las vicepresidencias y las secretarías se establece por número de votos. Si hay empate, se vota para desempatar entre los igualados.
En el PP coinciden en que Fernández Díaz ha sido una «pieza clave» y muy «valiosa» en esta legislatura y, por tanto, el presidente lo debería de tener en cuenta para revalidar su puesto o mantenerlo en otro clave. Fuentes populares comentan que en sus quinielas particulares Díaz renovaría su cargo al frente de Interior. Otras fuentes señalan que el presidente del Gobierno también podría situarlo en Defensa, dado su perfil estratégico y las críticas señalan que tras las grabaciones con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, «sería una buena despedida» dejarle presidir el Congreso. Precisamente por ello, un sector del PP considera que no lograría los apoyos suficientes para ser nombrado.
Miembro del equipo de José María Aznar, Rajoy lo rescató para su nuevo Gobierno de mayoría absoluta. Fernández Díaz es ingeniero e inspector de Trabajo y Seguridad Social. En 1980, tras ser delegado del Ministerio de Trabajo en Barcelona, empezó su carrera política. Primero, en el CDS; desde 1983, en la entonces Alianza Popular, de la que nació el PP.
Entre julio de 1980 y septiembre de 1982 fue gobernador civil, primero de Asturias y luego de Barcelona. Un año después se convirtió en presidente provincial del PP barcelonés. A lo largo de su andadura política ha sido senador y diputado, además de secretario de Estado en los gobiernos de Aznar. En la pasada legislatura, Jorge Fernández Díaz fue vicepresidente tercero del Congreso y, por último, pasaría al frente de «la tan merecida», como señalan algunos, cartera de Interior. El martes con la constitución de la Cortes se sabrá el destino de Díaz tras años ocupando puestos de relevancia política.
Recolocaciones en las embajadas libres
El presidente del Gobierno ya habría pensado en recolocar a aquellas figuras salientes que han sido clave a lo largo de estos cuatros años de legislatura. Con pretensiones de seguir al frente del Gobierno, Rajoy premiará a los mejor valorados que hayan quedado fuera de sus quinielas parlamentarias con un puesto al frente de las embajadas de Washington, Roma y Vaticano, que quedarán sin ningún responsable al frente.