Sánchez incumple las exigencias de la OMS para suavizar el confinamiento

El Ejecutivo de Pedro Sánchez incumple la mayoría de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para relajar las medidas restrictivas frente a la pandemia del coronavirus.

Pese a ello, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido suavizar las restricciones y, este lunes, se han reincorporado al trabajo los sectores no esenciales que quedaron suspendidos el pasado 28 de marzo.

La OMS consideró que, para acabar con las medidas restrictivas contra la pandemia, habría que respetar varias condiciones: que la transmisión esté controlada, que los recursos sanitarios públicos sean suficientes y estén disponibles, que los riesgos de rebrote se minimicen, que existan medidas de prevención en lugares de trabajo y escuelas, que los riesgos de importación se puedan controlar y que la sociedad sea plenamente consciente de las medidas y participe en la transición. Nuestro país incumple, al menos, las cinco primeras. Y la sexta es plenamente subjetiva, y difícil de valorar.

La OMS avisó que relajar las medidas de confinamiento puede tener resultados fatales.

Contagios aún elevados

La transmisión se encuentra lejos de estar controlada. Este lunes se notificaron 3.477 nuevos casos, un 2% más que el domingo. El total se eleva a 169.496. Aunque es el dato más bajo desde que comenzó el confinamiento, y en los últimos días se aprecia una reducción notable en los nuevos contagios, es una cifra que hay que tomar con cautela. Para empezar, por el reflejo del efecto de la Semana Santa y del fin de semana, cuando suelen notificarse menos casos. Por otro, la reducción no es aún lo bastante sostenida y las infecciones están aún en niveles elevados, pese a que hace ya un mes que la población se recluyó en sus domicilios.

A ello hay que sumar que el dato únicamente recoge los casos confirmados, es decir, aquellos a los que se les ha realizado prueba diagnóstica, lo que deja fuera a los asintomáticos y a los enfermos leves que, según algunas estimaciones asumidas por Sanidad,  pueden llegar incluso al 15% de la población y que, pese a no notar síntomas, pueden contagiar. No obstante, el Gobierno ha decidido implementar las nuevas medidas sin esperar a tener la capacidad de realizar test masivos a la mayor parte de los ciudadanos, una de las estrategias que se ha revelado más eficaces. Por ahora, se realizará únicamente un cribado con pruebas rápidas en centros sanitarios y residencias.

Por otro lado, el sistema sanitario, pese a la reducción de los nuevos ingresos y de una relativa mejoría en las UCI, acusa una debilidad extrema. Un repunte acusado de nuevos contagios supondría una nueva tensión, quizás difícil de afrontar. En algunas comunidades, como Madrid, 1.327 pacientes se encuentran todavía en las unidades de críticos. Por otro lado, el número de muertes diarias sigue constante en cifras altísimas. Este lunes, 517 fallecidos más elevaron la cifra total a 17.489. España registra uno de los datos más dramáticos de muertes diarias de Europa.

Sin medidas de protección

La OMS avisa también que deben existir medidas de prevención en lugares de trabajo.

La reincorporación de este lunes ha venido precedida de las críticas por su improvisación. El Gobierno no detalló las condiciones de esta vuelta hasta este domingo, lo que ha impedido a muchas empresas adaptarse.

De hecho, la misma CEOE alertó este lunes de que la gran mayoría, sobre todo pequeñas y medianas empresas, carecen de materiales de protección frente a la pandemia.

«En el mundo empresarial lo que entendemos es que posiblemente las empresas grandes sí que tienen capacidad y acceso a suministros de este tipo de materiales, mientras que las pequeñas y medianas empresas seguramente no tienen este tipo de materiales», consideró su vicepresidente, Íñigo Fernández de Mesa.

Lo mismo alertaron este fin de semana los sindicatos. UGT y CC.OO consideraron que la mayoría de centros de trabajo tendrán dificultades para cumplir con el protocolo de Sanidad. El Ministerio publicó una guía en la que se indica la obligación de las empresas de suministrar material sanitario a los trabajadores. «Es necesario contar con aprovisionamiento suficiente de material de protección, especialmente guantes y mascarillas, para el personal cuando así lo indique el servicio de prevención de riesgos laborales», señala el documento. Sin embargo, el desabastecimiento de material es un hecho.

Brotes en residencias

Tampoco parece cumplirse la recomendación de la OMS de que se hayan minimizado los brotes en centros sociosanitarios de media y larga estancia. Por ejemplo, en residencias. Allí, la situación sigue siendo crítica. De hecho, sólo en los últimos días el Gobierno ha empezado a repartir los test para detectar casos entre población especialmente vulnerable. Por otro lado, el control de los casos importados tampoco está asegurado al cien por cien, en la medida en que, pese a que las fronteras están cerradas, sí se permite el acceso a residentes o por causas de fuerza mayor.

Desde la OMS se muestran rotundos sobre los riesgos de un «repunte mortal», como avisó  su director, Tedros Adhanom. Desde el Gobierno, por su parte, niegan que la incorporación al trabajo de este lunes suponga el fin del confinamiento.

«La desescalada comenzará como pronto dentro de dos semanas y será progresiva y cautelosa. El confinamiento general continuará al menos las próximas dos semanas», dijo en una comparecencia, el domingo. No obstante, 300.000 personas han regresado este lunes al trabajo, sólo en Madrid, la comunidad más golpeada.