Crisis migratoria

Cinco educadores agredidos durante el fin de semana en el hotel de los ‘menas’ de Gran Canaria

Desde el pasado viernes se han producido varios altercados en los complejos hoteleros que albergan a la mayoría de los menores no acompañados tutelados después de llegar de forma ilegal a Canarias.

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Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

A un cuidador le arrojaron piedras a la cabeza, a otro un mueble, a tres chicas que se encargan de su cuidado las agredieron y las amenazaron. Ni siquiera se detuvieron ante la presencia de la Guardia Civil. Las imágenes a las que ha tenido acceso OKDIARIO muestran la situación de saturación insostenible que están sufriendo los hoteles que el Gobierno ha decidido usar para alojar a inmigrantes ilegales. Hoteles en los que este fin de semana los violentos han sido los ‘menas’.

La situación de los que son considerados menores no acompañados, es especialmente complicada de gestionar,  ya que al estar tutelados por la comunidad autónoma el régimen de custodia es más laxo y cada vez es más habitual este tipo de peleas y altercados. Ahora mismo en las islas hay cerca de 3.000 personas custodiadas como menores de edad en las Islas, y el número sigue creciendo porque ni desde el resto del Archipiélago ni desde la Península se ofrecen ni plazas ni soluciones para aliviar la situación, y el alojamiento hotelero está siendo el recurso más habitual, y según los expertos, el menos acertado, porque en el mismo recinto hotelero se mezclan menores y adultos. La situación este fin de semana ha empeorado por una serie de incidentes graves en uno de esos recintos hoteleros.

En la zona de la de Puerto Rico, en Gran Canaria, hay un gran recinto hotelero que desde hace meses está siendo usado prácticamente de manera exclusiva para el alojamiento de inmigrantes ilegales. Este mismo hotel ha venido registrando diferentes incidentes desde que sus nuevos huéspedes ocupan la totalidad de las instalaciones y van pasando los meses desde su llegada a la isla de Gran Canaria. De hecho, en Nochevieja se registraron gravísimos incidentes entre algunas personas alojadas por las autoridades en este hotel y los miembros de la policía local y agentes de la Guardia Civil. Lamentablemente estos hechos se han reproducido este fin de semana.

Piedras, contusiones y heridas

El viernes día 5 se desencadenó una violenta pelea en las instalaciones del hotel en la que participaron decenas de personas, muchas de ellas menores de edad o al menos menores para la Administración, porque al menos uno de ellos se demostró que lleva disfrutando de la condición de menor tutelado desde que llegó a la isla y con su detención este fin de semana se ha demostrado que no lo es.

La bronca subió de tono y fue necesaria la presencia de una patrulla de la Guardia Civil, que fue recibida con lanzamiento de piedras y mobiliario urbano por parte de los moradores del hotel que participaban en la bronca. El saldo de la pelea da fe de la violencia que se llega a alcanzar en este tipo de disputas. Varios de los presentes tuvieron que ser atendidos por diferentes tipos de heridas como brechas en la cabeza y contusiones. Uno de los jóvenes que peor parado salió durante la pelea acabó hospitalizado para que se ocuparan de sus secuelas tras la reyerta multitudinaria. Los agentes identificaron a varias personas y detuvieron a cuatro ‘menas’ que habían participado en la escaramuza.

Pero el saldo diferenciador de este fin de semana es que tras lo acontecido el viernes tres educadoras se decidieron a presentar denuncias por agresiones y amenazas contra menores a los que ellas mismas tutelan. Lo preocupante es que el hecho de que este tipo de profesionales denuncie suele ser la gota que colma el vaso, o sea, que ya han sufrido vejaciones, amenazas por agresiones previas por las que no se han atrevido a denunciar y lo acaban haciendo porque la situación es insostenible. ¿Cómo de insostenible? Solo hubo que esperar 24 horas.

Mismo hotel, mismos protagonistas, misma violencia. Pero un matiz muy revelador. La Guardia Civil averiguó que uno de los ‘menas’ detenido el día anterior no era tal, sino un adulto que había asegurado ser un ‘mena’ y ante la imposibilidad de hacer pruebas biológicas ahora mismo en Canarias por el colapso de los juzgados, quedó registrado así, como menor no acompañado. Pero no lo era, así que se le condujo al hotel de la bronca dónde estaba alojado para recoger pertenencias y que lo abandonara de inmediato.

Fue apenas llegar al lugar y varios ‘menas’, o no, de los alojados en el hotel, comenzaron una nueva pelea que desembocó en el lanzamiento de piedras y de muebles a los agentes y a otros inmigrantes ilegales del hotel. Su única intención al parecer era que los agentes no pudieran acceder al complejo y acabaron llenando algunos pasillos con agua y jabón. Los cuidadores, que son en definitiva la autoridad ante la que deben responder estos inmigrantes por ser considerados menores, se enfrentaron a ellos, pero la cosa salió mal. Uno acabó con una brecha en la cabeza por una pedrada y el otro contusionado tras recibir el impacto de un mueble arrojado por los amigos del detenido. Ambos denunciaron a sus agresores. En total, durante el fin de semana, cinco educadores han sufrido en primera persona la violencia ejercida por los ‘menas’ a los que en teoría ellos educan, cuidan y custodian.

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