Caso Palau: Catalunya Caixa pagó cheques de 120.000 € sin identificar al portador
La oficina central de Catalunya Caixa pagó cheques en ventanilla de hasta 120.000 euros emitidos por el Palau de la Música, sin identificar al portador y sin que sus responsables avisaran al Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales (SEPBLAC) de ninguna operación sospechosa.
Manuel Monroig, que fue director de la oficina central de Catalunya Caixa situada en la Via Laietana de Barcelona de 1990 a 2009, ha declarado este lunes como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona por el saqueo del Palau, con cuyos ex responsables, ha dicho, mantenía «una relación profesional y en algún caso de amistad».
Tanto el fiscal como la presidenta del tribunal, Montserrat Comas d’Argemir, han preguntado a Monroig por los motivos por los que la entidad estuvo pagando cheques al portador en ventanilla por grandes cantidades, de hasta 120.000 euros, sin identificar al que los cobraba ni guardar documentación sobre esas transacciones.
«Seguro que sí se identificaba. Me cuesta mucho creer que no se identificara a la persona que iba cobrar», ha aducido el testigo, que conocía personalmente a la ex directora financiera del Palau Gemma Montull porque antes esta había estado trabajando en el departamento de internacional de la entidad bancaria.
Durante la investigación de la causa, el juez instructor pidió sin éxito a Catalunya Caixa y a otros bancos que habían hecho pagos en efectivo que identificaran a los perceptores de esos cheques, en su intento de acreditar el destino, nunca aclarado, de 9,6 millones de euros de los 18 millones en efectivo que Felix Millet y Jordi Montull lograron hacer desaparecer del Palau de la Música entre 2002 y 2009.
El fiscal, Emilio Sánchez Ulled, ha insistido este lunes al testigo para que explicara el «impresionante» listado de cheques pagados en ventanilla por encima de los 100.000 euros a personas no identificadas, mientras sí se hacía constar el nombre de los empleados del Palau que por encargo de Millet iban a cobrar talones en efectivo por cantidades muy inferiores, de 6.000 euros.
«No lo sé, a mí no me llegaban esas operaciones», ha alegado el testigo, que ha afirmado que en ningún momento despertaron sus sospechas esas transacciones en metálico, por lo que no se planteó comunicarlas al SEPBLAC.
Monroig sí ha reconocido que, al menos en una ocasión, tuvo noticia por una llamada del propio Jordi Montull de un reintegro de 200.000 euros que este pretendía cobrar en ventanilla, pero que el banco no podía facilitarle por no disponer de suficiente efectivo.
El testigo ha explicado que indicó a Montull que había que avisar con 24 horas de antelación de una retirada de fondos tan cuantiosa, que el ex responsable del Palau dijo que lo necesitaba como «dinero de bolsillo de una orquesta filarmónica de no sé dónde».
«¿200.000 euros para dinero de bolsillo de una orquesta?», ha replicado el fiscal, con gesto incrédulo.
Cuatro conserjes del Palau declaran como testigos
En la sesión de este lunes del juicio han declarado también como testigos cuatro conserjes del Palau, quienes han dado cuenta del constante trasiego de fondos en efectivo de la entidad a los bancos, dado que ellos mismos llevaban el dinero, a veces en mochilas.
Xavier E. ha explicado que era «frecuente» que por orden de la secretaria de Millet fuera a cobrar talones con cantidades de entre 50.000 o 100.000 euros y ha admitido que también se encargaba de hacer compras para el ex presidente del Palau: desde «lingotes de oro de 24.000 euros», hasta películas, perfumes o tabaco.
Otro conserje del Palau desde 1978, Enrique R., ha explicado que fue a cobrar al banco talones por «millones de pesetas» que después cargaba en el interior de una mochila porque no se atrevía a llevarlos «en una bolsa».
También Enrique R. ha reconocido que fue uno de los conserjes que, por orden de Montull, llevó a un piso de este unas bolsas de basura con documentación del Palau los días posteriores al registro de la entidad por los Mossos d’Esquadra, en julio de 2009.
Dos conserjes más han contado que se encargaban tanto de cobrar talones como de hacer ingresos en efectivo con dinero que le entregaban las secretarias de Millet, en algún caso con cantidades que oscilaban entre los 30.000 y los 40.000 euros.
Otro de los testigos que este lunes ha declarado es Pau Duran, ex tesorero del Orfeó Català, quien ha explicado que Millet comunicó a la junta que iba a hacerse patrono de la fundación FAES, afín al PP, en 2003, mientras el Ministerio de Cultura subvencionaba las obras de ampliación del edificio.
Preguntado por los convenios del Palau con la Fundación Trias Fargas, afín a CDC —que la Fiscalía sospecha enmascararon el pago de comisiones de Ferrovial—, Duran ha mencionado que Millet accedió a ser miembro del Instituto Catalunya Futur, sección catalana de la FAES, que en la época era un ‘think tank’ vinculado al PP.
El ex tesorero ha señalado que los comentarios de Millet sobre la FAES coincidían «en el tiempo» con las subvenciones —de hasta 12,5 millones— que el Ministerio de Cultura otorgó para la ampliación del Palau de la Música y ha añadido que, aunque el saqueador confeso nunca vinculó ambos hechos, cuando abandonó la fundación del PP argumentó que se daba de baja «ahora que esto ya no funciona».
La declaración de este testigo ha sacado a relucir por vez primera en el juicio las relaciones de Millet con la FAES, una cuestión que la acusación popular ejercida por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) pidió que se investigara por supuesto desvío de fondos, aunque el juez instructor lo desestimó, en una decisión ratificada por la Audiencia de Barcelona.