Castilla-La Mancha en alerta por la oleada de robos de crucifijos y vandalismo en sus cementerios
Los delincuentes se los llevan de las lápidas en grandes cantidades y el número de cementerios saqueados no deja de crecer
Las autoridades y vecinos de Castilla-La Mancha están en estado de alerta debido al gran aumento del vandalismo en los cementerios, donde los robos de crucifijos se han disparado en apenas unas semanas, especialmente en la provincia de Toledo. Casi se han acostumbrado a levantarse con la noticia del expolio del camposanto de uno de sus pueblos y la desaparición, en grandes cantidades, de estos elementos al que los delincuentes parecen haber cogido el gusto.
El último en denunciar el desvalijo ha sido Noblejas, también en Toledo. Este lunes por la noche el cementerio de la localidad ha sido asaltado. Al amanecer, 85 crucifijos de bronce habían desaparecido. El Ayuntamiento estaba sobre aviso por la oleada de robos a lo largo y ancho de la comunidad, hasta el punto de instalar cámaras a la vista. Además, el cementerio se encontraba cerrado, pero ninguna de estas circunstancias ha disuadido a los vándalos para hacerse con su botín. Al parecer, se colaron por uno de los muros laterales.
El consistorio presentará una denuncia colectiva en representación de todos los afectados, para lo que ha estado trabajando en identificar las tumbas afectadas con el fin de preparar la documentación necesaria. Las autoridades municipales asumirán el coste de la reparación y la reposición. Lo financiarán a través del presupuesto del Ayuntamiento y con cargo al seguro.
Hace varias semanas que los cementerios de diferentes municipios manchegos han empezado a ser el objetivo de los vándalos. Han mostrado su afición, sobre todo, por los crucifijos, aunque no han desaprovechado la oportunidad de hacerse con otros elementos.
Los anteriores perjudicados fueron los vecinos de La Guardia, con el robo de 140 crucifijos de su cementerio (cifra similar a la contabilizada en Bargas, con daños en 163 sepulturas). Este saqueo se produjo después del que sufrieron los habitantes de Cebolla, Alberche, Turleque, Los Yébenes, Dosbarrios, Torrijos, o Erustes, entre otros muchos.
Salida al mercado
Al parecer, estos actos vandálicos están directamente relacionados con la venta al peso del bronce y de otros materiales, que encuentran su salida al mercado negro en chatarrerías y centros de reciclaje. El incremento de los robos coincide, precisamente, con su precio cada vez más elevado por kilo. Además, los cementerios suelen estar retirados del centro, lo que facilita que los ladrones hagan de las suyas.
La Guardia Civil comunicó la apertura de una investigación de los casos para esclarecer quiénes están detrás de los saqueos, a raíz del que sufrió el cementerio de Bargas. El Ayuntamiento de esta localidad, que también denunciará en representación de todos los vecinos afectados, tachó el expolio como un «terrible y repulsivo suceso», y transmitió su apoyo a todas las familias que han visto cómo las lápidas o nichos de sus familiares fallecidos han sido desvalijadas.
Por otro lado, en Los Yébenes los delincuentes se llevaron más de un centenar de crucifijos, tal y como se pudo comprobar al comparar el estado del cementerio con una foto del camposanto anterior al robo. El Ayuntamiento ha pedido la colaboración de los vecinos para que aporten cualquier información que pueda ser de utilidad para la investigación de los hechos, así como para recuperar los objetos sustraídos.
Los agentes no descartan que los autores de todos los robos sean las mismas personas. Serían, por tanto, los mismos ladrones que se llevaron 134 crucifijos del cementerio de Torrijos. Aunque, de momento, se desconoce la identidad de estos amigos de lo ajeno que no respetan ni el descanso eterno.