Juicio 'caso ERE'

El ex consejero Martín Soler: «La apariencia de legalidad en las ayudas de los ERE era total»

El ex consejero de Innovacion Martin Soler, imputado.
El ex consejero de Innovacion Martin Soler, imputado.

El consejero andaluz de Innovación, Ciencia y Empresa entre abril de 2009 y febrero de 2010, Martín Soler, ha asegurado este miércoles en el juicio del ‘caso ERE’ que la apariencia de legalidad de las ayudas concedidas por la Dirección General de Trabajo a trabajadores y a empresas en crisis era «total», añadiendo que «nadie» le puso encima de la mesa advertencias al respecto.

Así lo ha declarado como testigo el que fuera también consejero de Agricultura en el juicio que celebra la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla contra 22 ex altos cargos de la Junta, entre ellos los ex presidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, por el procedimiento por el que se concedían las ayudas sociolaborales a trabajadores y a empresas en crisis en los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares.

En virtud del convenio marco firmado en julio de 2001 entre la Consejería de Empleo y el IFA, el ente instrumental abonaba las ayudas concedidas por la Dirección General de Trabajo con cargo al programa presupuestario 31L, que gestionaba la propia Dirección General y que se allegaba al instituto y después a IDEA a través de transferencias de financiación.

Martín Soler, que estuvo como imputado en este procedimiento pero fue excluido finalmente por el juez instructor, ha insistido durante su interrogatorio que la apariencia de legalidad de las ayudas era «tan aparente y total» que era «imposible» que alguien pudiera pensar que había alguna ilegalidad.

En su época, según ha añadido el ex consejero, todo lo que rodeaba a la gestión de IDEA con las ayudas de Empleo era «de apariencia legal». «Nadie me puso encima de la mesa advertencias» al respecto, ha afirmado. Además, ha precisado que en los 11 meses en los que estuvo al frente de la Consejería acudió a dos sesiones del Consejo Rector de la agencia, donde se encontraba el secretario general de IDEA que tenía que «velar por la legalidad», y «nadie dijo nada al respecto».

En este sentido, ha indicado que la importancia del programa de ayudas de Empleo en IDEA era «prácticamente inapreciable», reiterando que en 11 meses «nunca» recibió comentarios de que el programa era «una preocupación» más allá de un «simple ‘por qué no lo llevaba Empleo’».

Y es que Martín Soler ha expuesto con anterioridad que a su llegada a la Consejería, tras el cese de Francisco Vallejo —encausado en este juicio—, en IDEA existía un ambiente «quejoso» entre los técnicos por tener que «resolver» en la agencia una situación —el pago de las ayudas— que correspondía a Empleo, «por qué tenían que hacerse cargo de una línea de trabajo de Empleo». Pero ha matizado que «en absoluto» era una cuestión de ilegalidad.

De otro lado, Martín Soler ha asegurado que «nunca» se le entregaron informes de la Intervención sobre el Control Financiero Permanente al que estaba sometido IDEA, que conoció posteriormente en la causa. Si bien, ha resaltado que esa documentación dice de manera «clara, nítida y taxativamente» que lo concerniente a la labor de la agencia era «legal».

Por último, ha valorado la alta cualificación profesional de Jacinto Cañete, ex director general de IDEA y procesado en esta causa, quien dejó su cargo mientras Soler era consejero. «Estoy convencido de que si [Cañete] hubiera detectado anomalía o ilegalidad me lo hubiera advertido inmediatamente», ha concluido.

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