Casado recalca sus diferencias con Abascal pero no cree que Vox sea «derecha populista»
Pablo Casado ha señalado las diferencias entre el PP y Vox pero ha señalado que, a su juicio, el partido de Santiago Abascal no se encuentra dentro de la llamada «derecha populista» porque la formación no ha «cruzado esa línea», como sí ha ocurrido con partidos populistas.
El líder del PP sigue de gira por Sudamérica. Este viernes la parada obligada ha sido Chile, donde se ha reunido con el presidente del país, Sebastián Piñera. Al ser preguntado por una posible alianza con Vox tras las generales, Casado ha enumerado algunas diferencias que separan al Partido Popular de Vox, como el modelo de estado autonómico, y cuáles son los puntos en común mínimos para poder tejer una alianza de gobierno del centroderecha español.
Casado ha recordado cómo el PP se distanció del discurso de los de Abascal cuando Vox presentó hace un año la moción de censura contra Pedro Sánchez. «Las cuestiones que otros partidos de derecha populista plantean en Europa y que son más noticiables, como el tema de la inmigración, la igualdad de género, el revisionismo ambiental o alguna cuestión más, en España no se ha cruzado la línea», ha dicho en referencia a Vox y a algunos partidos con los que los de Abascal sí tienen estrecha relación en países como Hungría. «No hay iniciativas parlamentarias que hayan cruzado la línea de la legalidad, en deportaciones de inmigrantes, en defensa de la mujer o en realidades de mix energético renovable», ha manifestado, para añadir que «otra cosa es la liturgia o el discurso que se tenga».
Casado ha explicado que eso ha permitido que haya «colaboración parlamentaria» entre PP y Vox en algunos ayuntamientos o autonomías, citando como ejemplo el reciente acuerdo en la Comunidad de Madrid para aprobar los Presupuestos. Eso sí, ha dejado claro que su partido no ha aceptado hasta ahora gobernar con Vox ni cambiar su programa en cuestiones de principios y valores.
«Blanqueamiento» de la extrema izquierda
Dicho esto, ha criticado que haya un «blanqueamiento de los partidos de extrema izquierda», de forma que el PSOE «esté señalando» a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por «hacer un presupuesto con Vox cuando está gobernando con un vicepresidente de Podemos que pide acabar con la Monarquía en España, la independencia de Cataluña o la nacionalización de empresas y tiene como referencia a Cuba y Venezuela».
En este punto, ha cuestionado que, cuando en España tienen el Gobierno «más radical» de su historia «con comunistas, populistas y amantes de las dictaduras narcoterroristas de Latinoamérica», «el problema» sea que Ayuso «ha pactado los presupuestos con Vox».
Casado ha afirmado que el PP «no quiere ser como Vox» y tiene «muy claro» que le diferencia de ese partido, pero no puede compartir el «cinismo e hipocresía de la izquierda gobernante en España». A renglón seguido, ha destacado que su partido lidera las encuestas dos años después de las investiduras regionales y municipales, «algunas de ellas con Vox». «Todo el mundo ha visto que el PP no ha cedido en sus principios y valores liberales, europeístas y constitucionalistas», ha resaltado.
Como ha dicho en otras ocasiones, el líder de los populares ha asegurado que quiere gobernar en solitario y ha diferenciado la gobernabilidad de la investidura, algo que, según ha dicho, es «muy importante».
Además, ha subrayado que lo que «es absolutamente inédito» en España es que el Partido Socialista «no quiera pactar con el centroderecha moderado» y prefiera pactar «con los comunistas de Podemos, los independentistas de ERC y los proetarras de Bildu». «Eso no había pasado. Quien rompe el statu quo de los dos grandes bloques constitucionalistas en España es el partido de Sánchez, no el PP», ha proclamado.
En su intervención, el presidente del PP ha reivindicado «un centro político integrador y moderado» que cohesione las sociedades, afronte los problemas de justicia social y promueva el desarrollo económico. «El proyecto que vengo a presentar pretende ser un sólido dique de contención ante la marea populista», ha manifestado.
Caso Canet
En clave nacional, Casado ha aprovechado su discurso en Chile para denunciar un día más la situación que vive la familia de niño de Canet de Mar, que ganó en los tribunales un 25% de escolarización en castellano para su hijo.
Según ha dicho, es «insólito» que se instigue y señale a un niño desde la Generalitat de Cataluña por querer recibir clases en español. Tras saludar el discurso de defensa del español realizado por el Rey, ha criticado la «terrible realidad» que se está viviendo en la localidad de Canet.