Campaña electoral

Casado preparado para poner a Sánchez contra las cuerdas: Le preguntará si indultará a los golpistas

Pablo Casado ultima los preparativos y ensayos para los dos debates a cuatro que tendrá lugar mañana en TVE y el martes en Atresmedia. Quiere poner a Sánchez en un aprieto exigiéndole que se pronuncie sobre un hipotético indulto a los presos secesionistas.

Casado preparado para poner a Sánchez contra las cuerdas: Le preguntará si indultará a los golpistas
Pablo Casado.

El líder del PP y candidato a la Presidencia, Pablo Casado, se ve ya preparado para el debate de este lunes en TVE, así como para el del martes en Atresmedia, que afronta con mucha tranquilidad y en los que irá a «pasárselo bien» y mostrarse tal y como es, según han explicado fuentes cercanas.

Casado considera que podría hacer estos debates «ahora mismo» han asegurado sus colaboradores, a quienes ha trasladado que estas citas no son «definitorias» para el voto y no son una «superbowl», en referencia a la final de fútbol americano, sino que tienen sobre todo un carácter «informativo» para el posible votante.

Durante el mitin de este domingo en Toledo, ya ha lamentado que la preparación de los mismos les impida ir esta tarde a los toros a Sevilla. También ha insistido estos días en que si ha despejado la agenda del lunes y el martes es porque sus colaboradores se lo han pedido.

Fuentes de la dirección han explicado que esta tarde empezarán las reuniones en Génova para preparar los debates, en las que Casado contará con su jefe de Gabinete, Javier Fernández-Lasquetty; su directora de Comunicación, María Pelayo, y el vicesecretario de Organización y jefe de campaña, Javier Maroto.

La intención del líder de los populares no es «ensayar» los debates, sino más bien prepararse los datos y las cifras «cotejadas», que ya tiene preparadas porque las cita en casi todos su mítines sin necesidad de recurrir a papeles, para resistir cualquier posible «factcheck», verificación de datos.

Para Casado «un debate a cuatro es muy difícil ganarlo o perderlo», a diferencia de un cara a cara, y constituye más bien una oportunidad para mostrar el proyecto ante los electores, según apuntan las mismas fuentes.

También dejan claro que no quiere un debate «de laboratorio» porque considera que el público se da cuenta de si hay posturas impostadas por parte de los líderes, y apuestan porque sea «transparente».

En todo caso, en esta ocasión, a diferencia del resto de sus intervenciones públicas, llevará «algún papel», además de centrar su estrategia en presentar sus propuestas y atacar al presidente del Gobierno y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, al tiempo que evitará confrontar con su posible socio, el líder de Cs, Albert Rivera.

A Sánchez le volverá a plantear la pregunta de si pretende indultar a los políticos independentistas presos, así como si va a volver a pactar con ellos a cambio de un referéndum de autodeterminación, dos cuestiones que siempre repite en sus mítines.

En este sentido, la intención de Sánchez de ir con actitud «zen» al debate no les parece creíble en Génova porque «no puedes ir en modo zen con aliados en la cárcel haciéndote ojitos», advierten al candidato socialista.

Para el PP de los cinco bloques en los que se divide el debate, su líder está más fuerte en el primero -sobre política económica, fiscal y empleo-, aparte del tercero, el referido a la política territorial.

Y no se muestran en el partido muy contentos con el reparto de tiempos, que se ha realizado por sorteo, ya que aseguran que en otros debates en televisiones públicas se ha determinado quien empieza en función de la representación parlamentaria, en la que el PP tiene la mayoría.

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