Carmena olvida en la apertura de la Gran Vía que prometió «no hacer inauguraciones, son un circo»
La ahora alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, dijo en 2015 cuando era candidata que «nunca haría inauguraciones porque son un circo, es ridículo, no es serio». Por el contrario, este viernes la regidora ha protagonizado una inauguración por todo lo alto de la ampliación de aceras de la Gran Vía cuya apertura ha hecho coincidir con el encendido de las luces navideñas.
En una de sus primeras apariciones públicas, Carmena expresó el 24 de marzo de 2015 que en ese momento, aunque todavía no tenían programa electoral, sí tenían claras las actitudes y como ejemplo avanzó que su equipo de Gobierno «nunca haría actos de inauguración».
«Precisamente porque queremos hacer las cosas diferentes ya os decimos por ejemplo que nosotros no vamos a hacer ninguna inauguración cuando estemos en el gobierno. Eso de poner una piedra, cortar una cinta… eso es ridículo, eso es hacer un circo, no es serio», manifestó la candidata de Ahora Madrid en el Círculo de Bellas Artes.
«Evaluación constante»
Carmena añadió que en lugar de actos pretenciosos lo que haría es que poner en marcha los nuevos proyectos y luego recoger qué funciona mal. «Cuando una cosa empiece a funcionar, y habrá muchas cosas que empezarán a funcionar y muy bien os lo aseguro, los ciudadanos se enterarán porque naturalmente tendremos abierta esa información. Lo que nos interesará de esas cosas nuevas es que enseguida nos digáis si están bien o no. Queremos que nos evaluéis constantemente. Ahora bien, circo, poner piedras que cuestan un riñón y luego ni se hacen, volver a inaugurar lo inagurable, por favor, eso no es serio», reprochó la ahora primera edil.
«Los gestores públicos tenemos que estar constantemente trabajando para lo público», añadió a renglón seguido. Desde entonces y hasta hoy la regidora capitalina ha rechazado debates políticos y ha dicho que prefiere priorizar la gestión sobre lo ideológico. «Para mi es muy emblemático cuando leí las memorias de Adriano que decía que hay que gobernar escuchado», remachaba. Algo por lo que también ha sido fuertemente criticada. Por ejemplo, al iniciar proyectos como Madrid Central (el cierre del centro al coche privado de no residentes) sin hacer una consulta abierta a todos los madrileños.