Policía Nacional

En busca y captura Daniel Gallardo, condenado por agredir a un policía con un tablón con clavos oxidados

La condena a Gallardo es de cuatro años de prisión e inhabilitación especial

El juzgado ha pedido tres veces su ingreso voluntario en prisión, pero no se ha presentado

Dani Gallardo, preso desde 2019 por atacar a un policía antidisturbios en Madrid. (Foto: Movimiento Antirrepresivo)
Daniel Gallardo, condenaod por atacar a un policía antidisturbios en Madrid. (Foto: Movimiento Antirrepresivo)
Rafael Molina

Daniel Gallardo, el joven madrileño que fue condenado por atacar a un agente de la Policía Nacional con un tablón de madera con clavos oxidados, está en busca y captura. La Audiencia Provincial de Madrid ha tomado esta decisión después de que Gallardo no se haya presentado en el juzgado a pesar de haber sido requerido hasta tres veces su ingreso voluntario en prisión.

La sentencia por la que fue condenado se dictó en diciembre de 2020. Desde entonces, se ha tratado de ejecutar su pena, de cuatro años de cárcel, según se recoge en el auto del juez. Esas ocasiones en las que se ha solicitado su ingreso voluntario en la cárcel fueron en julio del año pasado, y en enero y febrero de 2024.

Sin embargo, Gallardo no ha comparecido ante el juez a pesar de las tres veces en las que se le ha solicitado que lo hiciera. Además, tampoco se encontraba en la dirección que le facilitó al juzgado. Por esta razón, el magistrado ha tomado la decisión de pedir su busca y captura.

La condena a Daniel Gallardo es de cuatro años de prisión e inhabilitación especial. Los hechos se remontan hasta octubre de 2019. Entonces, se desarrollaron en Madrid las protestas contra la decisión judicial del Tribunal Supremo que condenaba a los líderes del procés tras el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017.

El condenado estuvo durante un año en prisión provisional hasta que tuvo lugar la vista oral que le condenó a un año de cárcel por desórdenes públicos, además de otros 3 años y medio por delito de atentado a agentes de la autoridad y por un delito leve de lesiones.

Esa condena, finalmente, se vio reducida en seis meses después de que el Tribunal Supremo redujera la pena a cuatro años, argumentando que el madrileño debía haber sido condenado por el tipo básico de desórdenes públicos y no el agravado, como había dictado la Audiencia Provincial.

«Por la espalda y de manera violenta»

Aquella sentencia hacía referencia a los hechos que ocurrieron el 16 de octubre de 2019, en las protestas contra la sentencia a los líderes del procés. El juez consideraba probado que Daniel Gallardo «golpeó por la espalda súbitamente y de manera violenta» con un palo de madera con «seis clavos que lo atravesaban» a un agente en la cabeza.

El Supremo, posteriormente, desechó los argumentos de la defensa, que sostenía que la protección que portaba el agente debía reducir la peligrosidad de los hechos: «Afirmar que carecía de peligrosidad porque la parte golpeada era la cabeza y se portaba un casco de especial protección (pese a lo cual los clavos dejaron marcado el casco, aunque sin llegar a horadarlo), sería lo mismo que aseverar que disparar a un agente que portaba chaleco antibalas, no conlleva peligrosidad porque se disparó al pecho».

Además, los juzgados apreciaron que se producía una actuación en grupo y con violencia contra los objetos y las personas «con impedimento del disfrute ordinario del espacio público (barricadas, además de los actos de violencia)».

El Consell de la República Catalana, el organismo que dirige Carles Puigdemont, en el que se agrupan sus seguidores, y cuya finalidad es la consecución de la independencia de Cataluña, ha respondido a esta decisión. «El Consejo de la República condena la persecución, una vez más, de Dani Gallardo. Ni protestar es terrorismo ni manifestarse es delito», reza un mensaje de la plataforma en redes sociales. «Todo el apoyo y solidaridad», concluye.

Uno de los colectivos que apoyan a Gallardo es el autodenominado Colectivo de Defensa de los Represaliados. La asociación se ha hecho eco en sus redes sociales de que el condenado se encuentra «en busca, captura e ingreso en prisión».

Además, le ha transmitido su «solidaridad y máximo apoyo» y ha pedido a sus seguidores que colaboren con una «caja de resistencia» en la que solicitan dinero para su defensa porque, en otra publicación, cuentan que «se han agotado los recursos», donde ha criticado el «sometimiento» que, en su opinión, sufren de parte del «estado fascista y único terrorista».

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