Los barones ven las orejas al lobo y exigen a Sánchez más autonomía en sus elecciones: «No escucha»
Quieren "autonomía y libertad" tras las injerencias de la Ejecutiva Federal en Andalucía
El sanchista Espadas gana las Primarias a Susana Díaz y ya es el nuevo candidato a la Junta
El malestar que hay en las filas del Partido Socialista con su líder, con Pedro Sánchez, es evidente. Si bien meses atrás la mayoría trataban de disimularlo, con el partido recién renovado en el 30 Congreso que se celebró en Valencia, las malas perspectivas electorales en Andalucía -con un candidato impuesto por Sánchez- han hecho estallar todas y cada una de las treguas que barones y dirección habían firmado. No hay más que escuchar los discursos de algunos de estos presidentes autonómicos que, en privado, recrudecen: «El presidente no escucha». Esa sensación es compartida por algunos miembros de la Ejecutiva Federal nombrados por él. Y el miedo aumenta de cara a las elecciones municipales y autonómicas del año que viene, tras ver las injerencias de Ferraz en Andalucía. Quieren «autonomía y libertad».
Para muchos socialistas, Pedro Sánchez «ha perdido el norte». En su partido le acusan de «tomar decisiones unilateralmente, sin contar con la opinión ni de su equipo ni del partido, creyéndose que está por encima de las propias siglas del PSOE». Nadie sabe «cuáles son sus planes» en el medio plazo. Ni tampoco «cómo y en manos de quién dejará el partido si los electores no le vuelven a dar la confianza», ya que, argumentan, «diseñó una Eejecutiva para que nadie le hiciese sombra». Uno de los barones, en conversación con este periódico, ante este escenario, hace autocrítica: «le dimos toda la confianza sin prácticamente fiscalizarle nada». Y admite que «lo podemos pagar muy caro como organización». El aragonés Javier Lambán, el manchego Emiliano García-Page y el valenciano Ximo Puig lideran ese frente autonómico contra la dirección, con el respaldo -en la sombra- de los ex presidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González.
Elecciones
La mayoría de los barones con los que ha hablado OKDIARIO expresan su deseo, también, de que Ferraz les deje las manos libres de cara a las elecciones municipales y autonómicas del año que viene. Tanto a la hora de fijar la estrategia como de elegir a los nombres que configurarán las listas. Sánchez ya ha empezado a hacer movimientos para imponer a sus candidatos y eso está causando un profundo malestar -cuando no división- en algunas regiones. Los hay que incluso bromean con que «igual me saldrá más a cuenta hacer como Juanma, y esconder las siglas del PSOE, que ahora no me suman».
Consciente de la dificultad que tendrá para quitar a presidentes que ya lo son como candidatos a la reelección, la estrategia del secretario general pasa por asaltar las principales alcaldías del país. Son plazas importantes, menos cotizadas, y para las que pocos se atreverán a plantar cara a la dirección del partido. De ahí que en el entorno de Sánchez apunten ya a varios ministros Miquel Iceta (Barcelona) -tal como avanzó este periódico, aunque la decisión la dejan en manos del PSC-; Carolina Darias (Las Palmas) o Diana Morant (Valencia), en unos movimientos que le permitiría justificar una nueva crisis de Gobierno.
Miedo
Ante este escenario, el miedo a una rebelión interna como la que en 2016 le obligó a dimitir y a abandonar el liderazgo del partido, es real. Y en su equipo ponen el foco en lo que ocurra la noche del 19 de junio y en una persona: Susana Díaz. La ex presidenta andaluza, que tal como avanzó OKDIARIO está completamente desaparecida en esta campaña, observa todos los movimientos que se están produciendo. Porque nadie, ni en su propio entorno, descarta que guarde «una estocada final» a Pedro Sánchez.
Este sábado, en un acto de apoyo al candidato a la presidencia de Andalucía en Córdoba, el presidente aragonés, Javier Lambán, sacó a relucir a la ahora senadora por designación autonómica y pidió sentirse orgullosos de su legado. Mensaje dirigido al líder del partido. El secretario general socialista, en caso de un mal resultado de Espadas -que le sitúe por debajo de los 30 escaños-, tiene previsto «actuar de inmediato». Para evitar, precisamente, un posible alzamiento de los susanistas.