La alcaldesa de Mogán fletó tres autobuses para llevar los inmigrantes ilegales a la Delegación del Gobierno

Tres autobuses vacíos llegaron este martes, por la tarde, al muelle del Puerto de Arguineguín. Los contrató in extremis la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, tras conocer los planes del Ministerio del Interior de dejar en libertad a alrededor de 200 inmigrantes irregulares que se hacinaban en las instalaciones portuarias. Fernando Grande-Marlaska, sin informar de forma oficial ni al Gobierno socialista de Canarias ni a la alcaldesa del municipio afectado, decidió liberar a casi 200 personas sin ofrecerles una solución habitacional para esa misma noche ni recursos para sobrevivir. Antes Bueno intentó convencer a los agentes de la Policía que ejecutaron la orden que no podían dejarlos sin nada en la calle.

Fue la propia alcaldesa de Mogán quién tuvo que informar al presidente canario, Ángel Víctor Torres, del Partido Socialista, mientras éste se encontraba en sesión parlamentaria. Entretanto, por teléfono, la subdelegada del Gobierno de Pedro Sánchez en las islas mentía al gabinete del presidente isleño asegurando que no se iban a poner en libertad a estos inmigrantes ilegales. Lo cierto es que ya habían transcurrido más de 72 horas y no podían retenerlos más en el muelle sin incurrir en un delito de detención ilegal.

Ante la situación provocada por Marlaska, expulsando del puerto de Arguineguín a estas 200 personas sin ofrecerles ni tan solo el transporte, para recorrer los 67 kilómetros que separan este pequeño pueblo marítimo de la capital, Las Palmas, la alcaldesa de Mogán decidió fletar estos tres autobuses con punto de partida en el muelle y destino frente a la Delegación del Gobierno. Este miércoles, en el pleno del Congreso, la diputada canaria Ana Oramas ha afeado al ministro esta acción con un SOS para poner solución al drama migratorio.

Onalia Bueno responsabiliza directamente al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a su sucursal en la isla de la situación que se produjo este miércoles. La edil reclama la dimisión del ministro del Interior y exhorta al jefe del Ejecutivo a convocar una reunión con todos los miembros del Gobierno implicados para buscar una solución a la crisis migratoria.

Tras bajar de los autobuses que pagó el ayuntamiento de Mogán, los 200 inmigrantes que abandonó el Ejecutivo a su suerte, acamparon frente a la Delegación del Gobierno en Las Palmas. Allí, sin dinero ni comida, recibieron la ayuda de varios vecinos de la capital que se acercaron a llevarles alimentos. A última hora del día se desplazaron hasta la zona varias ONG y Cruz Roja para dar asistencia también a los dos centenares de inmigrantes que se agolpaban a las puertas del edificio gubernamental.

Por la noche el temor a que la operación se volviera a repetir este miércoles fue en aumento entre las autoridades de la isla. Este miércoles por la mañana, sin embargo, en conversación con OKDIARIO, Onalia Bueno cree que «tras el impacto mediático de lo que ocurrió ayer el Gobierno no se atreverá a dejar a más personas en libertad». Por si así fuera, no obstante, el consistorio lo tiene todo preparado para evacuar del municipio a la avalancha de inmigrantes que Marlaska podría volver a liberar.