Albert Boadella denuncia ataques en su casa por los «cobardes del pensamiento único en Cataluña»
El dramaturgo Albert Boadella ha colgado un cartel en su casa del Bajo Ampurdán (Gerona) en la que denuncia «los ataques» recibidos en el último año en este domicilio, el último la tala de unos árboles colindantes a su propiedad, para «imponer el pensamiento único» en Cataluña.
«Aquí crecían tres cipreses. Unos cobardes los cortaron una noche. Quieren imponer el pensamiento único en Cataluña», reza el cartel colocado por Boadella en el exterior de su casa, situada en la localidad de Jafre.
Según ha explicado Boadella en declaraciones a Europa Press, la tala de esos árboles ha supuesto el último de los «ataques directos» que se han producido en su casa en este último año, provocados porque no opina «como la mayoría» en la provincia catalana.
«Lo primero que hicieron hace poco más de un año fue triturarme las chumberas, después de unas declaraciones contrarias a la independencia de Cataluña. Después me llenaron el jardín de bolsas de basura y, ahora, a la vuelta del estreno de Don Carlo, han aprovechado para cortar los cipreses y tirarlos dentro del jardín», ha indicado.
Su casa, explica el dramaturgo, tiene un jardín con muro y una parte de campo, sin vallar y ésa es la zona «con la que se están cebando», siempre en coincidencia, dice, con sus «declaraciones políticas» críticas con el nacionalismo catalán.
Jafre es uno de los municipios por la independencia de Catalunya, una decisión votada mayoritariamente por sus vecinos, según recuerda Boadella.
Boadella ha explicado que las primeras actuaciones no las denunció «para no hacer una publicidad negativa» del pueblo. Por el contrario, optó por hablar con el alcalde que había entonces para pedirle que «los responsables, que se conocen porque en un pueblo todos se conocen, cesaran con estos actos».
«No lo denuncié a la comisaría ni lo hice publico en los medios, pero avisé de que si continuaba, esto saldría a la luz. Ahora que hay una nueva alcaldesa le he pedido una reunión para hablarlo pero la pospuso 11 días… en un pueblo de 370 habitantes. Entendí que no quería saber nada y le escribí una carta avisando de que me defendería haciéndolo publico», ha concluido.