Colau gasta 75.000 € en una encuesta para vigilar el «compromiso» de sus funcionarios con el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por Ada Colau, gastará 75.000 euros en la elaboración de un cuestionario para conocer, entre otros asuntos, el nivel de motivación de sus funcionarios.

Un pliego del Consistorio revela que la alcaldesa pretende realizar una encuesta de «cultura, valores y compromiso» para el conjunto de los trabajadores de la organización municipal. Con los resultados se realizará posteriormente un análisis de las conclusiones sobre el sentir de los funcionarios municipales.

Tal y como se describe en las características el pliego, la encuesta tratará de obtener una aproximación cuantitativa y cualitativa de la opinión de los trabajadores municipales sobre cómo perciben el estado actual de aquellos temas referentes a su trabajo o la organización y cómo impactan en su nivel de motivación y satisfacción profesional.

El objetivo es doble: por un lado, Colau quiere conocer el pensamiento de sus trabajadores y, a su vez, que los empleados perciban «que su opinión es relevante». Además, pretenden que el estudio realizado suponga la identificación de los «posicionamientos actitudinales» sobre los retos del propio Ayuntamiento. Es decir, conocer de primera mano si sus funcionarios aprueban la labor del Gobierno municipal y ofrecer posteriormente al «persona directivo» la información más relevante «sobre la situación de sus equipos».

Las encuestas de Ada Colau se llevarán a cabo a través de Internet y aseguran que será de forma anónima. Los funcionarios podrán realizar el test desde sus ordenadores. Además, exigen que exista la garantía de seguridad que evite el acceso de intrusos a la aplicación y deberá garantizar también que un mismo usuario no pueda responder la encuesta más de una vez.

Tal y como puede leerse en el pliego, la encuesta debe incluir preguntas de varios temas para poder hacer el análisis de los posicionamientos de los trabajadores tales como «la motivación, el compromiso, la satisfacción, el orgullo de pertenencia y el deseo de permanencia».

En catalán

Otro de los requerimientos es que las preguntas se realicen con «perspectiva de género» y redactadas en catalán. Es decir, los funcionarios no tendrán la opción de realizarla en español y los encuestadores deberán tener en cuenta el lenguaje inclusivo y la no discriminación de la mujer en sus cuestiones.

Tras el análisis de las preguntas, la empresa adjudicataria tendrá que realizar un mapa de compromiso donde se detalle cuáles son los aspectos más destacables en cuanto a las motivaciones de los trabajadores municipales y aquellos temas en los que existe un mayor desacuerdo.

338.000€ en rocas

Una de las últimas polémicas de Ada Colau ha surgido también por otro desembolso de dinero público. En este caso fue para la realización de una ‘obra de arte’ en la que invirtió 338.129 euros y que estaba compuesta por seis rocas gigantes que venían a representar una cárcel de mujeres que ya no existe.

Las piedras fueron colocadas a comienzos del verano en el espacio donde, en el año 1936, se encontraba la prisión provincial de mujeres del barrio barcelonés de Les Corts.

Con los pedruscos, la alcaldesa pretendía honrar la memoria de dichas mujeres pero sólo las que pasaron por allí en la época de la dictadura franquista y no las que estuvieron durante la Segunda República.

La escultura se titula ‘La prisión invisible’ y es obra de Nuria Ricart, profesora de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, del arquitecto Jordi Henrich y del historiador Fernando Hernández Holgado.

Ada Colau malgasta 338.000€ en unas piedras. En 5 piedras desparramadas por la calzada, pagados como escultura artística. pic.twitter.com/CDV45DXfxt

— Mon Bosch (@josepramonbosch) December 7, 2020

Además, la alcaldesa gastará 18.000 euros en el recambio de placas para continuar con su guerra contra el franquismo. Colau quitó la calle del almirante Cervera, héroe militar en la Guerra de Cuba, para dársela al cómico Pepe Rubianes. También fulminó la calle dedicada al almirante catalán Rafael Aixada para darle el nombre de una activista vecinal de la Barceloneta.

Su obsesión por borrar todo aquello que considera franquista la ha llevado a librar auténticas batallas en el Ayuntamiento para conseguir. El pliego publicado en el portal de contratación municipal se llevará a cabo sin concurso público, como contrato menor. Los cambios se realizarán desde diciembre y abarcarán todo el año 2021.

El contrato contempla la elaboración de 35 placas de nueva creación hasta finales de este año y otras 107 para el 2021. Además, se establecen tres tipos de placa a un coste de 115, 93 y 90 euros la unidad, dependiendo de la calidad y los materiales. Por otro lado, se contemplan los servicios de retirada de las plazas anteriores y las ejecuciones urgentes (que tengan que realizarse en menos de 96 horas).