Eduardo Inda entrevista al presidente de Vox

Abascal: «Sánchez, como su mujer, es un corrupto y se atrinchera en el poder para no acabar en la cárcel»

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No sé si las apariencias engañan, pero veo a Santiago Abascal (Bilbao, 1976) más tranquilo que nunca. Mucho más tranquilo, al menos, que en entrevistas o encuentros privados anteriores. Da la impresión de que los pactos con el PP representaban para él un marrón del que, finalmente, ha conseguido desembarazarse. A él, que militó muchos años en el PP, no le es ajeno el hecho de que las formaciones minoritarias que se aliaron con los de Génova 13 acabaron desapareciendo. Ahí está el caso de Unió Valenciana en los 90 o el mucho más reciente de Ciudadanos. Y, aunque no lo dice, lo niega incluso, está claro que el auge del faker a sueldo Alvise Pérez le ha llevado también a replantearse la estrategia para impedir que el pluriimputado sevillano le coma terreno. Lo peor de todo es que escuchándole a él y haciendo lo propio con Alberto Núñez Feijóo una cosa está clara: las relaciones entre los dos grandes partidos de la derecha están peor que nunca. Para gozo de Pedro Sánchez, por cierto. Eso sí, nadie le puede acusar de veletismo. Su pensamiento, guste o no, no ha cambiado en función de las conveniencias coyunturales. Con todo, la gran noticia del mes es el inminentísimo nacimiento de su quinto hijo, el tercero con su actual pareja, Lidia Bedman. Quinto vástago que, a tenor de sus palabras, probablemente no sea el último.

PREGUNTA.- Ha pasado una semana desde la abrupta ruptura de los gobiernos regionales con el PP, ¿se arrepiente? ¿Ha cometido un suicidio político?

RESPUESTA.- Ya lo dijeron todos los medios de la órbita del centroderecha cuando presentamos la primera moción de censura contra Sánchez pero aquí seguimos. No me arrepiento. El suicidio político habría sido convertirnos en cómplices de la inmigración masiva que están promoviendo el PP y el PSOE.

P.- En Canarias hay 6.000 menas y van a repartir a 340 por la geografía española, es el 5,7%.

R.- No es una cuestión de números sino de concepto. El problema es que, en cuanto se reparten, entran más. Es un mensaje que llega a las mafias. Los menas siguen llegando permanentemente y nosotros queremos poner pie en pared porque, en primer lugar, no son niños. En Aragón, las pruebas biológicas mostraron que el 90% no eran ni siquiera adolescentes sino mayores de edad. Estamos ante una estafa política. En segundo lugar, la mayoría son hombres, aunque los medios de comunicación a veces nos muestren a las mujeres o niños. Más del 90% son varones en edad militar y proceden de sitios en los que no hay guerra, como Marruecos o Mauritania. Hay que devolverlos. ¿No tiene Sánchez una buena relación con Mohamed VI? ¿Tiene una relación de amistad, de colaboración o de sumisión? Sánchez es un lacayo de Mohamed VI y no puede devolver a los niños marroquíes con sus padres marroquíes.

P.- ¿Usted los devolvería en el acto?

R.- Sin ninguna duda. Habría que utilizar toda la capacidad diplomática de España y de la Unión Europea para hacerles ver que sus nacionales son suyos y que no tenemos que asumirlos en Europa. Si fuesen noruegos, los habríamos devuelto inmediatamente. Estamos convirtiendo a las instituciones españolas y europeas en cómplices de un secuestro, permanente e institucionalizado, de menores. Y la única forma de señalarlo es decir «hasta aquí hemos llegado».

P.- ¿Por qué Vox defiende en el Consell de Mallorca que se acojan menas?

R.- No defiende eso. Dice que no tienen ninguna capacidad de impedirlo. Es una confusión. Los ayuntamientos y otras instituciones -como diputaciones, consells o cabildos- no tienen competencias y por eso no vamos a tomar medidas. Hemos actuado con firmeza y con responsabilidad tanto a la hora de formar gobiernos como de salir de ellos y, lógicamente, vamos a actuar con la misma firmeza y responsabilidad en los ayuntamientos. No vamos a romper todos los pactos municipales si los consistorios no tienen capacidad de decidir sobre un centro de menas. No vamos a decir a los presidentes de los parlamentos regionales que abandonen sus puestos, porque no tienen ninguna función en esa materia. Es una medida circunscrita exclusivamente a los gobiernos que podían votar, o no, en la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia, en la que se acordó el reparto de menas, y que votaron porque Feijóo decidió romper los pactos. Nosotros, lógicamente, somos coherentes.

P.- A mí me cuentan que algunos presidentes regionales del PP no querían aceptar menas, pero también que la mayor parte de los dirigentes de Vox en gobiernos regionales no se querían ir y se resistieron con uñas y dientes. Creo que ha habido dedazo de Feijóo y de usted.

R.- Yo no he visto esas uñas y esos dientes. Sólo nos quedó una salida después del planteamiento de Feijóo de dar la orden de votar a favor de ese reparto, a pesar de que los presidentes regionales nos habían trasladado que no estaban de acuerdo y que iban a votar en contra.

P.- ¿Qué presidentes regionales iban a votar en contra?

R.- Más de la mitad. No quiero señalar a ninguno. Nosotros teníamos esa información y hasta el último momento no sabíamos lo que iba a pasar. Nos transmitieron informaciones contradictorias, e incluso falsas, cuando se estaba produciendo la reunión. Hasta que salió la ministra y vimos que todos habían votado a favor. Fuimos engañados. Pero convocamos nuestro Comité Ejecutivo Nacional, debatimos -porque aquí se debate, no hay decisiones de carácter norcoreano- y se tomó la decisión de abandonar los gobiernos. Le concedimos a Feijóo el divorcio que lleva pidiendo tanto tiempo. Fue Feijóo quien intentó impedir estos pactos de gobierno con uñas y dientes.

“Feijóo, pobre, no soporta que Sánchez le diga que gobierna con la ultraderecha”

P.- ¿Todos? ¿Antes, durante o después de las elecciones?

R.-Intentó impedirlos todos, pero a la fuerza ahorcan. Necesitaba un apoyo para la investidura fallida, pero Feijóo pretendía un acuerdo de esos que Vox no hace: quería que le diéramos los gobiernos y luego ya pactaremos.

P.- ¿Feijóo siente vergüenza de pactar con Vox?

R.- Feijóo, pobre, no soporta que Sánchez le diga todos los miércoles que gobierna con la ultraderecha. Entonces estaba anhelando esta resolución y ha encontrado un asunto decisivo para nosotros -la inmigración- como fórmula de ruptura. La cuestión no es el pequeño número de menas que se van a repartir entre las comunidades autónomas, tampoco de los miles que hay en Canarias. El problema es la inmigración en sí.

P.- Todavía quedan 5.660 menas en Canarias.

R.- Pues esperemos que las instituciones europeas y españolas se pongan manos a la obra para devolverlos con sus familias. Ésa es la única solución que aceptamos.

“No vamos a torpedear los gobiernos del PP, negociaremos ley a ley”

P.- ¿Qué le parece que la palabra más pronunciada en el debate político español sea «ultraderecha»?

R.- Este Gobierno está en manos del terrorismo, del golpismo separatista y del comunismo, de personas que todavía cantan La Internacional y que tienen una ideología criminal responsable de millones de muertes. Me da igual lo que nos llamen y no pierdo tiempo en defenderme. No voy a justificarme diciendo que soy liberal, conservador o de centroderecha. Yo tengo estos planteamientos y combato al socialismo, al comunismo y al separatismo. Eso es Vox. Me da exactamente igual lo que nos digan.

P.- ¿Van a seguir colaborando en la gobernabilidad de esas cinco regiones o los van a torpedear?

R.- Torpedear, no. Habría que preguntárselo a Feijóo o a los líderes regionales del PP. Nosotros actuamos con firmeza, pero con responsabilidad para llegar a esos acuerdos de gobierno y en la oposición vamos a seguir actuando así. Tendremos que negociar ley a ley y  negociar los presupuestos. No hemos hecho esto para desestabilizar nada ni para forzar una convocatoria de elecciones, que ni deseamos ni les tenemos miedo. Lo hemos hecho porque no tenemos otra salida. No nos vamos a convertir en cómplices de la inmigración masiva y del efecto llamada que estas medidas representan. A otros quizá esto no les preocupe, para nosotros es el mayor de los problemas actuales y, en el futuro, será todavía más grave. No afecta sólo a la solidaridad, también está la identidad nacional, la seguridad en las calles, el coste de los servicios sociales o la atención sanitaria. Pienso en un español que sigue cotizando, que pide ahora una cita y el médico dice que le ve dentro de un año. Y, en cambio, sale la ministra a decir que la sanidad española es universal. Eso es insostenible. Sánchez dijo en el Congreso que la inmigración era muy buena para la economía, porque los inmigrantes aceptan los salarios que no aceptan los españoles. Por tanto, Sánchez y el socialismo están al servicio de los poderosos que quieren abaratar los salarios en España. Esos salarios ya no sirven para tener una vivienda ni para formar una familia. La inmigración causa problemas de todo tipo. Y cuando digo inmigración, me refiero a la ilegal y a la que no se adapta. Hay una inmigración legal que viene a contribuir y que tiene nuestra misma cultura, que habla nuestra lengua y que tiene una historia común, como la procedente de Hispanoamérica, que puede enriquecer nuestra sociedad, salvo cuando son bandas latinas. Y mientras España y Europa no resuelvan el problema demográfico, esa inmigración puede ser positiva. Pero los que no respetan a las mujeres y piensan que son seres inferiores no son bienvenidos.

P.- ¿Se están islamizando España y Europa?

R.- A marchas forzadas. Hay barrios de Europa donde ya se aplica la sharia y no entra la Policía. Eso va a avanzar más. En el futuro, habrá barrios de Europa que serán como las zonas palestinas de Israel, estarán valladas y tendrán sus propias leyes. Por eso somos muy comprensivos con lo que tiene Israel enfrente, que es un organización terrorista, Hamás, que ha sido legitimada por este Gobierno con el reconocimiento de un Estado de Palestina dominado por Hamás, Qatar e Irán. Éste es un problema de fondo, no sólo para Israel, sino para la Unión Europea. Masas cada vez más grandes de población islamizada -una parte de ellas absolutamente fundamentalista- participan de los procesos electorales en Europa. Ya lo estamos viendo en algunas ciudades de Reino Unido y ha influido en las últimas elecciones francesas.

P.- Hay diez u once alcaldes de grandes ciudades que son de origen musulmán, pero son ciudadanos ingleses de pleno derecho.

R.- La islamización es un problema en la medida en que una parte del Islam es fundamentalista y no reconoce la separación entre la religión y el Estado. Y que una parte de los musulmanes cree que la mujer tiene menos derechos que el hombre. Pero es curioso que sea Vox el que tiene que decir eso frente al presidente feminista que saca a los violadores a la calle. Y, como no saca suficientes, también importa violadores.

P.- Carlos Mazón, María Guardiola, Jorge Azcón, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras y los ciudadanos de esas regiones, ¿pueden estar tranquilos de que no va a haber elecciones?

R.- No es una decisión nuestra. María Guardiola ha decidido apostar por el transfuguismo, por tender la mano al PSOE y a Podemos y no se va a derogar la Ley de Memoria Democrática de Extremadura. Con lo cual, lo tiene muy difícil con nosotros. No puedo hablar de todos como si fueran un bloque, iremos viendo gobierno a gobierno, negociando con firmeza y con responsabilidad. No hemos venido a dinamitar nada sino a defender nuestros planteamientos.

P.- O sea que Guardiola lo tiene regular.

R.- Porque ella quiere tenerlo regular. Se puso una soga al cuello durante las elecciones del 23 de julio, cuando contribuyó a la demonización nacional de Vox y después se vio obligada a gobernar con nosotros. Luego resulta que la gente que le puso Vox no le parece tan mal, porque ha decidido quedarse con un consejero. Estas cosas las veo con cierta indulgencia. Hemos venido a cambiar la política, no la naturaleza humana. Pero viene muy bien que algunos se hayan quedado porque así podemos explicar a la gente lo que es Vox. Vox es firmeza, es renunciar al poder cuando no se comparten ciertos asuntos principales. Se deja de ser de Vox cuando alguien decide quedarse en el cargo.

P.- ¿Estas personas eran independientes metidos en Vox?

R.- Bueno, unos sí y otros no. Yo he leído decir a algún consejero que no estaba de acuerdo con nuestras posiciones en inmigración o sobre la Ley de Violencia de Género y alguna más. Pero hace un año, dos y cinco teníamos las mismas posiciones.

P.- ¿Y va a expulsar a los militantes que se han quedado en los gobiernos regionales?

R.- No se han quedado militantes en los gobiernos regionales.

P.- Ha pasado un año desde las elecciones generales. Mirándolo con perspectiva, ¿que pasó para que no ganase la derecha?

R.- Pues que frente al Yoli-Pedro, Pedro-Yoli y esa coordinación en la campaña electoral por parte de socialistas y comunistas nos encontramos a un Feijóo que había regado a los medios de derechas para demonizar a Vox igual que la izquierda. Nos encontramos a un Feijóo que decidió no comparecer en un debate y me dejó completamente solo frente a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Yo voy sin ningún tipo de problema ni cobardía.

P.- En ese debate, el 66% del tiempo fue para ellos y el 33%, para usted, que se quedó solo ante el peligro, ¿la ausencia de Feijóo fue decisiva en el resultado electoral?

R.- Fue absolutamente decisiva. Pero, sobre todo, la decisión del PP y de Guardiola de atacar a Vox en los mismos términos que la izquierda, con un mensaje proinmigración, de feminismo exacerbado y de ecologismo atroz. Precisamente en Extremadura, con sus problemas con el campo por el Pacto Verde que en Bruselas apoyan el PP y el PSOE. Eso tuvo consecuencias y, probablemente, desmovilizó a mucha gente, que se quedó en la playa.

P.- ¿Qué opina de Begoña Gómez?

R.- Pues que no tiene una licenciatura y sin embargo tiene una cátedra. Eso no le pasa a nadie en España más que a la señora del presidente. Según la Universidad Complutense, no está colaborando para aclarar por qué registró a su nombre un software comprado con dinero público. Y eso también es muy raro. Un software regalado por empresas a la Complutense. No sabemos si fue el marido quien llamó para que recibieran a esa señora, es algo que nos gustaría aclarar. Todo lo que está pasando en torno a Begoña Gómez y al hermano de Sánchez es delirante. Sánchez estaría como un loco pidiendo la dimisión de cualquier otro político envuelto en casos de corrupción de esa naturaleza. Sin embargo, sigue atrincherado en el poder.

P.- ¿Y por qué cree que es así?

R.- Porque es la única manera de no acabar en la cárcel o en un banquillo. Necesita el poder para no acabar juzgado y para tener todos los instrumentos y los resortes necesarios para protegerse a sí mismo y a su familia.

P.- ¿Begoña Gómez es una corrupta?

R.- Eso lo dirán los jueces. Todo lo que vemos huele muy mal. Vox está acusándola de corrupción privada. Pensamos que ella está corrupta, pero también que no se puede corromper sola.

P.- ¿Sánchez es un corrupto?

R.- Creo que también. Este miércoles, en el Congreso, Sánchez le dijo a Feijóo que ya no le tenía que pedir permiso a Abascal, que se había roto el matrimonio. Entonces, Begoña Gómez le tiene que pedir permiso a Sánchez. O sea, que todo lo que ha hecho ha sido previa conversación con él. Estoy convencido de que no ha hecho nada en solitario y de que Sánchez está absolutamente al tanto de todo lo relativo a Begoña Gómez y a ese otro señor que lleva sus mismos apellidos.

P.- Usted dijo en el Congreso que Sánchez había llamado a empresas.

R.- No, yo le pregunté a Sánchez y esperaba su afirmación. Lo repetí cuatro veces. Le pedí que nos dijera a cuántos CEO de empresas cotizadas que dependen de la regulación pública había llamado personalmente para que recibieran a su mujer. Le dije que era la única pregunta que le iba a hacer y que estaría bien que me la contestase por una vez. No lo hizo. Lo repetí de nuevo en mi réplica. Sólo vi su mala cara, pero tampoco me contestó.

P.- Usted es mejor persona que Kim Jong-un y no ha asesinado a gente (risas), ¿cómo cree que acabarán el caso Begoña y el caso Azagra?

R.- Espero que acaben con condenas. Todo lo que estamos viendo es muy evidente. Ningún español podría salir impune de los tribunales después de este tipo de acusaciones. No concibo que esto pueda acabar de otra forma. Y, si acaba con condenas, lo único que me preocupa es que llegue al Tribunal Constitucional y hagan lo mismo que con los ERE: que hagan un Griñán, un Chaves y, en definitiva, nos digan que el Tribunal Supremo ya no vale para nada. Han convertido al Tribunal Constitucional en un tribunal de casación con la asistencia del PP, que votó a favor de Conde-Pumpido en el acuerdo con el PSOE. Por eso criticamos todos los acuerdos del PP con el PSOE. Si hay un golpe a la Constitución que quiere destruir el Estado de Derecho, tenemos que ser capaces de mantener distancia infinita con el Gobierno. Cualquier pacto con Pedro Sánchez es un auxilio a Pedro Sánchez. Da igual si es en el Constitucional, en RTVE, en el Consejo General del Poder Judicial, en la Junta Electoral o en Bruselas, donde se han puesto de acuerdo, entre otras cosas, para votar a favor de un vicepresidente del partido de Melenchon, que es pro-Hamás y antisemita.

P.- También se pusieron de acuerdo en el Parlamento Europeo para no respaldar una moción de condena al atentado contra Donald Trump.

R.- El intento de magnicidio del que va a ser el próximo presidente de Estados Unidos tiene un alcance global. Sin embargo, PP y PSOE votaron en contra de incluir esa condena en el orden del día. Me parece muy grave.

P.- ¿Por qué cree que son tan melifluos al condenar el magnicidio frustrado contra Donald Trump?

R.- Porque no quieren legitimar a Donald Trump. En el fondo, lo que hacen con ese tipo de condenas, como la que hizo Feijóo, es decir que la víctima tiene alguna culpa de la crispación y del odio que padece. Creo que hay que ser muy rotundo. 

P.- ¿Lo dice por el tuit de Feijóo? ¿Qué le pareció?

R.- Absolutamente equidistante e incomprensible. No entiendo a Feijóo, no entiendo al Partido Popular. No entiendo sus acuerdos en Europa con Von Der Leyen, que está haciendo un discurso para que le aplauda la izquierda, para ahogar aún más a los agricultores y a la industria española y para seguir condenándonos a la dictadura climática y a la inmigración masiva. No lo comprendo. Pero tampoco comprendo los pactos con Sánchez. Lo que esta semana dijo Feijóo en el Congreso… yo compartía su discurso. El problema es que yo estoy de acuerdo con lo que dice pero no con lo que hace. Tiene que ser consecuente y no tener ningún pacto con Pedro Sánchez.

P.- ¿Hay algún acuerdo entre bastidores entre el PP y el PSOE?

R.- Entre bastidores, no. Es un acuerdo evidente. Pedro Sánchez le repitió insistentemente a Feijóo que tenían un acuerdo en Europa sobre el tema de los medios de comunicación y que no entendía por qué allí lo apoyan y aquí no. Eso es algo que tiene que contestar Feijóo. ¿Reciben órdenes de Von der Leyen? Yo no recibo órdenes de nadie. Ni de Meloni, ni de Orbán, ni de Marine Le Pen. Nosotros tomamos las decisiones en el Comité Ejecutivo Nacional. Las del Partido Popular parece que se toman en el exterior. Tanto el reparto de jueces como, probablemente, la ruptura de los gobiernos regionales, donde parece que le han dicho a Feijóo: «Ahora tú haces lo mismo que hacemos aquí, un pacto de populares, socialistas, progres y comunistas», que es lo que hay en el Parlamento Europeo contra las dos fuerzas patrióticas, que Sánchez ha dicho que tenían que ser excluidas.

P.- ¿Vox ha dado este giro estratégico de romper con el Partido Popular por miedo a ese faker a sueldo que se llama Alvise Pérez?

R.- En absoluto. Nosotros hemos tomado la decisión por pura convicción y porque no vamos a ser cómplices de la inmigración masiva. No tomamos las decisiones por miedo a nada ni a nadie.

P.- ¿Y qué le parece ese sujeto deleznable que es Alvise Pérez?

R.- Me parece que los españoles tienen derecho a reaccionar como consideren oportuno ante la ruina, la corrupción y el ataque a la unidad nacional. Pienso que se pueden equivocar más o menos, pero yo no estoy en condiciones de juzgarles.

P.- ¿Y qué le parece Pérez?

R.- Lejos. Y ya le he dicho todo lo que voy a decir.

P.- ¿Es peligroso?

R.- Eso afírmelo usted, que lo debe conocer.

P.- Yo creo que es un sujeto deleznable, un faker a sueldo. Mayor inmoralidad no cabe.

R.- El tiempo dirá.

P.- ¿Ustedes creen que les puede comer terreno?

R.- Yo no veo la política pensando que los votos son nuestros. Los votos no son de nadie, son de los ciudadanos. Y lo que tenemos que hacer es un esfuerzo mayor para convencerles. En todo caso, han obtenido votos del Partido Popular, de Vox, del socialismo, de la abstención, de nuevos votantes…como nos ha pasado a nosotros. En contra de lo que algunos creen, hemos obtenido votos procedentes de todas las formaciones políticas y creo que eso va a seguir ocurriendo, muy especialmente con la inmigración masiva que llega a España y a Europa.

«Putin es un invasor, el que le está ayudando es Sánchez»

P.- ¿Qué responde a los que le dicen que usted es un aliado de Putin? 

R.- Precisamente Vox es el único partido español que ha traído aquí a todos sus aliados internacionales -Orbán, Marine Le Pen, nuestros socios polacos, amigos italianos…- y todos han firmado una condena a la agresión rusa. De hecho, en el Parlamento Europeo, esta semana, hubo una resolución de ayuda a Ucrania y otra alternativa de nuestro grupo que señalaba con claridad la condena de Putin. El que está ayudando a Putin es Sánchez. España le compra mucho más gas que antes de la guerra. El Gobierno de Pedro Sánchez está financiando las armas rusas y, a la vez, envía ayuda económica y militar a Ucrania. Tienen que explicarlo ellos, no nosotros, que estamos muy tranquilos con nuestra posición.

P.- ¿Putin es un asesino? 

R.- Me parece que ha hecho una agresión absolutamente intolerable que afecta a la soberanía de un país y, por lo tanto, me parece un invasor y una persona que ha iniciado una guerra.

P.- ¿Y moralmente qué le parece?

R.- Pues lejos también. Yo conozco a muchos malos, incluso en España. En el Parlamento español tenemos a ETA. Cada uno elige cuáles son sus fobias según lo que más le afecta en la vida. Y aquí tenemos enemigos muy poderosos de la libertad, de la unidad nacional y de la vida. 

P.- ¿Condena rotundamente la invasión de Ucrania?

R.- Pero lo hemos hecho siempre, la posición de Vox no ha cambiado. Somos un partido que tiene relaciones internacionales poderosas y que queremos poner al servicio de España. No hemos perdido ninguna relación internacional, en contra de lo que se dice. Se han publicado mentiras. Vox ha cambiado de grupo, pero los aliados siguen siendo los mismos.

P.- Menos Meloni.

R.- No, no, Meloni está en el otro grupo, igual que nuestros socios polacos. Pero siguen siendo nuestros aliados políticos. La relación personal y bilateral con Fratelli d’Italia y con Giorgia Meloni está intacta. Es la misma hoy que ayer.

P.- A mí no me dicen eso, me dicen que Meloni se ha cogido un cabreo importante después de la ruptura.

R.- Quien diga eso miente.

P.- El plan de «regeneración democrática» de Pedro Sánchez que, en realidad, habría que denominarlo de degeneración democrática, huele regular, ¿a usted qué le parece?

R.- Sánchez dijo que era intolerable que los partidos políticos pudieran comprar líneas editoriales de medios de comunicación e inmediatamente después anunció 100 millones para digitalización de medios, que yo pensaba que ya estaban digitalizados. Es decir, 100 millones para comprar líneas editoriales de medios de comunicación. Lo que quiere hacer Sánchez es cerrar los medios de comunicación que no le gustan a su señora o que no le gustan a él. 

P.- ¿Cree que Sánchez acabará cerrando medios? El País no lo va a cerrar nunca…

R.- No lo va a lograr. Honradamente, creo que vamos a conseguir sentar en el banquillo a Pedro Sánchez antes de que logre eso y vamos a conseguir echarle del poder.

P.- ¿Y qué van a hacer para contrarrestar y parar esta ley mordaza

R.- Votar en contra.

P.- ¿Algún tipo de medida judicial?

R.- Lo estudiaremos todo. En este momento, no sabemos en qué medida podría incumplir las leyes. Pero incluso las medidas judiciales ya las vemos con escepticismo porque cuando las cosas llegan al Tribunal Constitucional pasa lo que pasa. 

P.- ¿Suprimiría el Tribunal Constitucional?

R.- Va en nuestras posiciones políticas desde la fundación de Vox. No debería haber un Tribunal Constitucional sino una Sala de Asuntos Constitucionales en el Tribunal Supremo. Y defendemos que el Consejo General del Poder Judicial debe ser elegido exclusivamente por jueces.

P.- La Constitución dice que 12 vocales de 20, no todos.

R.- Pero elegidos por los jueces, no por los partidos. Y eso no se hace desde los cambios legislativos de los 80. Y no quieren cambiarlo. Me gustaría un Tribunal Supremo totalmente profesional y sin ningún tipo de influencia política.

Abascal: «Comprendo perfectamente el saludo de Dani Carvajal a Sánchez, yo ni le saludo»

P.- ¿Ha seguido la Eurocopa? ¿Ha estado atento a lo que ha pasado con nuestros campeones? 

R.- Sí, lo he disfrutado mucho.

P.- ¿Y qué le parecía cuando los socialistas y comunistas decían que cada gol de Lamine Yamal era «un gol a la extremaderecha»?

R.- En primer lugar, he disfrutado mucho de ver a españoles de distinto color y procedencia unidos e integrados en un mismo equipo para defender los colores de España. Es un buen ejemplo de lo que nosotros defendemos. He llegado a leer mensajes en redes que decían que los de Vox estábamos rabiando porque un vasco había metido el gol, un jugador que además es de origen guineano… Pues resulta que un vasco preside Vox y el secretario general del partido es de procedencia guineana.

P.- Y no es blanco, precisamente…

R.- No, no, Ignacio Garriga es mulato. Buscan politizarlo todo, como Sánchez pretendió politizar la recepción de los jugadores y tuvo que llevarse a un montón de niños a que gritaran «¡presidente, presidente!» en un acto totalmente norcoreano para compensar las caras largas de los jugadores.

P.- ¿Qué opina del frío saludo de Dani Carvajal al presidente?

R.- Pues yo lo comprendo perfectamente. Tenga en cuenta que yo ni le saludo.

P.- ¿No saluda nunca a Sánchez?

R.- No, nunca. Quizá el día del debate.

P.- ¿Y él no le dice «hola, Santiago»?

R.- No, no hay mucha conversación. 

P.-¿Qué le pareció entonces el saludo de Carvajal?

R.- Pues me parece normal. A la gente no se le puede hacer comulgar con ruedas de molino. No sé exactamente qué estaría pensando, quizá en su padre que es policía nacional… pero todo mi respeto para Dani Carvajal. No se puede obligar a nadie a saludar como no quiere. ¿O el consentimiento sólo es para los besos? 

P.- A lo mejor quería que le besase la mano.

R.- O una inclinación de rodilla a su majestad Sánchez. Pero es curioso, porque han intentado decir que la selección representa una cosa y que no se parece nada a Vox y la ultraderecha… Pues oye, yo he celebrado mucho ver a todos estos chavales gritando: «¡Gibraltar español!». Eso me parece bien, porque Gibraltar es español.

P.- Hacía 40 años que nadie hablaba de reclamar la españolidad de una parte de España y llegan unos chavales y nos recuerdan que es la última colonia de Europa y que ese asunto sigue sin resolverse.

R.- O cuando le preguntan a Nico Williams qué le pediría al presidente del Gobierno y responde: «Que baje los impuestos». Pues estamos de acuerdo. Es muy penoso que lo politicen todo. Politizaron la victoria de las chicas y ahora la de los chicos. Les ha salido mal. Pero todo sirve para la autocracia, para este socialismo que quiere quitarnos las libertades, que pacta con los enemigos de España y que luego hace como que se alegra mucho con las victorias deportivas y las intenta utilizar de manera partidaria. Lo que pasa es que le sale mal.

P.- ¿Van a tomar algún tipo de medida política, local o internacional, para que se cumpla el mandato de la ONU y Gibraltar vuelva a manos españolas?

R.- Lo hemos hecho siempre, de muchas maneras. De hecho, a muy pocos metros en la entrada de la sede está uno de los bloques que trajimos de Gibraltar, de los que tiró Picardo para impedir faenar a los pescadores españoles. Y ésa es una espinita que tenemos en el corazón y que jamás dejaremos de reclamar. Un buen momento para negociar seriamente hubiera sido el Brexit. Lo que hay que hacer para que esto vuelva a manos españolas, a las que corresponde, es industrializar el Campo de Gibraltar, hacer que los españoles tengan futuro, que sea un sitio próspero, que no acaben laboralmente secuestrados por el régimen de Picardo. Y asumir que hay una frontera y, mientras no nos lo devuelvan, España tendrá que decidir cuáles son las condiciones de paso. Pero, antes de eso, hay que dar una salida a toda la gente que en estos momentos está trabajando en Gibraltar y que son españoles que entran y salen.

P.- Apenas 24 horas después del gélido saludo en Moncloa, El País puso a sus periodistas de investigación a indagar en el patrimonio de Dani Carvajal. Lo revelamos en OKDIARIO, ¿qué le parece?

R.- Que son una mafia. El miércoles, el presidente del Gobierno hablaba de líneas editoriales compradas y eso es una línea editorial comprada. Una línea editorial que sale, en defensa del autócrata, a perseguir a un español que saluda como le apetece y que tiene todo el derecho a hacerlo. Que por eso se inicie una investigación periodística para difamarle me parece de una gravedad extraordinaria que retrata perfectamente a Pedro Sánchez y que eleva a la víctima de esa investigación.

P.- Y la última pregunta, de carácter personal, ¿cuándo va a ser papá?

R.-Pues espero que en los próximos días. Me debe faltar una semana, más o menos.

P.- ¿Qué se siente cuando va a quintuplicar la media de natalidad de este país?

R.- Pues que he cumplido, ¿no? No sé si será el último, no me atrevo a afirmarlo. Para eso, yo soy un poco resignado, los que me manden.

P.-¿Se va a coger la baja de paternidad?

R.- Es obligatorio. No sé si son cuatro o seis semanas. No tengo otra opción. Pero me va a coincidir casi con las vacaciones de agosto…

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