Abascal: «ETA intentó matar a mi padre tres veces, la última tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco»

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Santiago Abascal con Bertín Osborne en el programa 'Mi casa es la tuya'.

«Me saqué la licencia de armas con 23 años para proteger a mi padre, además yo también estaba amenazado», ha explicado este viernes Santiago Abascal en el programa Mi casa es la tuya de TeleCinco. El candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno ha acudido al programa de Bertín Osborne, quien le ha preguntado si alguna vez ha pasado miedo.

«Tenía miedo de que mataran a mi padre», ha relatado Abascal, «cuando tenía 21 años las amenazas eran permanentes, porque casi toda la familia iba en las listas del PP, «nos montaban manifestaciones a la puerta de casa,  llegaron a pintar amenazas en los caballos de mi padre… ETA intentó asesinar a mi padre tres veces, pero la Guardia Civil y la Policía Nacional lo frustró. En una ocasión pretendían matarle cuando montaba a caballo, porque un chivato había facilitado su recorrido a la banda terrorista».

El último intento de las banda de matar a Santiago Abascal Escuza iba a producirse «justo después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, pero la Guardia Civil abatió a los dos terroristas unos días antes en Bilbao», ha relatado el presidente de Vox.

Aunque nacido en Bilbao, Santiago Abascal vivió hasta los 23 años en la población de Amurrio. «Mi abuelo montó una tienda de ultramarinos en Amurrio», ha relatado a preguntas de Bertín Osborne, «en 1963 el gobernador civil le dijo: Tienes que ser alcalde. Como se negaba, el gobernador le amenazó con meterle la cárcel, así que fue alcalde desde 1963 a 1969».

«Quemaron la tienda de mi padre dos veces»

Luego montó una pequeña industria textil, pero «en los primeros años de la democracia se la hundieron los sindicatos próximos a la mafia y la banda terrorista, que pretendía que pagara el impuesto revolucionario. Estoy orgulloso de que nunca cediera al chantaje terrorista».

Años después, el padre de Santiago Abascal montó un comercio de ropa en Amurrio, que ahora regentan su madre y su hermana: «Nos la quemaron dos veces. En 1999, cuando tenía 23 años, había salido un viernes por la noche y me enteré de que le habían pegado fuego. Cuando llegué allí, encontré a mi padre, dentro de la tienda humeante. Le dije un abrazo y le dije: Nunca nos iremos de allí. Mi padre compartió conmigo muy pronto las amenazas de la banda terrorista ETA, pero nunca se planteó abandonar el País Vasco».

Santiago Abascal es padre de cuatro hijos: los dos primeros (Jaime de 14 años y Adriana de 12) de su primera pareja, con la que se casó por lo civil en 2003 y luego se separó. El año pasado se casó por la Iglesia con su actual mujer, con la que tiene otros dos pequeños: Jimena de cinco años y Santiago de tres.

«Creo que se sienten orgullosos de mí», ha afirmado, «los dos mayores a veces leen cosas terribles sobre mí y se ven obligados a defenderme. De mayores podrán ser lo que quieran, podrán tener fe o no, ser de derechas o de izquierdas… pero lo que vería como una traición es que se volvieran contra España. Sería como traicionarme a mí, a sus abuelos… La lealtad a la patria es esencial».

«Rajoy es el albacea testamentario de Zapatero»

Abascal ha explicado cómo fue vivir toda su juventud bajo la amenaza terrorista y por qué rompió en 2013 con el PP, el partido en el que había militado durante casi 20 años: «El PP a través de Rajoy dejó de representar los valores en los que creo. Rajoy se convirtió en el albacea testamentario de Zapatero, mantuvo todo lo que había criticado: la hoja de ruta de la negociación con ETA, las subidas de impuestos, la Ley de Memoria Histórica, el aborto… La gota que colmó el vaso fue en 2008, con la traición a María San Gil, y en 2013 cuando se producen las excarcelaciones de etarras. Yo no podía seguir en ese barco».

Abascal ha asegurado que su partido no es homófobo («en Vox hay muchos gays que se identifican con la bandera de España y no piensan como el movimiento LGTBI») y ha confesado que le molesta especialmente que acusen a Vox de justificar las agresiones a mujeres. «Pero contra la propaganda no se puede luchar», se ha lamentado.

«La actual Ley de Violencia de Género convierte al hombre en sospechoso, por el mero hecho de ser hombre», señala el presidente de Vox, «se está utilizando en procesos de divorcio para presentar denuncias que no son normales. Esa ley no ha logrado reducir los crímenes contra mujeres, pero sí ha hecho que muchos hombres inocentes desfilen por las comisarías y los calabozos».

«La Fiscalía dice que las denuncias falsas por violencia de género son el 0,001%», ha añadido, «pero lo que sabemos es que más del 80% de las denuncias son archivadas, sobreseídas o inadmitidas. Eso no significa que todas sean falsas, claro, también puede haber mujeres que denuncian y no logran acreditar los hechos. Nosotros defendemos una Ley de Violencia Intrafamiliar justa, que trate por igual a los hombres y las mujeres».

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