Crisis del coronavirus

62.195 muertos y 5,8 millones de contagios desde que Sánchez proclamó: «Hemos vencido al virus»

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Pelayo Barro

Fue el 10 de junio de 2020 cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció desde la tribuna del Congreso de los Diputados a toda España que la pandemia de coronavirus ya era cosa del pasado. «Hemos vencido al virus», aseguró un Sánchez ya sumergido de lleno en la campaña electoral de las elecciones gallegas y vascas. Poco después pediría a los españoles que retomaran sus vidas y que no tuvieran «miedo a los rebrotes». Ha pasado año y medio de aquellas declaraciones y la factura del coronavirus ha sumado cerca de 61.000 fallecidos más y más de 5,8 millones de contagios.

Poco queda, más allá de la hemeroteca, de aquellos mensajes triunfalistas que el Gobierno de Sánchez y el propio presidente lanzaba en junio y julio de 2020, en los que el Ejecutivo se arrogaba la victoria sobre una pandemia que tan sólo había mostrado hasta entonces la primera de sus oleadas. Tras aquello, llegarían otras cinco olas, un confinamiento perimetral y un toque de queda asentados en un estado de alarma de seis meses que el Tribunal Constitucional terminaría declarando ilegal. 

Estadísticamente, la pandemia no sólo no fue vencida en junio de 2020, como aseguró con entusiasmo Sánchez en la Cámara Baja. Aquel mismo día, el informe epidemiológico diario del Ministerio de Sanidad reflejaba que en España se habían registrado 242.280 contagios. Una cifra que hay que multiplicar por 25 para alcanzar los 6,1 millones de contagiados oficiales que reconoce a día de hoy el Gobierno y Sanidad. Son 5,8 millones más que los que tenía España cuando Sánchez lanzó aquel mensaje triunfal.

La factura letal de la pandemia tampoco había alcanzado su cima por aquellos días. De los 27.136 fallecidos contabilizados el 10 de junio de 2020 se ha pasado a los 89.331 que reflejan las estadísticas de Sanidad. Más del triple. 62.195 muertos más desde que España venció en falso al virus.

«Lo más duro ha pasado»

Antes de aquella declaración triunfal en el Congreso, Pedro Sánchez ya había mostrado su optimismo con el hecho de que «lo más duro» de la pandemia de coronavirus ya había pasado. Lo hizo el 23 de mayo, en uno de sus mensajes televisados a todos los españoles por Moncloa.

«Lo más duro ha pasado, lo más difícil ha quedado atrás. Vemos ya mucho más que la luz al final del túnel: lo que estamos viendo es el final del túnel», aseguró el líder socialista.

El mensaje a difundir esos días era muy claro: la pandemia era cosa del pasado y había que reactivar la economía. De fondo, la campaña de las elecciones gallegas y vascas. El 4 de julio, durante un mitin en La Coruña, Sánchez fue más allá: «No bajemos la guardia, pero no nos dejemos atenazar por el miedo. Hay que salir a la calle, hay que disfrutar de la nueva normalidad recuperada, hay que recuperar la economía, hay que disfrutar y ser conscientes de que el Estado está mucho mejor preparado para luchar contra el Covid».

Presumía de atención primaria

Además, Sánchez advertía que «hoy los servicios de atención primaria están mejor dotados para poder detectar precozmente cualquier tipo de rebrote que haya en Galicia o en el conjunto del país».

Hoy, todas las organizaciones médico-sindicales coinciden en señalar la saturación total de la atención primaria en España como clave de esta sexta ola, que deja cifras de contagios récord de toda la pandemia. Esta semana, España superaba los 100.000 contagios en un sólo día. Más de un tercio de lo que se acumuló en toda la primera ola.

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