Volkswagen Navarra recupera la producción de casi 6.000 coches sin terminar por falta de piezas
Volkswagen Navarra vuelve a la normalidad. La campa de la factoría de Landaben permanece vacía desde hace dos semanas y ya no tiene ningún coche sin terminar tras la incorporación de los chips que faltaban en la pantalla del navegador y la columna de la dirección por el impacto de la crisis de los semiconductores, según han confirmado fuentes de la compañía alemana en conversaciones con este diario.
En concreto, la planta de Volkswagen Navarra produjo en el mes de mayo casi 6.000 coches incompletos -modelos Volkswagen Polo y Volkswagen T-Cros- por la falta de aprovisionamiento de piezas clave en el ensamblaje de las unidades derivada del golpe de la crisis de semiconductores que sufre la industria del motor a nivel mundial -y que ha golpeado especialmente al fabricante automovilístico alemán que sufre la misma situación en Seat Martorell-.
«La fábrica permanece cerrada por vacaciones desde el pasado 1 de julio, momento en el que se terminaron las últimas unidades que estaban incompletas por la falta de piezas hasta dejar las campas ‘limpias’ ante la alta demanda que tienen los modelos que se ensamblan en Volkswagen Navarra», explican las citadas cuentes.
Además, señalan que «los niveles de penuria de abastecimiento de piezas afectaban al chip que gobierna el MIB -pantalla del navegador- y la columna de la dirección, pero se han logrado corregir» con la llegada de piezas que han permitido trabajar con ‘normalidad’ para terminar los 6.000 coches incompletos que se encuentran en las campas de la fábrica, que estan parados sin poder salir a los concesionarios.
Nuevo ERTE, nuevas paradas
Un situación que ha provocado que el fabricante alemán aplique un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas organizativas y productivas, que tendrá vigencia durante el segundo semestre de 2021, hasta el 31 de diciembre, tras finalizar el ERTE del primer semestre.
«Las causas son las derivadas del impacto de la crisis del coronavirus en el sector de la automoción, la falta de programa productivo y componentes (semiconductores, en este momento) y las que puedan surgir como consecuencia de los lanzamientos hasta alcanzar la producción establecida para los tres modelos», explica la compañía.
Con este nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), «se evita tener que bajar el ritmo de producción actual en cada día» y se opta por «concentrar la necesidad de no producir en días o turnos completos y así poder mantener el empleo, como establece el actual convenio colectivo», recalcan. ¿El objetivo? Cumplir con las previsiones de ensambles previstos para 2021 y evitar que la factoría pierda puestos en el ranking.
El acuerdo finaliza con la consideración para las partes firmantes de que, «tras 16 meses de pandemia, este acuerdo constituye el tránsito adecuado a través del cual se acceda a la situación planificada de fabricación de tres modelos, plena capacidad productiva, y que sea un paso más en el camino a la adjudicación del coche eléctrico -que esta en duda, ya que Seat se perfila como la candidata preferida por Alemania, lo que ha provocado grandes disputas internas- «.