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Los vinos de Rueda han vendido sólo un 8% menos gracias a las terrazas pero prevén un otoño duro

La Denominación de Origen (D.O.) Rueda ha visto cómo la pandemia volatilizaba de un plumazo las ventas del canal de restauración, que suponían un 65% del total. Después de un verano dinámico donde el tirón de la marca se ha notado, la nueva añada viene con dudas ante la llegada del frío y el fin de las terrazas.

Los vinos de Rueda han vendido sólo un 8% menos gracias a las terrazas pero prevén un otoño duro
Santiago Mora, director general de la D.O. Rueda

Este mismo fin de semana comienza la vendimia en la Denominación de Origen Rueda, una de las más conocidas en España para vino blanco y que ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. Las previsiones con respecto al estado de la uva y la cantidad que se prevé son muy buenas, pero paradójicamente esto no es tan buena noticia como parece: tras la caída del consumo por el confinamiento, tener más producción no va a ser sinónimo de vender más.

Santiago Mora, director general de la D.O. Rueda, relata a OKDIARIO cómo ha sido la experiencia de las 74 bodegas que conforman su Denominación de Origen después de que el estado de alarma el 15 de marzo cambiara radicalmente la situación y volatilizara de un plumazo las ventas del canal horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías), que suponían el 65% del total.

«A 31 de marzo íbamos con un incremento de ventas del 6% respecto al año pasado, que fue de récord con 93 millones de botellas vendidas. En abril bajamos un 60% en ventas, en mayo un 30% menos, en junio un 8% menos con la desactivación del estado de alarma y en julio hemos vendido un  20% más respecto a julio del año pasado, con un récord al que nunca se había llegado que son 11 millones de contraetiquetas entregadas. Por tanto a 31 de julio sólo hemos caído un 8%». Las ventas están yendo algo pero en agosto, asegura Mora, con más gente asustada por los aumentos de datos de PCR positivas, pero aún así se puede decir que el verano y las terrazas han conseguido que la venta de estos vinos blancos no empeore tanto como podía imaginarse.

Según Mora, «la marca se ha comportado muy bien y en épocas de crisis las marcas potentes se convierten en refugio y eso es un activo». Los datos de Nielsen que manejan en la D.O. dicen que ahora los supermercados han aumentado el 30% sus ventas de vino con denominación de origen, y que dentro de esta subida, Rueda es la D.O. que más ha crecido. La explicación, asegura, es que los consumidores tienen buena imagen de su marca y la piden.

Trunca un camino

El coronavirus ha truncado las previsiones de la D.O. Rueda, cuya principal bodega es la vallisoletana Cuatro Rayas. La D.O. venía creciendo un 6% año a año y ahora no puede hacer una previsión de qué va a pasar «ni de las próximas semanas».

Cada bodega hace su propia estrategia y en estos momentos se están redefiniendo. Hay bodegas que siguen creciendo -las que vendían más en canal supermercado- y otras que lo están pasando bastante peor y les cuesta más, redefiniendo sus línas estratégicas, de generar más valor.

Algunas de las zonas donde Rueda vendía mucho, como Benidorm con el turismo inglés, están casi completamente cerradas y su comercialización en canal horeca no existe. Otras que dependen del turismo nacional, como el norte de España o Andalucía, tienen más dinamismo.

«Como somos una D.O. que hemos crecido mucho en los últimos años, las bodegas tienen los balances saneados»

Probablemente, reconoce Mora, «muchas sufrirán en sus cuentas de resultados. Cuanto más larga sea la crisis más exigentes desde el punto de vista financiero, de balance, de pérdidas y ganancias serán las cuentas. Aunque la ventaja es que como somos una D.O. que hemos crecido mucho en los últimos años, las bodegas tienen balances saneados».

En el otoño caliente que se avecina, el sector de la hostelería busca seguir explotando las terrazas, fomentar el reparto a domicilio, incluso calentar espacios exteriores para poder seguir con ellas.

Producir menos

Lo que sí va a ocurrir de cara a la vendimia que empieza ahora y a la añada de 2020,  las bodegas reducirán muchas de ellas su producción pues se encuentran ante una previsión de menos comercialización y menos vino en las bodegas. «La calidad del fruto se antoja muy buena con respecto a la uva, pero las circunstancias iniciales y las previsiones tan cambiantes hacen difícil que las bodegas tomen decisiones acertadas, cada una tomará la decisión de cuanta uva comprara y cuantas botellas hace».

En otros espacios vinícolas de referencia, como la icónica región de la Champaña francesa, la reducción de la vendimia del champán para este año será del 20%.

Tradicionalmente la nueva añada que se lanzaba después del 15 de octubre tenía muy buena acogida, sobre todo en los bares de Madrid. Luego la Navidad era un periodo de grandes ventas. Ahora todo esto está sujeto a la incertidumbre.

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