Eleva el déficit al 2,5%

Los ‘viernes sociales’ de Sánchez obligan al Banco de España a subir una décima el déficit de 2019

El Banco de España mantiene en el 2,2% su previsión de crecimiento para 2019, pero reduce de forma significativa las previsiones de inflación y advierte del peligro del abandono de la consolidación fiscal.

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Banco de España.

Los ‘viernes sociales’ de Pedro Sánchez y la caída nominal del crecimiento del PIB han obligado al Banco de España a revisar al alza, hasta el 2,5%, el déficit previsto para este año. Se trata de una décima más de lo proyectado por la institución en diciembre. El ajuste no ha sido mayor porque el equipo estadístico no confió hace tres meses en que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) -que estaba negociando la ministra de Hacienda, María Jesús Montero- salieran adelante, aunque sí incluyó en esas previsiones medidas de gasto ya aprobadas, como la subida salarial de los funcionarios.

Pese a que los expertos del organismo reconocen que de manera aislada el impacto en el déficit de medidas, como el subsidio de desempleo para mayores 52 años, es limitado, en su conjunto dañan la contención del déficit en un año en el que también hay que afrontar imprevistos, como la devolución del IRPF por las bajas de maternidad y paternidad desde 2014, fruto de una sentencia de 2018 que Hacienda está ejecutando en su mayor parte con cargo a las cuentas de 2019.

Con todo, el director general de Economía y Estadística, Óscar Arce, ha alertado del riesgo que representa para la economía el abandono temporal de la consolidación fiscal. Arce ha calificado 2019 como un año de “barbecho” para la reducción del déficit y no ha ocultado que están “insatisfechos” con la ausencia de medidas de contención fiscal. Todo ello, según el economista, con la incertidumbre de qué políticas adoptará el próximo Gobierno que salga de las urnas en materia fiscal.

El Banco de España se muestra «insatisfecho» con que 2019 sea «un año de barbecho para la reducción del déficit» 

Este aplazamiento de los deberes fiscales se produce en un momento en el que la economía española sigue creciendo, pero con menos fuerza y más riesgos que en el pasado. La caída del precio del petróleo y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de prolongar los tipos de interés en mínimos e inyectar nuevos estímulos ha permitido al Banco de España mantener sus previsiones de crecimiento para 2018 en el 2,2% y para 2019 en el 1,9%. Pero el organismo ha revisado a la baja su estimación del crecimiento nominal del PIB para este año debido al “mal comportamiento de los precios” que ha reflejado en una rebaja muy significativa del comportamiento que espera para la inflación.

La institución que dirige Pablo Hernández de Cos ha presentado hoy sus proyecciones macroeconómicas y ha aprovechado para advertir de los riesgos que sobrevuelan la economía española por la incertidumbre acerca de la orientación futura de las políticas económicas. De hecho, el organismo subraya que seguir reduciendo el déficit es vital para “reducir la vulnerabilidad de la economía española” en un momento en el que el contexto exterior también presenta amenazas como el Brexit o la guerra arancelaria. Precisamente, en un informe difundido ayer, el organismo cifró en 9.000 millones de euros el posible impacto del Brexit en la economía española en los próximos cinco años.

Pese a que el Banco de España ha mantenido sus proyecciones de diciembre, ha insistido en que de aquí a 2021 (año en el que la economía crecerá un 1,7%) se irá desacelerando el PIB debido a la moderación del consumo de las familias y el empeoramiento de las previsiones de la actividad “como consecuencia del deterioro del comercio exterior”.

Impacto negativo del SMI en el empleo

En este escenario, el empleo avanzará con menos fuerza que en años anteriores. Arce sitúa en el 12% la tasa de paro esperada para finales de 2021 pero en un escenario en el que la población activa avanzará poco. El Banco de España ya había expresado en los últimos meses su preocupación porque el aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tenga un impacto negativo en el mercado de trabajo. Hoy, Arce ha insistido en la amenaza que supone para el empleo aplicar “subidas salariales no ligadas a la productividad sobre el crecimiento del empleo y la competitividad”.

No obstante, el organismo considera que es pronto para cuantificar el impacto de la subida del SMI en el empleo, puesto que lleva tan sólo dos meses en vigor.

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