Turquía carga contra Moody’s por rebajar su nota crediticia
La degradación de la nota que traslada a Turquía del sector de «riesgo sustancial» al de «riesgo alto», fue comunicada anoche y se produce menos de un año después del anterior empeoramiento de la evaluación de Moody’s (de Ba2 a Ba3).
La decisión «no es acorde a los datos básicos de la economía turca y por ello pone signos de interrogación a la objetividad y neutralidad de los análisis de la agencia», dice el Ministerio de Finanzas turco en un comunicado publicado en su web.
La autoridad critica que uno de los motivos citados por Moody’s es que la deuda turca supera en 2,6 veces el nivel de sus reservas financieras, pero que otros países con deudas aún mayores obtienen mejor nota crediticia.
Y en relación al producto interior bruto (PIB), muchos indicadores de la deuda se sitúan en mejores niveles que la media de los mercados emergente, prosigue el comunicado turco.
En este contexto, acusa a Moody’s de no haber contemplado indicadores positivos como la bajada de la inflación desde otoño y el aumento del turismo, o también el retroceso del volumen de importaciones y la subida del de las exportaciones, dos fenómenos impulsados por la devaluación de la lira frente al dólar y el euro.
Además, la agencia evalúa «de forma injusta» la «independencia de las instituciones y la libertad del mercado», lamenta el Ministerio dirigido desde hace un año por Berat Albayrak, yerno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Aunque en el último año, las repetidas críticas de Erdogan a decisiones del Banco Central turco han suscitado preocupación entre los inversores, el comunicado insiste en que desde 2003, Turquía ha respetado los principios del libre mercado.