Trump solo tendría que pagar esta cantidad para comprar Groenlandia
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el pasado domingo su interés por comprar Groenlandia a los daneses. La isla, que tiene una extensión de más de dos millones de kilómetros cuadrados, le costaría al líder americano alrededor de 2.700 millones de dólares, tomando su Producto Interior Bruto (PIB) como el valor de mercado del país.
El presidente añadió además, que mantener la isla supone para el Reino de Dinamarca un total de 700 millones de dólares al año, por lo que la transacción beneficiaría a ambas partes. Sin embargo, tanto el Gobierno danés como el de Groenlandia se mostraron en contra de esta oferta y la Primera Ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, declaró que «Groenlandia no está en venta. Groenlandia no es danesa, es groenlandesa. Espero de verdad que no sea nada que se haya dicho en serio».
A pesar de su declaración de intenciones, Trump no hizo referencia alguna a la cantidad que estaría dispuesto a pagar por isla situada en la zona nororiental de América del Norte. La última referencia que se tiene sobre una oferta de compra por la región autónoma de Groenlandia data de 1946, cuando el presidente americano Harry Truman, ofreció unos 100 millones de dólares en oro a las autoridades por la adquisición del territorio.
Enclave estratégico
El interés de Estados Unidos por la isla se debe a que esta se trata de un enclave estratégico para el país, tanto por su ubicación privilegiada como por sus abundantes recursos. Destaca el valor pesquero y portuario que presenta la región junto a su riqueza en minerales como es el caso del carbón. La isla está habitada únicamente por unos 57.000 habitantes, que ocupan el duodécimo espacio más grande del mundo (diez veces la extensión de Reino Unido).
En los últimos años, la región ha atraído a numerosas empresas de prospección debido a sus potenciales reservas de gas, minerales y petróleo. Sin embargo, la finalidad de Trump a la hora de invertir en la compra de Groenlandia es meramente inmobiliaria, tal y como ha reconocido el propio presidente de Estados Unidos.
En declaraciones a los periodistas, Trump lanzó la posible compra como un movimiento estratégico por parte de Estados Unidos, pero no como una prioridad para su Administración.