Trump creará «un departamento especial» para dar forma al arancel universal que pretende implantar
Donald Trump firmó su investidura con el anuncio económico que más daño podía hacer a Europa: «Un departamento especial» dentro de la Administración para gestionar los aranceles externos y, más concretamente, un arancel universal que pretende implantar y que gravará todas la exportaciones de productos hacia EEUU.
En una toma de posesión plagada de referencias políticas, la economía saltó al primer plano cuando anunció que crearía, dentro de la secretaria económica encargada de los impuestos, «un departamento especial para impulsar e implementar los aranceles necesarios» frente al resto del mundo. Donald Trump se refirió, en ese momento, al «arancel universal» que quiere crear para hacer más competitiva la economía americana, elevando los costes del resto del mundo.
La reacción del mercado
Pese al movimiento, especialmente perjudicial para Europa, la llegada de Trump y sus medidas económicas han sido muy bien recibidas por el mercado, que anoche subió algo más de un punto porcentual.
Ahora sólo queda esperar cuáles son los distintos tiempos que manejará la Administración Trump con el arancel universal, y si llegarán primero otras figuras. Desde Goldman Sachs esperan que esos aranceles lleguen primero a China, y acertaron cuando pronostican que el nuevo presidente de Estados Unidos pospondría esa decisión un mes. En su pronóstico actual, esos aranceles llegarán en marzo.
Todos los productos chinos sufrirían, según las estimaciones de Goldman -y no sólo de Goldman- un aumento del 20%, y otorgan una probabilidad del 70% a que, en ese mismo tipo de aranceles, también se incluyan los automóviles mexicanos.
El ‘arancel universal’
Al la implantación del ‘arancel universal’, o arancel global, que se imponga a todas las importaciones -exportaciones de todos a EEUU-, la probabilidad que le otorga la gran banca de inversión y las distintas casas de análisis es del 40%. En este sentido, tanto Goldman como los propios informes económicos emitidos desde Washington sobre la idoneidad de los nuevos impuestos apuntan a la creación de un arancel universal que, de facto, no termine de aplicarse a todos los países, sino que se realicen excepciones.
En todo caso, los distintos análisis que maneja el Ejecutivo de Trump apuntan a un trabajo previo para tratar las «categorías de importación», o el «proceso en que deben implementarse los nuevos impuestos»..
Ya en 2017, Trump comenzó a utilizar órdenes ejecutivas inmediatamente después de asumir el cargo, lo que refleja su intención de cumplir promesas clave de campaña. En su primera semana de Gobierno emitió siete órdenes ejecutivas. El consenso del mercado baraja un ritmo similar para la puesta en marcha de los primeros aranceles a la importación.
Las promesas de Trump
Durante su campaña presidencial el año pasado, Donald Trump hizo hincapié en el uso de aranceles como un componente central de su política económica. En concreto, citó el mencionado arancel de base universal que oscilara entre el 10% y el 20% para todas las importaciones, con el objetivo de proteger a las industrias nacionales y reducir los déficits comerciales.
También propuso aranceles específicos para países concretos, como el caso de China y esa subida de impuestos de entre el 60% y el 70%.
Impacto en Europa
Los aranceles, especialmente ese arancel universal famoso, en caso de ser del 10%, tendría un impacto del 1% sobre el PIB de la zona euro. El análisis de Goldman Sachs apunta también a una caída de las acciones de las grandes empresas. El beneficio por acción promedio caería entre un 6% y un 7% a lo largo de 2025.
La respuesta de Europa
Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, el Eurogrupo, volvieron en la tarde del lunes a hablar de «reforzar la autonomía estratégica de la Unión» y de evitar «represalias» de Estados Unidos. Un discurso que será reactivo ante lo que haga la Administración Trump, pero que no iniciará movimientos económicos contra Estados Unidos.
«Europa tiene que hacer más para reforzar su capacidad de competitiva», defendió el comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, en declaraciones a su llegada a la reunión del Eurogrupo. El político letón ha destacado la relevancia de las relaciones transatlánticas para ambos socios, «especialmente en el actual contexto de incertidumbre geopolítica» en el que es «muy importante que las democracias occidentales se alíen frente a los retos que suponen las autocracias».
«Abordamos las relaciones con Estados Unidos con este espíritu conciliador, pero también tenemos que ver qué ideas e iniciativas concretas desvela la administración de Trump», ha apuntado Dombrovskis.
Sin embargo, ha agregado que «si es necesario defender los intereses económicos de Europa», la Comisión está «preparada para hacerlo y para responder de manera proporcionada» al tiempo que trabaja en la diversificación de acuerdos comerciales como los suscritos con los países del Mercosur y con México.
«Tenemos una agenda clara y la mejor respuesta que podemos dar es cumplirla porque ahora es todavía más urgente hacerlo», ha indicado, por su lado, el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, quien ha destacado los beneficios de un comercio global abierto, también para Estados Unidos.