Derogar la reforma laboral, subir las pensiones y disparar el gasto

Tres ideas económicas de Sánchez que preocupan a los expertos: laboral, pensiones y más gasto público

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Manifestación de pensionistas en Madrid. (Foto: E. Falcón)

En el tiempo intermitente que ha liderado la oposición, Pedro Sánchez se ha mostrado partidario de aumentar el gasto público (lo que impactaría en la deuda y el déficit), derogar la reforma laboral e incrementar las pensiones. Tres posibles medidas que los expertos miran con preocupación por las repercusiones que tendrían para la economía y los mercados financieros.

Reforma laboral

Los continuos ataques de Pedro Sánchez a la reforma laboral de 2012 son motivo de preocupación de la CEOE que, nada más ser nombrado presidente del Gobierno, le pidió que no derogase esta reforma. Según explica a OKDIARIO el presidente de Sagardoy Abocados, Íñigo Sagardoy, «la recuperación de empleo de estos años ha sido impresionante. Se ha recuperado prácticamente el empleo perdido durante la crisis económica iniciada en 2007 / 2008». En opinión de este experto en materia laboral, esta reforma ha traído «un cambio de cultura empresarial» al dotar a las empresas de «flexibilidad interna como alternativa a los despidos». Desde la CEOE, los empresarios no sólo piden que sus principales medidas se mantengan, sino que en numerosas ocasiones han pedido que se siga profundizando en esa vía.

Reforma de las Pensiones

El PSOE ha sido una de las fuerzas políticas que más ha simpatizado con las movilizaciones de los pensionistas en los últimos meses del Gobierno de Mariano Rajoy. La subida de las pensiones parece prioritario en su agenda, si bien, lo que piden los organismos internacionales es que este asunto se aborde desde la perspectiva de la sostenibilidad, lo que pasa por pactar un nuevo modelo en la comisión del Pacto de Toledo. Parece vital «asegurar la sostenibilidad de las pensiones públicas introduciendo cuanto antes un sistema de reparto basado en cuentas nocionales o individuales, mejorar la calidad institucional y, sobre todo, incrementar el capital tecnológico y humano», señala a este diario el responsable de análisis macroeconómico de BBVA Research, Rafael Doménech.

Control de la deuda

Los vientos favorables de cola que han acompañado a la economía española en los últimos años amenazan con volverse en contra. La fragilidad del acuerdo de Gobierno en Italia y la debilidad que tendrá el Gobierno en ultraminoría de Sánchez pueden generar turbulencias en los mercados que provoquen un aumento de la prima de riesgo y de los costes financieros derivados de la deuda pública, que cerró 2017 en el 98,3% del PIB.

Para enmendar el déficit y controlar la deuda, los expertos vienen tiempo reclamando una reforma de las Administraciones Públicas de calado. Abordar este asunto ha sido una de las grandes asignaturas pendientes que el Gobierno saliente. «En 2018, el número de trabajadores del sector público se sitúa por encima de los niveles percrisis. A cierre de 2017, a administración paralela de la Junta de Andalucía superaba los 6.000 millones de euros anuales, la de Cataluña casi 20.000 millones de euros anuales. Todas las comunidades autónomas han consumido la reducción de costes de deuda y la mejora de financiación pero solo tres cumplen con el objetivo de déficit y ninguna ha reducido deuda», advierte a este periódico el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle. «El problema es muy importante porque esos riesgos saltan rápidamente cuando se genera un shock de deuda y las administraciones públicas empiezan a incumplir con sus plazos de pago a proveedores», añade. Una situación que ya se vivió en los años 2011 y 2012 con consecuencias dramáticas.

 

 

 

 

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