Telefónica también compra viviendas en Argentina para luchar contra la hiperinflación
El Grupo Telefónica necesita protegerse de la inflación en Argentina y, del mismo modo que ha hecho en el caso de Venezuela, la alternativa para reducir el impacto del poder adquisitivo de su tesorería es realizar inversiones en bienes tangibles. Según han confirmado varias fuentes a OKDIARIO, la compañía que preside José María Álvarez–Pallete está adquiriendo inmuebles en Buenos Aires.
Según los datos oficiales del Gobierno de Mauricio Macri la inflación en Argentina ha cerrado 2016 con su peor dato en los últimos 25 años con incrementos interanuales de precios que superan el 40%; aunque en los primeros meses de 2017 la inflación se está situando en tasas cercanas al 30%. Es mucho menos que el 2.000% de Venezuela pero sigue siendo un valor lo suficientemente alto para penalizar la tesorería, tanto de los particulares como de las empresas.
Lo peor que una compañía con intereses en un país hiperinflacionario puede hacer es quedarse con sus ingresos en liquidez, ya que la propia inflación, una vez se produce el cambio a la divisa del país en el que corporación tiene su matriz –en el caso de Telefónica en Argentina de pesos a euros-, hace que gran parte del efectivo vuele en términos de pérdida de poder adquisitivo.
Los ingresos de Telefónica en Argentina alcanzaron en 2016 los 3.000 millones de euros, el 5,8% del total del grupo. Es el segundo país que más aporta a la caja de la firma que preside José María Álvarez-Pallete, por lo que no se pueden andar con rodeos a la hora de definir estrategias para no perder capital. Y para protegerse de la inflación la operadorade telecomunicaciones compra activos inmobiliarios. Según fuentes próximas a la compañía, se trata fundamentalmente de edificios de oficinas.
Venezuela, Angola y Argentina son los tres países con mayor inflación según el FMI. En aquellos en los que tiene intereses Telefónica, Venezuela (2,6% de sus ingresos) y Argentina (5,8%), la regla a seguir es no mantener el dinero en caja, sino invertirlo en activos inmobiliarios.
Tal como explica a OKDIARIO José Lizán, gestor de Auriga: “Los activos reales te protegen de la inflación. En todo país con una inflación tan bestial la gente prefiere acciones o activos que el dinero en la cuenta corriente, porque el dinero con la inflación se volatiliza”
El sector inmobiliario argentino es atractivo desde un punto de rentabilidad tras la llegada de Macri a la Casa Rosada. En el último año la economía y la política del país han experimentado un drástico cambio dejando atrás la rémora del kirchnerismo y facilitando la llegada de capitales internacionales con la promesa de un aumento en la seguridad.
“Si te vas a comprar una televisión en un país con mucha inflación te cuesta más según van pasando los meses, por eso la gente compra acciones: porque te protegen. Lo que no puedes tener es el dinero en la cuenta corriente, porque la inflación se lo come”, subraya Lizán, que insiste en que “la Bolsa en los países hiperinflacionarios es una protección al poder adquisitivo”.
De hecho, el mercado inmobiliario está comenzando a recalentarse. El volumen de transacciones de viviendas de segunda mano, impulsado por la oleada de demanda remanente que estaba retenida por el denominado «cepo cambiario» y, sobre todo, por las nuevas líneas de crédito hipotecario lanzado por los bancos que operan en el país, están disparando el precio del metro cuadrado en las grandes ciudades.
«El precio de los inmuebles a estrenar seguirá empujado por la subida de costes en la construcción. El límite lo pondrá la demanda que ya quedó reducida a consumidores finales e inversores de largo plazo. La vivienda usada se mantiene a buen ritmo y todavía hay muchas oportunidades en lugares muy puntuales, que ya no tienen reposición porque son localizaciones donde no hay más tierra para reproducir determinados proyectos», explica Mariano Oppel, presidente de Oppel Inmuebles, en declaraciones al diario Cronista.