La taxistas viven su «mejor año» en el MWC con la ausencia de Uber y Cabify
El Congreso Mundial de Móviles (MWC) acaba de abrir oficialmente sus puertas y el colectivo de taxis ya se felicita. Con el metro en huelga parcial y la ausencia de empresas de vehículos de alquiler con conductor (VTC) como Uber o Cabify, los taxistas de la ciudad aseguran que están viviendo "su mejor año".
Así de contundente se ha mostrado durante la primera jornada del congreso el portavoz de la asociación de taxis Élite, Alberto Álvarez: «éste es, sin duda alguna, nuestro mejor año en cuestión de movilidad», ha dicho a EFE.
Con la flota de 10.523 taxis disponibles durante todo el día, los taxistas esperan poder hacer el «agosto» después de un inicio de año complicado, con paros y huelgas que pedían la regularización de los VTC y el fin del «intrusismo laboral». Y, de momento, creen estarlo consiguiendo.
«En comparación a otros años diría que también mejoraremos los ingresos un 15 %», un porcentaje al que contribuirá, sobre todo, «la huelga del metro», que funciona con servicios mínimos coincidiendo con las horas punta de entrada y salida del congreso.
Precisamente durante esos horarios, el tiempo de espera para coger un taxi ha llegado a superar la media hora, un factor decisivo para que muchos asistentes al congreso, en su mayoría directivos de grandes compañías internacionales y usuarios de VTC, desistieran del taxi y se decantaran por «la seguridad» del transporte público.
Uno de ellos es Cledwyn Jones, director de estrategia de Price Waterhouse Coopers (PwC), quien ha preferido coger hoy el metro, pese a que en Londres suele usar habitualmente Uber. «Como llegué temprano no había tanta gente y vine en metro, pero prefiero ir en vehículo privado», ha dicho.
Una situación similar es la que ha vivido Steve Smith, gerente de seguridad de la información de Vodafone, quien también ha llegado al MWC en metro ante la falta de Uber, su medio de transporte habitual.
Como han hecho muchos participantes ante la falta de VTC y la incertidumbre por los horarios del transporte público, ha decidido llegar bien temprano para evitar el tráfico en la ciudad y las aglomeraciones en el metro.
Por su parte, el brasileño Eliseu Siqueira, arquitecto de sistemas del banco Bradesco, ha optado por el autobús por «miedo a que el taxista me engañase» y no sin antes asombrarse por la ausencia de VTC.
«Vivo en Sao Paulo y allí uso mucho Uber. Para mí es chocante llegar a España, al primer mundo, como nosotros decimos, y que no haya Uber», ha exclamado.